28/11/2024 12:34
28/11/2024 12:34
28/11/2024 12:34
28/11/2024 12:33
28/11/2024 12:32
28/11/2024 12:32
28/11/2024 12:31
28/11/2024 12:31
28/11/2024 12:30
28/11/2024 12:30
» El siglo web
Fecha: 28/11/2024 10:50
Un periódico local de Hawái experimentó con presentadores generados por IA para captar y aumentar el número de lectores. Tras dos meses, los bots han sido archivados. James y Rose, los extraños robots de inteligencia artificial instalados recientemente como locutores de noticias en el periódico local hawaiano The Garden Island, han sido despedidos. La retención de empleados es siempre un problema en los periódicos locales, y The Garden Island, de la isla hawaiana de Kauai, no es una excepción. Muchos reporteros (generalmente trasplantados del continente como yo) se quedaban un par de años antes de cambiar de trabajo, y algunos apenas duraban meses. Despedidos tras dos meses Después de dos meses, James y Rose han pasado a engrosar nuestras filas, ya que su emisión se ha interrumpido, según un representante de la empresa matriz de The Garden Island, Oahu Publications (OPI). La pareja fue diseñada por Caledo, una empresa israelí que convierte artículos en videos en los que los presentadores de IA discuten las noticias entre sí. El programa de The Garden Island fue el primero de este tipo en Estados Unidos, y Caledo indicó en su momento que tenía intención de ampliarlo a cientos de periódicos locales de todo el país; este sigue siendo el objetivo, según un portavoz. Aunque OPI se negó a hacer más comentarios y Caledo declaró que el programa había sido un éxito sin entrar en detalles, parece probable que la respuesta negativa del público influyera en la decisión de poner fin al mandato de James y Rose en The Garden Island. Sin emociones James, un asiático de mediana edad, y Rose, una pelirroja más joven, nunca supieron cómo presentar las noticias de una manera que no resultara profundamente desagradable para los telespectadores. Su programa, que se emitía dos veces por semana en YouTube, Facebook e Instagram, cubría temas tan variados como un sorteo de calabazas de otoño y una vigilia por una masacre laboral, todo con el mismo tono distante y práctico de seres incapaces de comprender las emociones humanas. En un intercambio particularmente rebuscado sobre el sorteo de calabazas, Rose preguntó a James: “¿Y cómo han afectado a la comunidad estas calabazas gratis?”, a lo que James respondió: “Las calabazas gratis han traído alegría a muchos”. A menudo se equivocaban con nombres hawaianos difíciles e incluso tenían problemas con palabras mucho más sencillas. En su última emisión, el 4 de noviembre, mientras hablaban de un campeonato de rifle de aire, Rose sustituyó inexplicablemente la palabra “rifle” por la palabra “referee”. En los polarizados meses previos a las elecciones, la pareja consiguió inspirar un desprecio visceral y bipartidista. Los comentarios bajo los videos fueron casi universalmente negativos. “Esto da miedo”, rezaba un comentario en Facebook de The Maui News, otro periódico local de Hawái. El medio periodístico hawaiano sin fines de lucro Honolulu Civil Beat los utilizó como gancho para recaudar fondos: “Ya no tienes que imaginar un mundo en el que las noticias y la información locales son generadas por un algoritmo”, escribió Ben Nishimoto, vicepresidente de operaciones y filantropía de Civil Beat, en un correo electrónico de septiembre, refiriéndose a la emisión: “Esa distopía ya está aquí. Y es aterradora”. Distopía aterradora No me gusta ponerme en contra de mis compañeros periodistas, pero admito que también me alegré de que se fueran. Aunque James y Rose no suplantaron activamente ningún puesto de trabajo existente en la redacción, me preocupaba que el esfuerzo desviara recursos que podrían emplearse en gastos de medios de comunicación tradicionales, como reporteros humanos, fotógrafos y editores. Durante la mayor parte del tiempo que trabajé allí, fui uno de los dos únicos reporteros que cubrían una isla de 73,000 habitantes. El periódico fue adquirido a principios de año por el conglomerado Carpenter Media Group, que controla más de 100 medios locales en Norteamérica. Caledo, aunque declinó revelar cuánto se le pagó, dijo que los nuevos anuncios insertados en las emisiones compensarían el costo del programa. Sin embargo, no parece que OPI pudiera vender ni un solo anuncio en los videos. James y Rose comenzaban cada emisión anunciando que el programa estaba patrocinado por Longs Drugs, una filial local hawaiana de CVS. Pero Longs Drugs informó que tenía un acuerdo de patrocinio preexistente con OPI y que no se le había notificado que su logotipo se utilizaría en los videos de AI. “Desde entonces, hemos pedido que en lo sucesivo nos comuniquen todo uso del logotipo de Longs”, afirma Amy Thibault, portavoz de CVS. En las emisiones no aparecía ningún otro anuncio incrustado. Durante su emisión, la tecnología experimentó algunas mejoras menores. James comenzó su mandato como presentador principal, momento en el que era incapaz de parpadear y sus manos vibraban constantemente. A mediados de octubre fue degradado a segundo presentador, donde empezó a parpadear con más regularidad y la extraña vibración de sus manos fue sustituida por un único gesto enfático. Pero resultó ser demasiado poco y demasiado tarde. Les deseo a James y a Rose mucha suerte en el futuro, porque el mercado laboral es muy duro. FUENTE: eswired – Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.
Ver noticia original