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» El siglo web
Fecha: 21/12/2024 18:09
Los recortes al sector público no se hacen en la actualidad para producirle ahorro a una población cada vez empobrecida. Se hacen para seguir prolongando ganancias financieras escandalosas de las que disfrutan ciertos amigos (nacionales, pero sobre todo extranjeros) del gobierno. Mantener la burbuja. Un pedaleada más a la bicicleta. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) es una entidad autárquica. Esto es, que es una persona jurídica pública, con recursos y patrimonio propio. Los primeros provienen del 0,45 de las tasas y contribuciones que pagan las importaciones y van directamente a la cuenta del INTA en el Banco Nación. En tanto que su patrimonio lo forman entre otros sus edificios, bancos genéticos, laboratorios y campos experimentales. El INTA fue diseñado así para que la investigación, desarrollo e innovación agropecuaria sean una política de Estado. Algo que se sostenga en el tiempo, independiente de los vaivenes y cambios de la gestión del gobierno del momento. De allí que en el máximo organismo del INTA, su Consejo Directivo, los miembros nominados por el gobierno sean la minoría: solo tres entre diez integrantes. Las siete plazas restantes se reparten entre las universidades y las asociaciones civiles de productores agropecuarios. Como la Sociedad Rural, por ejemplo. Cientificidio. Cual cirujano que entra al quirófano con motosierra, y ni siquiera distingue entre paciente, colegas y enfermeros, la actual gestión de gobierno está haciendo del hospital una carnicería. Al tiempo que va tirando los cuerpos, convertidos en reses, para que coman sus amigos carroñeros. Ya son conocidos los casos de las Universidades Nacionales y CONICET. Ahora lo están faenando al INTA. Inauguran la operación amputándole el 55% de los recursos que le corresponden por ley. El INTA sobrevive como menos de la mitad, como el empleado al que le embargaron (sin razón) la mayoría del sueldo. La inmobiliaria para los amigos. Prosiguen con un gran remate. Al INTA le van a vender todos sus campos experimentales. No para hacer vivienda popular. La obra pública está parada. El destino serán barrios tipo country y edificios de alta gama en el caso de las oficinas urbanas. Manejado todo por inmobiliarias y constructoras amigas. De una lista de 84 remates planificados en el país, el lunes 23 de diciembre Papa Noel arranca su raid subastando para los amigos un histórico edificio del INTA en Palermo, Ciudad de Buenos Aires. De los diez millones de dólares que vale, el martillo probablemente se baje a seis. Ayer contra Thatcher, hoy contra su admirador argentino. El secretario general de APINTA (gremio del INTA), Mario Romero, es un ex combatiente de Malvinas. En el presente intenta (no ya con el FAL que se le trababa en las islas, sino con la ley) frenar los remates. La primera trinchera, detener la venta del edificio de INTA de Av. Cerviño 3101. Así, interpuso un recurso administrativo ante el Consejo Directivo de INTA y ante la rematadora (la Agencia de Administración de Bienes del Estado -AABE-) pidiendo se declare nulo de nulidad absoluta el remate inaugural Se explicita en el recurso que la AABE no tiene facultades para vender bienes de propiedad de entidades autárquicas (el INTA lo es) que son una persona jurídica propia. Como una sociedad anónima, o una asociación civil. Con su patrimonio propio. Si la AABE pudiera hacer esto, entonces tendría facultades expropiatorias, algo repugnante al artículo 17 de la Constitución Nacional. Asimismo, plantea que la creación de la AABE en el 2012 se hizo para rescatar inmuebles ociosos de la administración pública, y con ellos realizar vivienda popular, escuelas y hospitales. Por eso, la norma impone el requisito de que solo se puede enajenar tierras del Estado para hacer emprendimientos sociales. Un requisito que no se cumple en el remate de Cerviño, ya que el pliego de venta le impone al comprador que tiene que construir en el lugar (Palermo chico) una exclusiva torre de alta gama. Imposición que direcciona la subasta, ya que pocas son las empresas en condiciones de cumplir esto. Las empresas de los amigos. Los amigos de siempre. De hecho, trascendió que los ponentes en el remate de Cerviño serán los amigos de siempre. Uno, Eduardo Elzstain, el empresario dueño del hotel donde se alojó Javier Milei (nuestro confeso fan de Thatcher) 50 días antes que le acondicionaran los caniles a Conan (que no se sabe si vive) y sus clones en Olivos. Sin explicar el origen de los fondos con que se pagó esto. El otro, Eduardo Costantini, aportante de Juntos por el Cambio y ahora adherente de Milei. Y el otro Juan Santagada, socio de Nicolás Caputo. Éstos tres empresarios fueron los grandes ganadores de las ventas de inmuebles del Estado durante los años 2016- 2019, en un proceso que la Auditoría General de la Nación informó que el Estado perdió 62 millones de dólares por venta de inmuebles subvaluados, que no se destinaron a proyectos de inclusión social y que se liquidaron en subastas con un solo postor. Llamativamente el decreto 950/2024 que impulsa (entre otras) la liquidación de la propiedad del INTA en Cervíño 3101, sostiene que aquellas ventas de inmuebles del 2016-2019 (informadas y denunciadas como fraudulentas) deben ser continuadas. Por tener un procedimiento y objetivo fraudulento contra el Estado, APINTA pidió la nulidad del remate. Y también dirigió una carta a quienes participarían de la subasta, advirtiéndoles que le estarían comprando al AABE (quien no es el dueño) y que por ello tienen que asumir las consecuencias de los futuros pedidos de nulidades que vendrán. ¿Y todo para qué? ¡Para los amigos! Como en todo lo que hace la motosierra, lo recortado no va a infraestructura, seguridad, salud o educación. Tampoco se ahorra. Se destina de inmediato a darle una pedaleada más a esta bicicleta financiera en la que vivimos, pagando deuda e interviniendo en el mercado de cambiario. Los especuladores (administradoras extranjeras de capital o grupos económicos locales amigos) que invirtieron en bonos del gobierno argentino (por ejemplo, BONAR, BOPREAL o GLOBAL) desde diciembre de 2023, este fin de año lo celebrarán con una ganancia en dólares (si en dólares) de más del 100%. Mientras “el pobre” EEUU solo pudo pagar a sus inversores un 4% de tasa de interés. ¿De donde sale esta tasa monstruosa que está pagando Argentina? Del ciclópeo aumento de deuda que experimentamos. 90 mil millones solo en 2024. La motosierra permite ir tirando con el roll over, que es el esquema Ponzi de pagar la tarjeta de crédito con otra tarjeta de crédito. Para que el negocio a los amigos rinda, hay que garantizarles dólares baratos para que puedan escapar del país a tiempo. La clase media solo percibe el olor de esto en que hoy le conviene ir de compras a Chile o vacacionar en Brasil. Los más necesitados, nada. Ya sabemos cómo termina el milagro del dólar barato: el 2001 nos da la pista. AUTOR: javier ortega, doctor en derecho público y economía de gobierno
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