01/12/2024 03:30
01/12/2024 03:29
01/12/2024 03:28
01/12/2024 03:28
01/12/2024 03:27
01/12/2024 03:25
01/12/2024 03:25
01/12/2024 03:25
01/12/2024 03:24
01/12/2024 03:24
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/12/2024 00:39
El Dr Biton dialogó con Infobae durante su paso por Buenos Aires, luego de visitar Uruguay (Adrian Escandar) En los pasillos del Instituto Weizmann, uno de los centros científicos más prestigiosos del mundo, en la ciudad de Rehovot, Israel, transcurre gran parte de la vida de un científico cuyo trabajo ha comenzado a redefinir nuestra comprensión de la biología celular. Se trata de Moshe Biton quien, aunque de bajo perfil, está dejado una marca indeleble en la inmunología y la biología celular, con los estudios que, paso a paso, están develando los misterios del intestino humano. A simple vista, este órgano podría parecer común, limitado a la digestión de los alimentos. Pero Biton dice que es un universo en sí mismo, un sistema complejo lleno de interacciones celulares que pueden ser la clave para comprender numerosas enfermedades. “El intestino es el centro de nuestro cuerpo, ya que es un órgano clave que transmite señales al resto del organismo y regula lo que entra y sale”, es el que alberga “el microbioma, las bacterias que nos ayudan a digerir los alimentos”, explicó Biton, quien conversó con Infobae durante su breve paso por Buenos Aires, luego de visitar Uruguay para difundir en la región la tarea científica del Instituto Weizmann. Imagen de tejido del intestino delgado humano obtenida con ayuda de colorantes fluorescentes (Instituto de Ciencias Weizmann) Nacido en Tel Aviv, a solo 20 kilómetros del lugar donde hoy trabaja, es biólogo molecular por la Universidad Bar-Ilan en Ramat Gan y completó su doctorado, summa cum laude en 2012, en inmunología e investigación del cáncer en la Universidad Hebrea. Recibió múltiples premios por su destacada tesis doctoral, que se centró en el papel del microARN en el intestino y su relevancia para los cánceres en ese órgano. Sus descubrimientos han abierto nuevas avenidas para tratar enfermedades que afectan a millones de personas en todo el mundo. Investigaciones con su firma han sido publicadas en revistas como Science, Cell y Nature y han marcado un antes y un después en el campo, consolidándolo como una de las figuras más influyentes en la investigación biomédica actual. En el laboratorio que lidera en el Weizmann, el Dr. Biton y su equipo profundizan en la investigación de células madre intestinales, que poseen la capacidad de regenerar las células del órgano y actuar como centinelas frente a los agresores. Nacido en Tel Aviv es biólogo molecular por la Universidad Bar-Ilan en Ramat Gan y completó su doctorado, summa cum laude en 2012, en inmunología e investigación del cáncer en la Universidad Hebrea (Adrian Escandar) A través de estudios innovadores, ha logrado descifrar parte de un gran rompecabezas. Así, ha mostrado cómo “la comunicación entre las células madre del intestino y las células T auxiliares del sistema inmune es un proceso crucial para la defensa contra infecciones”, explicó. Ese intercambio puede ser la pieza que falta para entender la inflamación crónica en las enfermedades intestinales inflamatorias. Sin embargo, hasta hace no mucho tiempo, se sabía muy poco sobre cómo estas células interactúan con el sistema inmune. Antes de que un grupo de científicos realizara “la secuenciación de ARN de células individuales, que revolucionó la investigación en 2014, solo podíamos observar al intestino como una unidad”, recordó. Por otra parte, Biton es miembro del consorcio Human Cell Atlas (Atlas Celular Humano), el ambicioso proyecto de investigadores de todo el mundo que, a lo largo de ocho años, analizó más de 100 millones de células de diferentes partes del cuerpo humano y sobre el que informó Infobae oportunamente, del que el científico israelí hablará más adelante en esta nota. Las terapias personalizadas basadas en datos biológicos prometen tratamientos más efectivos y adecuados a cada paciente (Imagen Ilustrativa Infobae) Microbioma: El vínculo entre el intestino y el sistema inmune En el corazón del intestino humano, las células madre se encuentran con el microbioma, esa compleja red de microorganismos que habita el sistema digestivo. Pero, ¿cómo reconocen estas células al microbioma y responden ante él? Esta es la pregunta que ha guiado las investigaciones del equipo del Dr Biton. “Lo que estamos tratando de entender es cómo el intestino identifica y responde al microbioma”, comentó. Gracias a tecnologías de vanguardia, como la secuenciación de ARN de célula única, los científicos ahora pueden observar cómo las células madre intestinales detectan al microbioma y envían señales al sistema inmune. Estas señales desencadenan respuestas inmunológicas tanto antiinflamatorias como proinflamatorias, lo que abre nuevas posibilidades para tratar enfermedades como la de Crohn y ciertos tipos de cáncer. Por otra parte, el uso ya no de ratones, sino de organoides intestinales, es decir, réplicas tridimensionales del intestino humano creadas en laboratorio, permite a los investigadores liderados por Biton estudiar estas interacciones en un entorno controlado. Develaron los enigmas del intestino humano, dará respuestas cruciales y contribuirá a la lucha contra enfermedades mortales, afirma Biton (Adrián Escandar) Al agregarle el sistema inmune y el microbioma de pacientes, los organoides se convierten en modelos ideales para probar tratamientos personalizados. Este enfoque es posible gracias a las biopsias humanas tomadas de individuos sanos y enfermos, lo que permite recrear las condiciones específicas de cada paciente y entender mejor cómo varían las respuestas en diferentes situaciones. “Nuestro objetivo es entender esas complejas interacciones entre estos tres componentes: el microbioma, el sistema inmune y las células madre intestinales”, puntualizó. Así, se podrá desarrollar tratamientos personalizados basados en la genética, el microbioma y el sistema inmune de cada individuo. “Cada persona responde de manera diferente a los tratamientos, por lo que es crucial poder diferenciar entre las opciones disponibles y ofrecer la más adecuada”, subrayó. “Con esto podemos identificar cuál sería el mejor tratamiento para cada persona, y realizar estudios de medicamentos para ver cuál es el más apropiado para cada individuo”, con lo cual se “abre la posibilidad de desarrollar nuevos fármacos, incluso utilizando componentes ya aprobados por la FDA (agencia reguladora de fármacos de EE.UU.), que podrían ser la cura para enfermedades inflamatorias intestinales o el cáncer”. La comunicación entre células madre intestinales y células T es clave en la defensa contra infecciones El revolucionario mapeo de las células del cuerpo humano Como se mencionó, un equipo global de científicos acaba de marcar un logro monumental al finalizar el llamado Atlas de las Células Humanas, una radiografía detallada de los componentes fundamentales que forman el cuerpo. Este ambicioso trabajo, que da en detalle la diversa naturaleza de cada célula en distintos tejidos, fue plasmado la semana pasada en cerca de 40 artículos en revistas científicas de renombre mundial, como Nature y Nature Medicine. Por parte del Weizmann, Biton fue uno de los científicos que formó parte del trabajo sobre el que destacó que, no solo tiene un objetivo académico, sino también un potencial inmediato para transformar el tratamiento de enfermedades. Biton contó que se trata de un trabajo de acceso abierto, disponible para cualquier investigador, médico o científico en el mundo. “Ahora podemos utilizar este conocimiento para entender cómo resolver enfermedades humanas”, afirmó. El proyecto Human Cell Atlas representa un hito en la biología celular, con análisis detallado de millones de células (Grace Burgin, Noga Rogel & Moshe Biton, Klarman Cell Observatory, Broad Institute) El Atlas fue concebido, ya no como un esfuerzo aislado, sino como parte de una colaboración internacional sin precedentes, en un cruce de fronteras, disciplinas y conocimientos clave que marca un nuevo camino hacia un futuro donde las enfermedades humanas hoy incurables, puedan ser comprendidas y tratadas con una precisión nunca antes vista. Sobre esa bas, “mi contribución sería integrar los llamados fenótipos complejos de los organoides, que mencioné anteriormente. Esto incluye células inmunes, microbioma y células madre. Con estas tres cosas, podemos empezar a comparar y analizar a millares de personas para personalizar terapias y entender la biología básica”, describió, y, con el tiempo, diseñar tratamientos específicos mucho más eficientes, desde el cáncer hasta las enfermedades raras. “Buscaremos biología traslacional, es decir, la aplicación de estos conocimientos a la práctica”, garantizó.
Ver noticia original