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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/12/2024 14:46
El sacrifico de vaquillonas muestra una tendencia creciente, y llega a niveles que han despertado la atención de los analistas (Revista Chacra) La ganadería de estos días presenta algunas particularidades. Lo notable de la mejora operada en los valores de la hacienda es que se ha dado en un contexto de oferta elevada. El analista Ignacio Iriarte destaca que se ha anticipado ligeramente la corrección de precios que suele aparecer en diciembre-enero o enero–febrero cuando se produce la habitual caída estacional en la llegada de hacienda al mercado. En términos reales, los precios de esta semana vuelven a los niveles de junio pasado, que de todas maneras no eran buenos. Queda ver cómo van a asimilar esta suba la exportación y el consumo. La faena es otro de los aspectos en los cuales los especialistas han puesto la lupa. El punto es que dentro de los animales sacrificados el porcentaje de hembras es el tercero más alto en 25 años. Iriarte advierte que sería preocupante que se mantuviera esta tendencia durante al año próximo, en especial para las vaquillonas. Si esto sucede entraríamos en un proceso que puede denominarse de muchas formas, menos de retención. En este sector hay básicamente inversión en hembras para crecer al estilo argentino, es decir, moderadamente. En un stock de 22 millones de vacas, cuando se crece se retiene un millón de vaquillonas por encima de la reposición. Por caso, pasar de 22 a 23 millones de hembras, o de 23 a 24 millones, siempre con un techo definido en 25 millones de vacas. El desarrollo de los últimos años muestra claramente una aceleración de los envíos a faena de hembras jóvenes (ROSGAN) En este sentido, el Rosgan rescata los últimos datos del Senasa. El traslado de animales con destino faena en noviembre equivale a un promedio diario de 57.864 cabezas, un 4,4% superior al promedio de octubre. Y dentro de este número se destaca una creciente proporción de hembras jóvenes. En el último mes las remisiones de vaquillonas a plantas de faena crecieron en un 14% alcanzando una cifra que representa el 32% de los envíos totales y marca un aumento por séptimo mes consecutivo, desde el 22% de mayo pasado. Sobre la base del patrón de comportamiento histórico (calculado para el período 2001-2023) se puede inferir una faena de diciembre en torno de las 396 mil cabezas. Este número permite completar la serie de doce meses, situando la faena anual levemente por encima de los 4 millones de cabezas. Estacionalmente, el sacrificio de vaquillonas tiende a crecer durante el segundo semestre del año. Este comportamiento suele responder a la dinámica habitual de recría y engorde de terneras, volcando su mayor oferta durante los últimos tres a cuatro meses del año. Al contrastar la curva de estacionalidad histórica contra la estacionalidad estimada para el ciclo actual, se confirma una aceleración en la faena de vaquillonas durante la segunda mitad de 2024, en contraposición con lo registrado durante los seis primeros meses. El feedlot tiene una responsabilidad menor en este proceso. Se especula con un crecimiento de las recrías a campo (Revista Chacra) Rosgan añade otra cuestión que considera preocupante: es elevado el número de hembras que se están matando en relación al stock disponible. También puede verse como la cantidad de hembras faenadas en respecto del ingreso de terneras registradas durante el ciclo, lo que se conoce como extracción de equilibrio. Esta mayor oferta que está llegando a faena no responde precisamente a un aporte sustancial del feedlot. A pesar del elevado nivel de ocupación que mostraron los corrales durante gran parte del año, marcando récords históricos en los últimos seis meses, el porcentaje de vaquillonas que estos aportan ha ido disminuyendo en los últimos meses; tras haber alcanzado un pico de 42% en junio actualmente representa apenas un 34%. Este dato abona la teoría de un incremento de las recrías a campo que comienzan a salir en estos meses, y es probable que este proceso prolongue la oferta durante los primeros meses del año próximo. Por último, en términos de producción de carne, los datos disponibles hasta el mes de octubre no muestran una recomposición significativa en los pesos medios de faena. Aquí aparece otra señal de alarma. Este parámetro todavía se ubica por debajo de los 197 kilos logrados en los dos años previos, y con un marcado descenso en los últimos dos meses. En el balance, las señales son muchas y no van en el buen sentido. Habrá que seguir estos temas mes tras mes.
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