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» El litoral Corrientes
Fecha: 29/11/2024 07:29
En psicología, el afrontamiento fue definido como un conjunto de estrategias cognitivas y conductuales que la persona utiliza para gestionar demandas que sean percibidas como excesivas para los recursos del individuo (de ahí que surge el estrés). Pero la capacidad de afrontar no se refiere sólo a la resolución de los problemas, sino también a la capacidad de la gestión de las emociones y del estrés delante de la situación o problema. El coping puede asumir diversas formas y variar de una persona a otra, pero el hecho de que afrontes una situación estresante no significa que la afrontes bien. Tipos de afrontamiento o coping Existen dos categorías de coping, el disfuncional y el adaptativo, y ambas describen las diferentes estrategias que las personas utilizan para enfrentarse al estrés y a los retos. El coping disfuncional se caracteriza por el uso de estrategias que pueden ser perjudiciales o ineficaces para gestionar el estrés a largo plazo. Estos son algunos de los tipos principales: Evitación: este estilo de coping se basa en evitar la confrontación directa de las situaciones estresantes. “Este estilo de afrontamiento puede ser útil a corto plazo para reducir la ansiedad y la angustia, pero, a largo plazo, puede impedir la resolución de los problemas y la adaptación eficaz a las situaciones estresantes”, advierte la experta. Abuso de sustancias: el uso de sustancias como el alcohol o las drogas para enfrentarse al estrés es un ejemplo de coping disfuncional. “Estas sustancias pueden ofrecer un alivio temporal, pero también pueden crear adicción y empeorar la situación”, previene Margiotta. Rumiación: implica dar vueltas continuamente a los pensamientos negativos y a las preocupaciones, sin encontrar una solución o una salida. Esto puede alimentar el estrés y la ansiedad, y aumentar la sensación de impotencia. El coping adaptativo consiste en utilizar estrategias eficaces para afrontar el estrés de forma sana y constructiva. Estos son algunos tipos: Centrado en las emociones: “Estas estrategias se centran en la gestión y regulación de las emociones asociadas a una situación estresante, así como en el afrontamiento directo del problema”, define Margiotta. Para reducir el estrés y controlar las emociones antes de enfrentarte al problema se pueden emplear diversas estrategias, como compartir las emociones con alguien para liberarte de ellas, buscar apoyo social, el autocuidado. Centrado en el problema: el coping centrado en el problema se refiere a las estrategias y acciones concretas que una persona pone en práctica para afrontar de manera directa una situación estresante o problemática. “Este enfoque se centra en el análisis y resolución de las causas del problema, más que en las reacciones emocionales”, explica Margiotta. Se trata de algo más práctico, lo cual implica la identificación de los problemas, y la planificación y la implementación de acciones concretas para poder afrontarlos. Lo positivo y lo negativo del coping El coping en sí mismo no es ni positivo ni negativo. Es una respuesta natural y necesaria que las personas adoptan para afrontar el estrés y los problemas de la vida. Sin embargo, las estrategias de afrontamiento se pueden evaluar como positivas o negativas en función de la eficacia que proporcionen para gestionar el estrés y fomentar el bienestar, comenta la experta. Las estrategias de afrontamiento que se consideran positivas son las que ayudan a las personas a hacer frente al estrés de manera eficaz, fomentando la salud mental y el bienestar. Asimismo, las estrategias de afrontamiento que se consideran negativas son las que pueden ser perjudiciales o ineficaces para gestionar el estrés a largo plazo, pudiendo aumentar la ansiedad, el aislamiento social y el riesgo de presentar problemas de salud mental.
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