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» Elterritorio
Fecha: 04/12/2024 11:03
La liga se encargó del fútbol infantil durante los 90 y el inicio del nuevo siglo. Tuvo un gran impacto y llegó a reunir a 500 equipos a lo largo y ancho de toda la provincia. Los Schunke, los Klusener, Darío Ocampo y Pablo Armesto, algunos de los que llegaron lejos miércoles 04 de diciembre de 2024 | 3:00hs. La Lidai llegó a tener 500 equipos y se disputaron más de 30 mil partidos. Foto: Archivo El territorio Pablo Armesto, Darío Ocampo, Jorge De Olivera, Leandro Fioravanti, Pablo Ostrowski, los hermanos Gonzalo y Álvaro Klusener, los hermanos Schunke y muchos futbolistas misioneros tienen un denominador común: la Liga Deportiva Amateur Independiente (Lidai). Los inicios de muchos pibes en el fútbol misionero de los 90 fue en la Lidai, liderada por Edén ‘Buby’ Fernández. En esa época, las ligas y la Liga Posadeña en particular no se encargaban del fútbol infantil y ese lugar lo ocupó la Lidai, que llegó a tener 500 equipos en varios puntos de la provincia. “Arrancamos a principios de los 90. Se jugaba todo el año. Arrancaba un torneo preparatorio, un torneo largo, había un Sudamericano y otro torneo. Se llegaron a jugar 250 partidos por semana, había 500 equipos en un momento”, recordó Buby Fernández, alma mater de la Lidai y una de las caras visibles durante todos los fines de semana. De fondo, Fafi Díaz dirige un partido en cancha de Guaraní. foto: archivo El territorio En ese fútbol de los 90, que empezó a hacer cada vez más grande entre los clubes poderosos de Primera División y los más humildes del interior del país, las ligas se vieron muy golpeadas y hacerse cargo de las inferiores no fue una opción para muchas. “Empezó como algo pequeño y terminó siendo algo muy grande. Había equipos de todos lados. En el transcurso de 14 años hicimos cerca de 33 mil partidos”, repasó Fernández. Buby había sido director de deportes en la Municipalidad de Posadas y empezó a armar torneos con equipos de barrio. En 1992 arrancó la Lidai, que combinó a clubes con equipos de barrio. Arrancó en Posadas y se llegó a prácticamente toda la provincia. Empezaron a surgir nombres. Darío Ocampo y Pablo Armesto en Jardín América. Los Kluesener y los Schunke en Santa Rita. Los De Olivera en Posadas. Muchos jugadores que llegaron a las divisiones inferiores de clubes de Primera División y que durante muchos años nutrieron al fútbol grande de la argentina arrancaron en la Lidai, que estuvo activa desde 1992 y hasta el 2007. “Creo que éramos muy organizados, había gente muy capacitada. Estuvo Eduardo Moulia, que pasó por todos lados. Era un grupo muy sano, un grupo de árbitros muy unido y sobre todo gente muy humilde”, analizó Buby Fernández sobre esos años detrás del fútbol infantil. Personajes de la cancha Los clubes le cobraban un peso a cada chico para el árbitro y los gastos de la organización. Sí, un peso por planilla. Todos los miércoles salía publicado en El Territorio el cronograma del siguiente fin de semana y los resultados del anterior con alguna foto de un equipo que dominada la competencia. En la cancha, fin de semana a fin de semana, Julio De Lima, más conocido como Muñequito, tenía listas las fotos para las familias. Épocas en las que las cámaras no eran las digitales y en que había que esperar por el revelado. Otro de los personajes que surgió fue Rubén ‘Fafi’ Díaz. El ex jugador de Brown cambió de traje, se puso el de árbitro y se convirtió en una de las personas más recordadas de las épocas de la Lidai. “Fafi Díaz fue uno de los mejores árbitros que teníamos. Además de ser árbitro era un educador, felicitaba a los que hacían alguna gambeta”, valoró Buby Fernández, quien también ponderó las posibilidades que abrieron los distintos torneos para los chicos: “Vinieron clubes como Boca, Cerro Porteño, Ferro, Racing, un montón de clubes pasaron por los Sudamericanos que organizábamos”. Esos más de 33 mil partidos a los que hacía referencia Buby Fernández dejaron miles de historias. Más allá de los campeonatos, más allá de los nombres conocidos. Equipos que se convirtieron en símbolo de un barrio o una ciudad. Una categoría que fue el orgullo del club. Una promesa que era el apuntado del fin de semana. De esas historias, Buby Fernández fue testigo de la mayoría. “De Jardín América venían Pablo Armesto y Darío Ocampo, jugaban los De Olivera. Venían los Schunke y los Klusener. Gonzalo jugaba de ‘2’ y como le hacían goles rápido lo mandaban de ‘9’. Tenia vocación de delantero”, rememoró. “Fue algo impensado. Empezó como una bolita y terminó siendo una bola de nieve. Había mucho espíritu deportivo impresionante y mucha vocación para el fútbol. Había mucha capacidad de trabajo”, destacó Fernández sobre los 15 años de la Lidai. En 2002, la Liga Posadeña se vuelve a hacer cargo de las inferiores y, durante un tiempo, la Lidai y la Liga Posadeña tuvieron competencias a la par. De hecho, Buby Fernández fue llamado para articular esa época. “Lo llevamos a la Liga porque nos pidieron, pero ya no fue lo mismo. Estuve en la Liga un tiempo y después me fui alejando, me fui dedicando a la escuela de técnicos que ya lleva 35 años”, recordó. Luego de 15 años, más de 30 mil partidos y miles de historias en el medio, la Lidai llegó a su fin y le dio paso a la vuelta de las inferiores de la Liga Posadeña. Sin dudas, la Lidai marcó una época para muchos jugadores que todavía hoy son protagonistas del fútbol misionero y que representan a Misiones en distintas partes del mundo.
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