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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/12/2024 02:41
Karina Milei y Jorge Macri Aseguran los testigos de la reunión -eran varios- que Karina Milei se mantuvo en silencio mientras Jorge Macri y la delegada de la hermana presidencial en la ciudad de Buenos Aires se trenzaban en una discusión que levantaba cada vez más temperatura. “Voy a hablar con (Cristian) Ritondo y vamos a hacer en el Congreso lo mismo que ustedes acá”, le dijo el jefe de Gobierno a la legisladora Pilar Ramírez, la presidenta de La Libertad Avanza en territorio porteño. Esa fue la frase que, según confiaron desde el Parlamento, le llegó al propio jefe del bloque del PRO en Diputados cuando se enteró de la tensión que sobrevoló a ese encuentro que tuvo lugar en la Legislatura esta semana, horas antes de que la relación entre Javier Milei y Mauricio Macri, entre LLA y el PRO, quedara otra vez al borde de un quiebre que, en los hechos, es cada vez más evidente por la frustrada sesión por “Ficha Limpia” que reavivó otra vez la crisis entre los supuestos aliados. Dicen que Ramírez no se quedó callada, y que el cruce con el jefe de Gobierno fue mucho más ruidoso de lo que trascendió cuando el ex intendente de Vicente López entendió que el bloque oficial de los libertarios volvería a plantarse frente al gobierno porteño en la Legislatura por el código urbanístico y otros proyectos. Macri respondió entonces que ellos no acompañarían la versión local de la Ley Bases presentada por LLA. Sería una discusión más y otra de las tantas discrepancias entre el PRO y La Libertad Avanza si no fuera porque se trata del territorio amarillo por excelencia, la casa matriz desde la cual el ex presidente moldeó su proyecto político, una fenomenal maquinaria con la que financió su campaña presidencial. En el 2023, cuando Macri percibió que el tándem Horacio Rodríguez Larreta-Martín Lousteau podía atentar contra esos intereses, movió todas sus influencias en favor del primo Jorge, para estirar el predominio macrista. Los Macri advierten ahora la amenaza libertaria. El jefe de Gobierno está visiblemente incómodo. Cuando se mudó de Vicente López a la Ciudad de Buenos Aires, creyó que la convivencia con el gobierno nacional sería mucho más armoniosa: cada negociación con Milei, con el ministro Luis “Toto” Caputo o la propia secretaria General de la Presidencia le costó muchísimo más esfuerzo que el que había previsto. En el reclamo por la coparticipación y el traspaso de las 31 líneas de colectivos incluso tuvo que intervenir su primo Mauricio frente a la falta de respuesta del Ejecutivo a sus reiterados pedidos. La pelea desatada en estas horas en torno al proyecto de “Ficha Limpia” podría en ese sentido agudizar todavía más la disputa porteña, y acelerar la decisión del oficialismo de avanzar con su propio proyecto político en la sede central del PRO. En el cierre de un 2024 que, a diferencia de lo que pretendía el ex presidente, evidencia la falta de un acuerdo político entre su partido y LLA. Mauricio Macri, Javier Milei y Patricia Bullrich En ese contexto, Jorge Macri analiza los pasos a seguir. Mientras continúa en la búsqueda de un subsecretario de Relaciones Institucionales que le ordene algunas relaciones -el puesto fue ofrecido a un ex funcionario amarillo que trabajó a las órdenes de Marcos Peña pero continúa el scouting-, sus colaboradores más cercanos trabajan en una reorganización de las estructuras jerárquicas que sería anunciada en las próximas semanas. En simultáneo, se estudia una reforma constitucional, una moda de estos tiempos: como adelantó este medio, Santa Fe avanzaría en estos días con su propia modificación para habilitar la reelección del gobernador. Sin embargo, el dilema principal de los Macri es qué hacer con el calendario electoral del 2025 y hasta qué punto les conviene o no un acuerdo con La Libertad Avanza en la casa matriz del macrismo. Por el momento, el jefe de Gobierno intentará estirar lo más que pueda la decisión de desdoblar o no las elecciones nacionales de las locales. Cualquier escenario arrastra serios riesgos para el ex intendente, que necesita sí o sí engrosar la lista de legisladores que se referencian en él en la Legislatura. Hay quienes dicen que le gustaría tentar a algunos de los dirigentes porteños que en su momento trabajaron para la campaña presidencial de Milei y que ahora están distanciados. Con excepción del ex presidente, cuya figura aún genera una fuerte atracción electoral en la Ciudad, el listado de dirigentes del PRO que despierten interés en los porteños no es tan extenso. Se especuló estos meses con María Eugenia Vidal. Pero a la falta de figuras se sumó además el desgaste de una marca como la del PRO que está lejísimos de tener la potencia de otros tiempos. Más bien, lo contrario. Al ex presidente le inquieta pensar en la posibilidad de que el final de la hegemonía del PRO en la Ciudad sea nada menos que durante la administración familiar, bajo el apellido Macri y a veinte años de su primer desembarco en el distrito. Por eso sigue con especial atención la gestión a través de un grupo de funcionarios que le reportan. Fernando de Andreis, de su riñón, gerencia la estrategia de comunicación política desde la mismísima sede de la calle Uspallata. En momentos, además, de versiones encontradas sobre algunos temas sensibles que alimentan la conspiración de aquellos dirigentes que siempre analizaron el vínculo de los primos bajo el prisma de la disputa. “Entre ellos hay tensión hace 40 años, es algo normal”, reconoció un macrista de la primera hora. Hace algo más de un mes, Macri había realizado una ronda de consultas con sus principales colaboradores, a los que interrogó en torno a la opción de avanzar con un acuerdo político con el Gobierno que, según el ex presidente, debía hacerse público antes de fin de año y respetar la conducción de la estrategia y las listas en los distritos gobernados por el PRO. Y es que, en territorio porteño, se renuevan las tres bancas del Senado, en manos ahora, por parte de lo que fue la coalición de Juntos por el Cambio, de Lousteau y de Guadalupe Tagliaferri, cercana a Rodríguez Larreta. Por la crisis interna, desde el Gobierno empezaron a agitar en los últimos meses la carta de Patricia Bullrich, que tiene una altísima valoración entre los porteños a pesar de que, como ella dejó trascender, no quiere ser candidata el próximo año. En Casa Rosada confiaron de todos modos en que Milei podría pedirle ese esfuerzo, frente a una eventual lista que podría incluir también a Manuel Adorni, muy conocido entre los votantes porteños. La ministra de Seguridad fantasea, sin embargo, con ser candidata a vicepresidenta en el 2027, algo que ya habría hablado incluso con el propio Milei. En cualquier escenario, de dejar su actual función, podría ser reemplazada por un intendente del Gran Buenos Aires. Por el contrario, en el corazón de Casa Rosada desestimaron en paralelo una posible postulación de Karina Milei en territorio bonaerense. La decisiva secretaria General de la Presidencia no quedó para nada satisfecha con su primer y único discurso público de septiembre pasado, en Parque Lezama. Javier Milei y Jorge Macri Frente a ese escenario de posible ruptura y desacuerdos electorales, ¿podría Macri rever sus nulas ganas de presentarse como candidato a senador por la Ciudad en el 2025? “No se, eh. Mauricio oscila de un lado al otro, no sabe lo que quiere”, opinó el jueves muy tarde un dirigente del PRO que tiene un rol clave en las negociaciones entre el Gobierno y ese sector. Macri no quiere volver a ponerse a prueba. Le divierte viajar por el mundo, por negocios, por placer y por sus compromisos en la Fundación FIFA. En su entorno dicen que dependerá, en todo caso, del acuerdo o no al que se llegue con La Libertad Avanza, y lo que pase además en la provincia de Buenos AIres. Por ahora, el panorama parece frío. En las últimas semanas surgió además un trascendido en algunos despachos del peronismo. La eventualidad de que Cristina Kirchner, que tiene domicilio y vive en la zona sur de la Ciudad, se postule por una banca en el Senado por la capital, porque ni Santa Cruz ni Buenos Aires renuevan el Senado en el 2025. Una versión tan alocada como el clima de época que se vive en estos tiempos.
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