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» La Capital
Fecha: 28/11/2024 21:50
El hecho, que habrÃa ocurrido el pasado 17 de noviembre en el marco de un viaje con esa aplicación, fue calificado por la fiscalÃa como un grave atentado contra la integridad sexual de la vÃctima. El acusado fue imputado en libertad este jueves en el Centro de Justicia Penal de Rosario. El 17 de noviembre pasado Antonella, una joven rosarina de 22 años , denunció en la fiscalÃa a un conductor de Uber por un intento de abuso sexual . Finalmente , el conductor fue imputado en libertad este jueves en el Centro de Justicia Penal de Rosario. La fiscal Luciana Vallarella de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual le atribuyó al identificado como Alberto A. F. el delito de abuso sexual simple, cometido en calidad de autor y consumado. La fiscalÃa le atribuyó el hecho de fecha 17 de noviembre de 2024, aproximadamente a las 6, cuando el imputado se encontraba conduciendo un Chevrolet Prisma y trabajando para la aplicación Uber. AsÃ, pasa a buscar a la vÃctima en Ovidio Lagos al 5300, y le pide que se siente en el asiento delantero, en el lugar del acompañante. Luego de manifestarle algunas palabras realizó tocamientos a la joven. Posteriormente, la denunciante intentó bajar y solicitó ser auxiliada. Al llegar a un semáforo en Ovidio Lagos al 3600 y detener la marcha, la vÃctima logró descender y huir. "Lo primero que me dice cuando me subà es ' qué linda que sos, me alegraste la mañana' , y yo en ese momento hice como que no lo escuchaba", habÃa relatado hace una semana Antonella a La Capital, y continuó: "Entonces él me consultó si habÃa alguien esperándome en casa, a lo que yo le dije que sÃ, que mi novio me esperaba". La vÃctima aclaró que esto era mentira, pero lo hizo porque tenÃa mucho miedo. La joven iba en el asiento de acompañante ya que en Rosario la aplicación, que es ilegal en la ciudad, exige que los usuarios viajen adelante, junto al conductor. "Entonces me puso la mano sobre la pierna, me dijo 'mirá como estoy' y me mostró su entrepierna. Después de eso se empezó a tocar el bulto", narró la vÃctima. Comentó que intentó bajarse del vehÃculo en una estación de servicio en Ovidio Lagos, pero que las puertas estaban trabadas. "En el siguiente semáforo en rojo habÃa otra estación de servicio al lado, y también habÃa muchos otros autos estacionados. Le repito que me querÃa bajar, que me abra la puerta, y recién ahÃ, cuando vio que habÃa mucha gente, me dejó bajar", dijo Antonella.
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