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» Elterritorio
Fecha: 27/11/2024 03:35
Los datos se desprenden de un estudio elaborado entre la Defensoría del Pueblo, el Ipec y el Iplyc. Abarcó a 4.337 estudiantes de 12 a 21 años y reveló que el 41,3% de quienes apuestan comenzaron entre los 10 y los 14 años, y un 7% lo hizo antes de los 10 años martes 26 de noviembre de 2024 | 11:46hs. El Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec), en colaboración con el Instituto Provincial de Lotería y Casinos (Iplyc) y la Defensoría del Pueblo, presentó los resultados de la primera encuesta sobre juegos de apuestas en adolescentes de Posadas. Precisamente, la licenciada en Sociología Carolina Ocar destacó que se trata de un estudio exploratorio, pionero en la provincia y uno de los pocos de su tipo en el país. El relevamiento, realizado entre agosto y septiembre de 2024, abarcó a 4.337 adolescentes de 12 a 21 años provenientes de escuelas públicas y privadas de nivel secundario. La encuesta, de carácter virtual y autoadministrada, fue diseñada específicamente para captar la atención de los jóvenes mediante una interfaz dinámica. “El trabajo de campo requirió la participación de 20 personas que visitaron 20 escuelas, destacándose el compromiso de las autoridades y docentes”. En este sentido, de las estadísticas se conoció que uno de cada tres adolescentes apostó alguna vez, mientras que el 11,7% admitió hacerlo actualmente. La encuesta también reveló que el 41,3% de quienes apuestan comenzaron entre los 10 y los 14 años, y un preocupante 7% lo hizo antes de los 10 años. La modalidad online es la preferida, con las apuestas deportivas y la ruleta liderando las preferencias, alcanzando un 61,5% y un 57,7%, respectivamente. En cuanto a la frecuencia, un 25,3% apostó todos los días, y un 14,4% lo hizo una vez por semana. Respecto al tiempo destinado, casi el 50% dedicó menos de una hora semanal, aunque un 11,7% pasó más de diez horas en esta actividad. Además, un 29% dedicó de una a tres horas a la semana, un 7,3% entre cuatro y seis horas, y un 2,6% entre siete y nueve horas. De igual forma, el 57,2% de los adolescentes utilizó dinero proveniente de su familia, aunque no necesariamente entregado para ese fin. La mayoría destinó menos de 3.000 pesos semanales, pero un tercio gastó 6.000 pesos o más. “Es un dato que amerita futuros estudios para analizar con mayor profundidad la relación entre los fondos familiares y el uso en apuestas”, agregó la licenciada. Asimismo, más de un tercio de los adolescentes reportó consecuencias negativas vinculadas al juego. Los problemas económicos lideraron la lista con un 37%, seguidos por dificultades físicas y emocionales (19,6%), bajo rendimiento escolar (19,2%) y conflictos familiares (16,8%). Además, un preocupante 14,4% reconoció necesitar ayuda por su conducta relacionada con las apuestas, y algunos incluso consideraron el suicidio o la autolesión como consecuencia de esta actividad. Por otro lado, el 61% de los encuestados tuvo una percepción positiva del juego, considerándolo una forma de ganar dinero fácil (30%), una opción recreativa (20%) o una manera de socializar (11%). Sin embargo, siete de cada diez adolescentes reconocieron el carácter adictivo de las apuestas. En este contexto, un 76% afirmó no sentir irritabilidad al interrumpir el juego, pero un preocupante 24% sí lo hizo, demostrando signos de dependencia emocional. El relevamiento también exploró las opiniones de los jóvenes sobre posibles medidas preventivas. Los talleres y charlas de concientización (25%), los mecanismos de control en medios de comunicación (23%) y las campañas de difusión (22%) fueron las opciones más destacadas. Otros plantearon soluciones como la restricción del uso de celulares en las escuelas (9%) o la limitación del acceso a plataformas de apuestas (16%). El grupo etario que más participa en juegos de apuestas corresponde a adolescentes de entre 15 y 17 años, quienes lideran esta actividad según los datos relevados. “Es fundamental continuar investigando y trabajando de manera interdisciplinaria para diseñar políticas públicas que protejan a nuestros adolescentes”, concluyó Ocar.
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