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  • ¿La industria automotriz argentina podría sobrevivir a una salida del Mercosur?

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 01/12/2024 02:51

    Si Argentina saliera del Mercosur, la industria automotriz no podría importar autos, autopartes e insumos con el actual arancel cero El hecho de saber que el gobierno argentino analiza la conveniencia o no de seguir formando parte del Mercosur si este bloque se convierte en un impedimento para hacer acuerdos bilaterales individuales, volvió a poner sobre la mesa un tema que ocupó la agenda de la industria automotriz exactamente un año atrás, cuando todavía no había asumido Javier Milei: revisar la diferencia de aranceles para la importación de autos y autopartes desde Brasil y desde países de extra zona. En aquel momento, ante la expectativa de una teórica apertura total a los mercados internacionales, la mayoría de los importadores esperaba que el nuevo gobierno redujera la carga impositiva del 35% de arancel para los vehículos que vienen de Europa, Asia o Estados Unidos, de modo de darles competitividad frente a los productos fabricados en Argentina o en Brasil, Colombia y México, los tres destinos desde los que se importa sin pagar arancel alguno. Sin embargo, más allá de la intención o no del gobierno por tomar una medida de estas características, hay un convenio de comercio vigente llamado ACE14 por el cual no se pueden cambiar los aranceles para importación intra o extra zona hasta el 30 de junio de 2029. Se trata del Acuerdo de Complementación Económica con Brasil, por el cual queda establecido que todos los productos que se vendan y compren entre ambos países no tienen arancelamiento, y en ambos casos, las importaciones desde destinos fuera de la región deben ser alcanzadas por el 35%. Esa alícuota no es azarosa, sino que se trata del arancel máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio (OMC), que en su génesis estaba aceptada para aplicarse para casos de emergencia o crisis profundas y por un lapso determinado de tiempo. “Pero en Argentina, como el impuesto al cheque, estos son impuestos provisorios para siempre”, bromeó un analista del sector automotor. Por esa razón, si el gobierno argentino tuviera la determinación de hacer convenios bilaterales individuales que permitan bajar el arancel de importación de automóviles y autopartes extra zona del 35% a un hipotético 20% como marca el ACE18, tendría que tener la conformidad de Brasil para hacerlo, ya sea porque se pongan de acuerdo y se aplique en espejo en ambos países, o para poder hacerlo sólo a nivel local. La industria automotriz argentina ha recibido nuevas inversiones en SUV y autos, pero el producto más exportable siguen siendo las pick-up medianas Sin embargo, técnicamente, la industria automotriz tiene ese convenio de comercio por fuera del Mercosur, por lo cuál no es vinculante a la pertenencia al bloque regional. Dicho de otro modo, el ACE14 no requiere que los dos países que lo suscriben entre sí sean socios del Mercosur. “Podría darse el caso por el cual uno de los países elija salir del Mercosur pero seguir adelante con el acuerdo de intercambio comercial sin arancelamiento. De hecho, Argentina tiene un acuerdo de ese tipo con México, que no pertenece al Mercosur”, explicó un especialista de la industria a Infobae. Si bien ambas relaciones van por separado, es innegable es que la vinculación que tienen es política. Que uno de los países quiera salir del Mercosur pero mantener un acuerdo de comercio bilateral es posible pero quizás demasiado optimista. “Sería muy extraño que se rompa el bloque y los dos socios principales como son Argentina y Brasil, mantengan un acuerdo de las mismas características del que tenían anteriormente. En el caso de la industria automotriz, no le conviene a ninguna de las dos partes. Brasil es superavitario en exportaciones y su principal comprador es Argentina. A ellos no les conviene tampoco”, señaló la misma fuente. Por este motivo, si Argentina quiere lograr acuerdos bilaterales globales como el que se busca con la Unión Europea o Estados Unidos, a los cuales no suscribe Brasil, el camino más probable sea el de salir del Mercosur. Y por eso que el ACE14 no podría subsistir razonablemente. “Pero hay que calmar las aguas. Cualquier cambio de estos acuerdos no es de implementación automática. Está especificado a través de la propia reglamentación que si se adelantara la finalización del convenio respecto a la fecha de conclusión, deben pasar dos años hasta que se pueda aplicar el cambio. En dos años puede cambiar el mapa político y lograr acuerdos que hoy no son posibles”, explicó el especialista de la industria. El escenario sin acuerdo con Brasil Cambiar el esquema comercial actual dejaría en una posición muy desventajosa a la industria automotriz argentina ya que Brasil es el principal proveedor y a la vez el principal destino de exportación de las fábricas que producen autos y autopartes localmente. Además, las automotrices que tienen plantas en ambos países planificaron su producción de manera tal de poder equilibrar producción y abastecimiento entre fábricas, e incluso se han repartido modelos de modo tal de no competir sino complementarse. El mercado brasileño es cuatro veces más grande que el argentino. La producción industrial también y eso los pone en una posición preponderante para las casas matrices de las marcas. REUTERS/Roosevelt Cassio Al mismo tiempo, al tener un mercado cuatro veces más grande, Brasil tiene una posición predominante sobre las filiales de Argentina. “Lo que salva a nuestra industria es la fabricación de pick-ups medianas. Por eso producimos cinco modelos que serán seis muy pronto, y Brasil sólo uno (Chevrolet S10). Pero si nuestros productos se encarecieran por tener que pagar arancel de importación para insumos y autopartes que hoy tienen arancel cero, ellos todavía podrían importar camionetas chinas”, señaló un ejecutivo de una terminal argentina. Perder el acuerdo de arancel 0% implica aumentar automáticamente los costos porque los autos argentinos se fabrican con un mayor porcentaje de piezas importadas que nacionales y las importaciones más importantes son las que provienen de Brasil. Según la Asociación de Fábricas de Componentes (AFAC), las importaciones de autopartes de la industria automotriz provienen de Brasil alcanzan el 33%, mientras que de acuerdo a los reportes de ventas de automóviles 0 km originado por el Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (SIOMAA), los automóviles importados que se venden en Argentina y son fabricados en Brasil llegan al 36 por ciento. Traer las autopartes pasaría del actual 0% a un hipotético 16% ó 18%, que es lo que se cobra de arancel a los proveedores que no son miembros del Mercosur. Traer autos importados, si se busca igualar las condiciones de todos los destinos, pasaría del 0% a un 20% para los de la región y bajaría del 35% al mismo 20% para los del resto del mundo. Pero el problema no está solo en las importaciones, porque encarecer la producción implicaría perder competitividad para exportar. Por otro lado, una ruptura con el bloque implica asumir un riesgo muy grande si Brasil decide aplicar arancel a los productos argentinos también. Entonces, no sólo sería más caro fabricar en Argentina sino que posiblemente bajarían las ventas al principal cliente actual. Las exportaciones perderían competitividad si los insumos y autopartes importadas para fabricar recibieran un arancelamiento que hoy no pagan Claro que la industria Argentina puede buscar y encontrar socios nuevos, pero hay procesos que llevan mucho tiempo, como el de desarrollar un proveedor, por ejemplo, que puede demandar un año y medio de pruebas, certificaciones y homologaciones. “Con Brasil está todo aceitado. Si bien es cierto que ellos se benefician porque son proveedores mayoritarios de la industria argentina, también es cierto que tienen un mercado cuatro veces más grande y por lo tanto una escala industrial que nosotros no tenemos. Entonces nos resulta conveniente comprarles a ellos por el precio que esa escala les permite tener. Al no haber un arancel de importación, Brasil podría subsistir sin Argentina, pero a nosotros se nos complicaría mucho subsistir sin Brasil como socio y cliente”, explicó a Infobae un industrial del sector. “En los últimos 20 años, hubo empresas que cerraron sus fábricas en Argentina y se trasladaron a Brasil. Revertir eso será muy difícil, y aunque el gobierno está alentando la inversión con decisiones como bajar los aranceles de moldes y matrices, por ejemplo, todo el mecanismo está armado para que sea más conveniente fabricar allá, abastecer al mercado local y exportar a Argentina”, comentó un empresario del autopartismo. “En todo caso, primero habría que generar las condiciones para que vuelva la inversión de proveedores a Argentina y una vez que ese proceso esté en marcha y crezca la producción nacional, tomar una decisión de finalizar el acuerdo de comercio con Brasil”, completó.

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