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» Elterritorio
Fecha: 04/12/2024 14:44
Con una carrera que lo llevó de los torneos locales a enfrentamientos con los mejores del mundo, hoy transmite su pasión como profesor y referente del deporte, tanto en Argentina como en Brasil miércoles 04 de diciembre de 2024 | 10:52hs. En San Javier, si alguien menciona a Gabriel Sosa, puede que algunos tarden en identificarlo. Pero si dicen "Papera", su apodo, cualquier vecino que alguna vez empuñó una paleta de pádel sabe de quién se trata. Este hombre, que comenzó a jugar al pádel a los 14 años después de pasar por el tenis, no solo dejó su marca en las canchas, sino que convirtió su experiencia en una escuela que trasciende fronteras. Papera empezó con una paleta de madera, rudimentaria pero funcional, adaptada con un encordado sobre los agujeros. Desde esos inicios modestos, sus padres, Luis y Carmen, lo acompañaban a cada torneo en el que competía, alentándolo en una carrera que nadie imaginaba tan prolífica. Con su amigo Emanuel Alarcón, apodado "Changa", buscaban siempre algún hueco en las canchas de pádel, a veces incluso mangueando oportunidades para jugar. "Éramos de recursos muy bajos, pero no nos importaba", recuerda. Entrenaban cuando podían, incluso a las seis de la mañana, porque las canchas estaban siempre llenas. Nombres como Marcelo Núñez Díaz ("Sapo"), Ricardo Speyer, Fernando Rivas y Hernán Ortiz formaron parte de su círculo. Papera jugó y también dejó su huella como profesor. Hace 20 años que enseña este deporte, llevando consigo no solo la técnica, sino también las anécdotas y la pasión acumuladas en más de tres décadas de trayectoria. Participó en 733 finales, llevándose el primer puesto en 430 de ellas. En 1993, tuvo el privilegio de enfrentarse a Roby Gattiker y Alejandro Lasaigues, los números uno del mundo en ese entonces, y de aprender en clínicas con figuras como Horacio Álvarez Clementi, hoy entrenador de élite en España. En 2012, jugó un partido de exhibición con Fernando Belasteguín, quien ocupó el puesto número uno del mundo por 16 años, y compartió la cancha con Miguel Lamperti, un referente carismático del Premier Pádel. Actualmente, Papera reparte su tiempo entre Brasil y Misiones, dando clases, organizando partidos y transmitiendo su amor por el pádel. Su objetivo no es solo enseñar golpes precisos o estrategias ganadoras, sino contagiar el entusiasmo que lo llevó desde una cancha modesta hasta el reconocimiento como uno de los grandes referentes provinciales. Papera es sinónimo de un modo de jugar, de enseñar y de vivir el pádel.
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