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» Diario Cordoba
Fecha: 29/11/2024 11:05
Hoy comienza el 41° Congreso Federal del PSOE, disparadero para los congresos regionales donde de verdad se va a jugar el reparto del poder dentro del partido. Nadie duda que este fin de semana será un acto más de consolidación del liderazgo de Pedro Sánchez y de una ejecutiva a su medida, es casi un puro trámite para ponerse luego en serio a la lucha organizativa en las federaciones. Sevilla para herir, como diría García Lorca, para herir a un gobierno consolidado de Juanma Moreno Bonilla, que en 2018 se anticipó al giro azul que dieron las autonomías del 143, que ha gobernado desde entonces con Ciudadanos, con el apoyo de Vox después y ahora en solitario. Intentar herir por lo menos, o recordar en plaza que ese fue territorio de hegemonía socialista durante cuarenta años. Las heridas se abrirán inmediatamente en las federaciones, en la andaluza primero, con un coro de opositores a Juan Espadas que parece no se concretará en nada, esperando a que pase la derrota electoral de 2026, y entonces sí, coger la alternativa. Pero le siguen Madrid, con Juan Lobato que se sabía tan de salida que se fue al notario para resguardarse de las acciones de tu partido, habiendo pasado antes por el programa de Risto Mejide, del que también es compañera Susana Díaz. Ese plató marca el destino de los políticos que se sientan ahí más que el tarot de Esperanza Gracia. Le acompañan cinco federaciones más pendientes del cambio, Castilla y León, Extremadura, Cantabria, La Rioja y Aragón, y quedan unos meses, hasta marzo, para saber si las intenciones de Sánchez con sus candidatos territoriales in pectore se materializan sin demasiadas heridas, y el PSOE se rearma para el superaño electoral de 2027, con autonómicas, municipales y generales si Sánchez no convoca antes. Después de aquellos cinco días de retiro del presidente, en los que tuvo mucho que ver el control de lo orgánico como aviso de prietas las filas, aquí comienza el segundo capítulo de esta historia. Veremos si el secretario general ha calculado aquí con tiento, no parece que el relevo de Lobato, necesario como candidato indefenso ante el ruido y la furia de Ayuso, se haya hecho con mucha diplomacia. En Aragón, una de las dos federaciones más críticas con el liderazgo nacional, se espera la llegada de la ministra Pilar Alegría. Quizás la ruptura con un tiempo anterior no sea tal, y se produzca una alianza con quién ostenta el mayor poder institucional, Juan Antonio Sánchez Quero, en pos de la viabilidad política. Alegría tiene el hándicap de no ser diputada en las Cortes de Aragón, y necesitará un portavoz de su confianza para dar la réplica a un Jorge Azcón cada vez con mejores encuestas.
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