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» Elterritorio
Fecha: 21/12/2024 16:47
Cuenta con una academia de coctelería en Posadas, única en el NEA. Forma a cientos de bartenders mientras promueve la riqueza cultural guaranítica misionera en cada trago sábado 21 de diciembre de 2024 | 3:30hs. De un pequeño pueblo correntino a eventos exclusivos, Irala sigue marcando tendencia en la coctelería. Foto: Marcelo Rodríguez A lo largo de los años la tierra colorada fue testigo de figuras que fueron surgiendo con mucho esfuerzo y dedicación, marcando su impronta en los ámbitos del arte, la cultura y la innovación. Entre ellas, se destaca el nombre de Gustavo Irala, un hombre que transformó un sueño de infancia en una carrera inspiradora, convirtiéndose en un referente indiscutido de la coctelería misionera. En esta ocasión, en diálogo con El Territorio, el reconocido bartender compartió su extraordinaria trayectoria, desde los humildes inicios en Corrientes, su llegada a Misiones en 2004 para cumplir su gran anhelo, hasta convertirse en un embajador de la cultura guaranítica a través de la coctelería. Irala nació el 19 de abril de 1983 y desde muy joven mostró una fascinación por el arte de los tragos al ver la película Cocktail a los 9 años. Sentado en el suelo de una casa de paredes de barro y techo de paja, comenzó a soñar con un futuro que lo llevó a viajar, aprender y enseñar. Hoy es fundador y director de una academia de coctelería junto a su socio Cristian Djundi, y formó a más de 900 profesionales que trabajan en distintas partes del mundo. Conocido también como ‘el Bartender VIP’ por su trabajo con figuras destacadas y famosos, Gustavo también dedica su carrera a integrar la rica tradición guaranítica en sus creaciones, llevando a la coctelería misionera a escenarios nacionales e internacionales. Además de su faceta como docente, emprendedor y autodidacta, sueña con escribir un libro y con posicionarse globalmente la identidad de la coctelería guaranítica. ¿Cómo comenzó tu historia con la coctelería? Lo que me sucedió fue como una coincidencia, nací en Alvear, Corrientes, cerca de la frontera con Brasil. En mi infancia hablábamos en portuñol y mirábamos más televisión brasileña que argentina. Cuando tenía 9 años vi la publicidad de una película llamada Cocktail, con Tom Cruise. Me impactó tanto que decidí faltar al colegio para verla con el permiso de mi mamá doña Delia. Recuerdo claramente que estaba sentado en el piso de nuestra humilde casa, con paredes de barro y techo de paja, usando un short azul y sin remera, mirando en una televisión de 20 pulgadas. La película me marcó profundamente. Después de verla, empecé a imaginar y jugar a ser barman con botellas vacías. Sin embargo, en mi pueblo no había boliches ni lugares donde pudiera ejercer o aprender formalmente mientras crecía. Después de un tiempo un señor de Buenos Aires abrió un boliche en Alvear, me acercaba a los bartenders para observarlos. Aunque eran bastante celosos con su conocimiento y no querian compartirlo, poco a poco fui aprendiendo las bases. ¿Cuándo diste tu primer paso como bartender? Me mudé a Misiones en 2004, con 21 años, para estudiar Licenciatura en Historia. Buscaba un trabajo para solventar mis estudios y en una recepción vi por primera vez a un bartender profesional, Matías Tolai, quien me enseñó sin reservas. Un día, Matías faltó y el dueño del catering me pidió que lo reemplazara. Esa noche, frente a 200 personas, tuve mi bautismo como bartender en el Club Roble. Con mi primer sueldo compré mi propia coctelera y una licuadora, herramientas que marcaron el inicio de mi carrera. Después en uno de los recesos en un viaje a Alvear, encontré un libro sobre emprendimientos que tenía mi hermano mayor. Me inspiró a crear una marca que refleja mis raíces guaraníticas y vascas. Diseñé una coctelera con una pluma como símbolo de mi herencia cultural y comencé a trabajar en eventos por mi cuenta. Quería certificarme como bartender, pero en Misiones no había muchas opciones y estudiar en el IGA era caro para mí en ese momento. Después de investigar, descubrí la Universidad del Cóctel y el Instituto Argentino de Coctelería en Buenos Aires, donde aprendí a ser barmanager, el grado más alto en coctelería. ¿Cómo llegaste a trabajar en eventos VIP? Con el tiempo, mi estilo y conocimientos me llevaron a trabajar en eventos exclusivos, tanto en Argentina como en el exterior. Fui contratado para fiestas privadas de celebridades, modelos y actores, donde aprendí a manejar cristalería de lujo y a preparar cócteles clásicos como Martini y Manhattan. Fue un salto a jugar en primera división para mi. Mi enfoque hoy combina técnicas modernas con elementos de la cultura guaranítica misionera. Mi sueño es escribir un libro y posicionar la coctelería guaranítica en el mapa global. ¿Qué estilo te interesó explorar y cómo lo hiciste? Comencé a investigar sobre la coctelería tiki, un estilo que viene de Estados Unidos y es considerado uno de los más complejos. Me enfoqué en ser un bartender completo; tallado de frutas, Flair, shows, conocimiento integral de bebidas y estilos. La coctelería tiki trabaja mucho con siropes y es exótica. Me formé también en coctelería guaranítica misionera, investigando yuyos locales con propiedades saludables y combiné estos elementos en los cócteles. Flair, la coctelería acrobática que cautiva las barras internacionales. Foto: Marcelo Rodríguez Así llegué a competir en el mundial de coctelería tiki y me tocó competir contra países nórdicos. La coctelería tiki se vende como una experiencia: con vasos que simulan dioses polinesios y un estudio de la cultura tiki. Justo se dio en época de pandemia y no pude llegar a octavos de final en Miami, pero quedé como referente en el estilo tiki. Luego hice talleres de coctelería en el nordeste argentino junto a Rubén Castillo, quien salió campeón en uno de los torneos. ¿Cómo surgieron tus proyectos personales? No estaba conforme con los programas de los institutos donde enseñaba. Entonces, junto a Cristian Di Giugni, decidimos crear una academia con mi nombre. Diseñamos un programa de vanguardia e inclusivo, con cartas en braille y accesibilidad para personas con discapacidades. Este proyecto se enfocó en responder dónde, cómo, cuándo y por qué en la coctelería. Además, introdujimos coctelería molecular y guaranítica misionera en Misiones. Formé entre 800 y 900 alumnos en mi carrera, contando institutos donde enseñé y en mi academia que es la primera del Nordeste. En estos tres años, 350 alumnos se formaron en la Academia y unos 50 están en el exterior, en países como Alemania, Francia, Italia, Andorra, España y Brasil. Tenemos un grupo de conexión donde compartimos oportunidades laborales y referencias. Ésto permite crear una red de apoyo para los bartenders de Misiones. ¿Qué te motiva ahora? Mi objetivo es que la coctelería guaranítica misionera llegue al mundo. Misiones tiene un potencial turístico y cultural impresionante para posicionar su propio estilo. Estamos proyectando un libro con todo lo que implica esta coctelería. Queremos que los bartenders del mundo estudien nuestro estilo, así como nosotros estudiamos los suyos. Para el año que viene queremos organizar el torneo para elegir al mejor bartender misionero. La idea es seguir siendo vanguardia, expandiendo nuestras iniciativas y fortaleciendo el impacto turístico y cultural de Misiones. ¿Tuviste ofertas para trabajar en el exterior? Sí, muchas, incluso mis alumnos que están fuera me mencionan y algunos quieren conocerme. Una de las ofertas más destacadas fue de Portugal, en Lisboa, donde el tema de los bares en contenedores está muy de moda. También me ofrecieron contratos exclusivos, incluso para trabajar en lugares de lujo, como Andorra o España. Afortunadamente, el idioma portugués no me fue difícil, así que todo fue muy fluido. Una vez, estuve con un grupo de árabes cerca de las 3 de la madrugada que estaban discutiendo sobre motores de autos deportivos y bebiendo. De repente, uno de ellos dijo: “Vamos a hacer una carrera, el que gane se queda con el auto del otro”. En menos de media hora llegaron camiones con dos autos deportivos de lujo, un Porsche y un Audi. Los árabes decidieron en el momento al chofer. Finalmente, el Porsche ganó y el tipo entregó las llaves del Audi. Fue un momento tremendo. También tuve experiencias con empresarios internacionales, como austríacos, húngaros y taiwaneses. Recuerdo cómo brindaban con shots mientras firmaban contratos millonarios. Era increíble ver tanto dinero en juego, especialmente sabiendo de dónde vengo. ¿Cómo fue el contraste entre tus orígenes y todo lo que lograste? Es algo que me emociona mucho. Vengo de una familia humilde, de una casa de barro con techo de paja. Y hoy, al estar en hoteles de cinco estrellas, no puedo creerlo. Hablar con mi mamá sobre esto siempre me emociona. Ella me decía; “Cómo cambió todo, Gustavo. Qué increíble lo que lograste, lo que es el destino”. Para mí, vivir esta experiencia es como un sueño que nunca imaginé que se haría realidad. ¿Cuánto cuesta estudiar para ser bartender? En la academia tenemos dos tipos de cursos, uno exprés y otro clásico. El curso exprés tiene una duración de un mes, es intensivo, tiene el mismo valor que el clásico. Ambos se abonan en dos cuotas. El exprés cuesta dos cuotas de 52 mil pesos, y el clásico son tres cuotas de 35 mil pesos. Nosotros tratamos de mantener los precios accesibles. Sé lo que es no tener dinero para estudiar, por eso mantenemos tarifas accesibles durante todo el año. También les damos a los chicos la oportunidad de trabajar en eventos y les damos prácticas en bares para que puedan ganar experiencia mientras estudian. Además, por cada promoción, entrevistamos a los estudiantes y les damos becas, a cambio de que nos acompañen en los eventos, lo que les ayuda a seguir aprendiendo. Gustavo Irala no sólo celebra dos décadas de carrera como bartender, sino también un viaje lleno de logros, desafíos y momentos inolvidables. Desde su humilde origen hasta llegar a ser un referente en el mundo de la coctelería. Hoy, además de ser un reconocido profesional, comparte sus conocimientos con futuras generaciones, manteniendo siempre la filosofía de accesibilidad. Con un recorrido único y experiencias que lo marcaron, sigue demostrando que los sueños se pueden cumplir. Perfil Gustavo Irala Bartender Asesor gastronómico. Escuela Gastroargentina. Barmanager Internacional en el Instituto Argentino de Cocteleria. Director de la Academia de Bartender Gustavo Irala. Instructor de Bartender IGI del 2019 al 2021. Instructor de Bartender en el IGA de 2019 a la actualidad. Realiza capacitaciones a restaurantes, bares y emprendimientos privados. Trabaja en eventos privados VIP internacionales y nacionales. Participó en el Mundial 2020 de Coctelería Tiki, con sede en Miami. Es bartender privado de distintas personalidades nacionales e internacionales. Emprendimiento propio: Corazón de Indio -hasta 2016-. Academia Gustavo Irala: ubicada en Ambrosetti 2230 casi Uruguay (Posadas). Compartí esta nota:
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