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» Diario Cordoba
Fecha: 30/11/2024 18:19
El mundo en el que quieres convivir no es un diente por diente, sino una plenitud basada en el Estado de derecho. Básicamente: no hagas a los demás aquello que no quieras que te hagan a ti, ya que el derecho rige para todos. Porque si tú legitimas que desde un Gobierno se filtren datos secretos para perjudicar a un líder de la oposición, también estás legitimando que, cuando la oposición gobierne, te haga lo mismo a ti. Ya sé que la espiral política parece una malapelea de barro, y que se tienden trampas; pero hay límites que no se deben cruzar, porque te cargas la democracia a machetazos. Y tenemos un presidente que parece decidido a dinamitarlos todos. Supongo que reconforta a los fieles atribuir este serial de escándalos a la maldad bíblica de la extrema derecha, la ultraderecha y la fachosfera, pero sólo hay que prestar un poco de atención a la lista de imputados, con su cercanía con el presidente, y al relato continuo de tajadas desde sus posiciones de poder, para entender que esta vez parece que el río agua lleva. Si te fijas solamente en su esposa, que ha ejercido de doctora universitaria sin serlo, ya tienes una muestra del afán. Sin embargo, el mesianismo se ha instalado como una credencial de los abusos, y tenemos a un presidente que no necesita la barra de bar detrás, niel palillo entre los dientes, para asegurarnos que no tres años, sino los que le quedan, vamos a tenerlo en la Moncloa. Con una cuarta parte de todos estos escándalos que se van desmadejando poco a poco, en el partido contrario, la calle estaría encendida. Sin embargo, mientras sean los nuestros, todas estas denuncias son infundios de la derechona, que no nos perdona haber ganado esas elecciones que, en realidad, perdimos. Y, si los jueces nos juzgan, es que son unos jueces franquistas prácticamente. Insisto: debe de vivirse con comodidad así, porque ese molde previo te priva, mansamente, de la ingrata tarea de pensar. Y si hay alguien, un incauto -tipo Juan Lobato- que se plantea que la democracia y el principio de legalidad están por encima de las órdenes del partido, entonces se convierte en un cadáver político, tan fresco y trágico como el de aquel bebé que llevaba en una caja, para pedir limosna, el poeta encanallado Pedro Luis de Gálvez en la novela Las máscaras del héroe, de Juan Manuel de Prada. Pero cuidado: estáis autorizando, muchos de los callados, quienes ahora no apoyaréis a Juan Lobato, que, cuando gobiernen los otros, puedan hacer lo mismo. Si ahora te callas, estás legitimando, y en el futuro podrán venir por ti. El presidente destroza el Estado de derecho para atornillarse en el poder, porque ya no le queda un sitio en que esconderse de su sombra alargada. Suscríbete para seguir leyendo
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