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  • «Los niveles de colesterol pueden aumentar hasta un 10% tras las fiestas de Navidad»

    » Diario Cordoba

    Fecha: 21/12/2024 09:08

    El especialista en Medicina Interna del hospital Cruz Roja de Córdoba Rafael Molero realiza un repaso a las principales consecuencias de los excesos navideños y de cómo prevenir o solucionar estos efectos. ¿Cómo se puede evitar en las navidades coger kilos de más? Las navidades y comienzo de año son momentos de celebración, pero también representan un reto para nuestra salud. Las comidas copiosas, los dulces y las bebidas suelen ser protagonistas y los excesos pueden tener consecuencias negativas en nuestro bienestar. El aumento de peso durante las fiestas no es una situación aislada. Estudios han mostrado que la ganancia de peso promedio en esta época oscila entre los 0,4 y 0,9 kilogramos, aunque en determinados grupos poblacionales puede ser de hasta 2,5 kilos. Este peso ganado suele mantenerse a lo largo del año, contribuyendo a la obesidad. Para minimizar este impacto, son recomendables estrategias, como mantener la actividad física. Un estudio publicado en The Journal of Physiology sugiere que caminar 10.000 pasos al día puede mitigar los efectos metabólicos negativos de las comidas ricas en calorías. Por eso, hay que aprovechar para dar paseos después de las comidas o practicar deportes en familia. Por otro lado, en lugar de prohibir ciertos alimentos, mejor reducir las cantidades a consumir. Según diferentes estudios, comer porciones pequeñas y masticar lentamente ayuda a evitar el exceso calórico. También hay que alternar entre comidas ligeras y copiosas, porque puede equilibrar el balance calórico diario. Por ejemplo, optar por un desayuno ligero si se sabe que el almuerzo será abundante. Cuidar nuestra salud no significa renunciar al espíritu festivo, sino hallar el equilibrio entre disfrutar y respetar nuestro cuerpo. Comer durante muchos días seguidos más de la cuenta productos más calóricos y menos nutritivos, ¿cómo puede afectar a la salud? El consumo excesivo y prolongado de alimentos ricos en grasas, azúcares y sal puede ocasionar repercusiones serias para la salud a corto y largo plazo. Por ejemplo, puede sobrecargar el aparato digestivo, provocando indigestión, acidez y malestar abdominal. Estos síntomas son comunes en Navidad, según datos de las urgencias hospitalarias. En lo que respecta al peso ganado durante las fiestas, no se pierde fácilmente y puede acumularse año tras año. Por su parte, las comidas ricas en grasas y azúcares pueden ocasionar descompensaciones metabólicas (aumentar los niveles de glucosa, triglicéridos y colesterol en sangre), por lo que hay que extremar la precaución en personas con diabetes o dislipidemias. Tampoco hay que olvidar que un exceso de sodio (presente en embutidos, salsas y alimentos procesados) puede elevar la presión arterial y producir descompensaciones cardiacas, incrementando el riesgo de eventos, como el síndrome coronario agudo y el fallo cardiaco en personas susceptibles. Según la Fundación Española del Corazón, los niveles de colesterol pueden aumentar hasta un 10% tras las fiestas de Navidad. El especialista en Medicina Interna del hospital Cruz Roja de Córdoba Rafael Molero. / VÍCTOR CASTRO ¿Cuáles son los problemas de salud sobre los que más se consulta en navidades? La Navidad coincide con el invierno, fechas en las que aumenta la incidencia de infecciones respiratorias, como resfriados, gripe y neumonías. Sin embargo, los excesos alimentarios también generan consultas frecuentes por urgencias digestivas (indigestiones, gastroenteritis aguda e intolerancias alimentarias son comunes, debido a la combinación de alimentos grasos, alcohol y dulces); descompensación de enfermedades crónicas (pacientes con hipertensión, insuficiencia renal o diabetes pueden sufrir descompensaciones por no seguir sus dietas habituales); estrés cardiovascular (estudios muestran un aumento en los ingresos hospitalarios por eventos cardiacos en estas fechas, conocidos como el «efecto Navidad») y alergias, intoxicaciones alimentarias y etílicas. Hay que ser responsable, y si se ha consumido alcohol, no realizar actividades que puedan ocasionar accidentes, y por supuesto, prohibido conducir vehículos. Aproximadamente el 26% de los accidentes mortales en 2023 en España estuvieron relacionados con el consumo de alcohol. En este sentido, más del 50% de los conductores fallecidos dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos. ¿De por sí la población en general come más de lo que necesita durante todo el año? La tendencia al sobreconsumo no es exclusiva de la Navidad. En nuestro entorno el acceso constante a alimentos ultraprocesados ha llevado a un desequilibrio energético crónico. Un estudio publicado en The Lancet destaca que el consumo de calorías ha aumentado globalmente en las últimas décadas, lo que contribuye al crecimiento de la obesidad. La Navidad intensifica esta situación al asociarse con tradiciones culinarias y reuniones sociales donde la comida es el centro. Sin embargo, no se trata de evitar estas celebraciones, sino de hacerlo de forma planificada, con moderación y equilibrio. ¿Hay que tener cuidado con hacer dieta antes o después de las fechas navideñas con la excusa de poder excederse en estos días? Adoptar dietas estrictas para compensar los excesos navideños no solo es ineficaz, sino potencialmente perjudicial. Las dietas restrictivas pueden ralentizar el metabolismo y aumentar el riesgo de atracones. En su lugar, lo ideal es seguir una dieta equilibrada antes, durante y después de las fiestas. La dieta mediterránea, reconocida por su riqueza en alimentos frescos, saludables y aceite de oliva virgen extra como grasa principal, es una excelente opción. Según la AHA (Sociedad Americana del Corazón), este patrón alimentario reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y promueve la salud general. El especialista en Medicina Interna del hospital Cruz Roja de Córdoba Rafael Molero. / VÍCTOR CASTRO ¿Qué grupos de población presenta más riesgo antes los excesos navideños? Personas con enfermedades crónicas (pacientes con diabetes, hipertensión o insuficiencia renal tienen menos margen para manejar los excesos); los adultos mayores (el envejecimiento conlleva un metabolismo más lento y una menor capacidad para procesar grandes cantidades de alimentos ricos en grasas o sal) y las personas inmunodeprimidas, con sistemas inmunológicos debilitados (por enfermedades o tratamientos) pueden ser más susceptibles a infecciones o descompensaciones. ¿Existen medicamentos o productos naturales que puedan ayudar a que el cuerpo se sienta menos hinchado o eso se regula solo volviendo a comer sano? El mercado ofrece numerosos productos para aliviar la hinchazón o mejorar la digestión, como enzimas digestivas, probióticos e infusiones. Sin embargo, su eficacia en la población general es discutible. Las enzimas digestivas pueden ser útiles en casos específicos, como intolerancias alimentarias, pero no corrigen los efectos del exceso de comida. Lo más efectivo es volver a una alimentación saludable, siguiendo el modelo de dieta mediterránea. El cuerpo tiene mecanismos propios para recuperarse si se le proporciona el entorno adecuado. La Navidad no tiene por qué ser sinónimo de excesos. Mantener un enfoque equilibrado, disfrutar de los alimentos con moderación y priorizar los hábitos saludables, como la actividad física y la hidratación, pueden marcar la diferencia. La clave está en pequeños cambios sostenibles, que permiten celebrar sin comprometer nuestra salud. Disfrutemos las fiestas con equilibrio y responsabilidad. ¡Feliz Navidad saludable! Suscríbete para seguir leyendo

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