21/12/2024 13:52
21/12/2024 13:52
21/12/2024 13:51
21/12/2024 13:51
21/12/2024 13:51
21/12/2024 13:50
21/12/2024 13:46
21/12/2024 13:46
21/12/2024 13:46
21/12/2024 13:45
» Diario Cordoba
Fecha: 21/12/2024 09:17
Inquietante, intrigante, con un toque de humor, desconcertante… pero sobre todo muy Ozon. Porque, aunque cada película de este cineasta francés es muy diferente en cuanto a géneros y estilos, posee un misterioso sentido de la amoralidad que ronda por su ecléctica e interesante filmografía, muy prolífica -por cierto-, ya que cada año entrega una nueva producción. En este caso, parte de un incidente del que fue testigo en su infancia, cuando unas setas pudieron causar una tragedia. Aquí, en el guion que firma junto a Philippe Piazzo, la protagonista es una abuela que no es aceptada por su hija (Ludivine Sagnier) y se desvive por su nieto, que sale por los alrededores de su casa de campo en busca de setas, en compañía de su amiga de siempre, y que cocina sin detectar las venenosas… o sí. La sombra de la duda emerge, como la ambigüedad. A partir de aquí, nos encontramos una trama muy bien diseñada, aunque cuando realmente se dispara es al entrar en escena un personaje (Pierre Lottin) recién salido de prisión, el hijo de la amiga que compartió pasado con la protagonista de esta historia que parece muy influenciada por los filmes de Claude Chabrol. Como no podía ser menos, la localización se sitúa en un pueblo de la Francia profunda, con un bosque fotografiado con excelente gusto por Jérôme Alméras, aprovechando la explosión cromática de la estación que nombra el título, gracias a la poética luz que regala ese tiempo, creando las atmósferas adecuadas para este oscuro cuento. Es importante resaltar que las dos protagonistas que sostienen la producción pasan de los ochenta años, algo insólito en el cine de hoy que discrimina a las actrices de mayor edad, relegándolas a papeles de reparto. Y defienden sus personajes con señorío, Hélène Vincent y Josiane Balasko se mueven ante la cámara con seguridad y maestría en los papeles que le han correspondido, con un pasado que se oculta al espectador, con total dominio de la elipsis, hasta descubrirse, como el resto de la información, cuando la trama lo exige.
Ver noticia original