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  • Soto y Picazo: «Es fascinante ver cómo una historia tan local se viraliza y llega a tanta gente»

    » Diario Cordoba

    Fecha: 26/11/2024 21:37

    Luis Soto y Alfredo Picazo son dos jóvenes baenenses que un día se fueron de su pueblo a Madrid para estudiar cine y desde entonces viven en la capital, aunque mirando siempre a sus raíces cuando se trata de contar historias como Los restos del pasar, que no ha dejado de darles buenas noticias allá donde se ha proyectado. La última, la nominación al Premio Feroz Arrebato de no Ficción. Este miércoles, la película celebrará su premiere en Córdoba, en los cines MK2 de El Tablero, donde acudirán ambos para participar después en un coloquio. En los últimos días, los dos andan de cabeza de aquí para allá intentando compaginar su actividad laboral con la promoción del filme, que narra siete días de la vida de un niño que entra en contacto con la muerte por primera vez en la Semana Santa de Baena. La cinta llegará a los cines el 29 de noviembre. Así describen la película sus autores: "En nuestra mente, los pueblos son un lugar al que podemos volver porque allí seguimos siendo siempre niños. Antonio evoca su infancia en un pequeño pueblo cordobés y su mente lo lleva al ritual de la Semana Santa, a las manos de las mujeres tejiendo los días con sus tareas, a las tradiciones y la artesanía que forma la identidad de una región tan identitaria como Andalucía. Pero Antonio recuerda especialmente a Paco, un pintor mayor que, más que a pintar, le enseña a observar la vida como lugar de paso e intenta calmar las inquietudes del niño sobre la religión o la muerte". Alfredo Picazo y Luis Soto con la alcaldesa de Baena, en el preestreno de la película en su pueblo. / CÓRDOBA Luis Soto contesta al teléfono en un descanso entre avión y avión. «Es facinante ver cómo una historia tan local se viraliza y llega a tanta gente», comentó Soto, «en la película hablamos de nuestra cultura, de nuestras tradiciones, pero hay gente de Bilbao, de Madrid y de Barcelona que te dice que le recuerda a lo que han vivido ellos o que conocen Baena y les ha removido por dentro, es muy gratificante». Picazo asegura que la respuesta a la película los tiene totalmente abrumados y les ha obligado a cambiar por completo su calendario por la sucesión de citas que se están generando. «Estamos intentando compaginar nuestro trabajo en Madrid con las presentaciones, pero es una tarea difícil, esperábamos que la película tuviera buena acogida en nuestra tierra, en Andalucía, pero no que llegaría tan lejos, lo cual nos provoca una mezcla de felicidad y alegría, pero también mucho estrés». Según sus autores, la historia surgió de la experiencia previa de ambos de contar historias a través de niños y ancianos y acordaron utilizar ese formato. Una historia sobre el paso por la vida «Los dos teníamos la experiencia común de haber salido jóvenes de Baena para estudiar y sentíamos ese vínculo y esa nostalgia del pueblo y la Semana Santa que se acrecentó durante la pandemia». Alfredo Picazo confía en que el éxito de la película esté en «la descripción sana de lo que es el paso por la vida, y digo sana porque vivimos pegados a las pantallas, a una velocidad de vértigo y pocas veces miramos lo que hemos vivido», confiesa, «el cine obliga a hacer ese ritual de desconexión de todos los estímulos y te permite meterte en la historia, que trata de temas universales como el amor o la muerte, el recuerdo, lo que dejamos cuando nos vamos... a los que no prestamos demasiada atención». La película no ha pasado desapercibida en los grandes festivales, tanto en Cannes, como en Gijón, donde obtuvo dos premios, uno de ellos el de la crítica internacional, o recientemente en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, donde ha sido reconocida por "la poética de su lenguaje cinematográfico" y por su originalidad para contar lo universal desde un pueblo del sur, "diluyendo la frontera entre la ficción y la no ficción". En este caso, se alzó con el premio a la Mejor Película del Panorama Andaluz. Tras su paso por Cannes, Alfredo Picazo aseguraba a este periódico que aún no había asimilado que el filme pasara por este festival. «Tengo 23 años y coincide con el mismo año en que Harrison Ford recibe el premio de honor y Scorsese estrena película, que son algunos de mis referentes cinematográficos», dijo, "este año está marcando un punto muy importante en mi vida». También ha participado en festivales como el Festival de Cine de Las Palmas, Documenta Madrid 2024, el Festival Rizoma y el Festival Internacional de Cine Europeo de Sevilla, donde ganó el Premio José Antonio Bermúdez y ha sido nominada a los Premios Asecan del Cine Andaluz, cuya gala se celebrará el 21 de diciembre en Sevilla. En los Feroz, competirá por el Premio Feroz Arrebato de no Ficción con otras cintas como Pepi Fandango de Lucija Stojevic, Mariposas negras de David Baute, Lucrecia. Un crimen de Odio de Justin Webser, La hojarasca de Macu Machin, Domingo Domingo de Laura García Andreu, Saturno de Daniel Tornero o Un volcán habitado de David pantaleón y José Víctor Fuentes, entre otras. Sobre Soto y Picazo Luis (Soto) Muñoz (Baena, 2000) es graduado en la Escuela Universitaria de Artes TAI en la especialidad de Dirección Cinematográfica. Reside en Madrid y su primer largometraje de ficción Sueños y Pan fue estrenada en el Atlàntida Mallorca Film Fest y fue galardonada con el premio a Mejor Película Nacional. Su ópera prima en no-ficción es Los Restos del Pasar. Alfredo Picazo (Baena,2000) estudió en la Escuela TAI de Madrid y se especializó en Dirección de Cine. Al mismo tiempo, se formó como colorista y dirigió varios videoclips musicales. Trabajó como director de fotografía en El Cuento del Limonero de Soto y escribió y dirigió el cortometraje Cuando se hundieron las formas puras, libremente inspirado en la historia de Federico García Lorca durante la Guerra Civil Española. Los restos del pasar es su ópera prima como director. Ambos andan enfrascados ya en otros proyectos cada uno por su lado. Soto, cuya primera película de ficción en solitario Sueños y pan, también está nominada a los Premios Feroz, se gana el pan en una productora con trabajos de publicidad mientras ultima sus dos nuevas películas, El Quijote según Juan Trujillo, una comedia industrial en la que una persona se inventa que El Quijote nació en un pueblo de Córdoba y crea todo un enredo, y otra, titulada Somos los mejores, más experimental, que hibrida cine y videojuegos. Picazo está trabajando en un álbum musical sobre las fases del amor, que podría llamarse si Sony y él llegan a un acuerdo como El infame caso de los amores y del que próximamente empezarán a salir los singles. Los dos coinciden en que la pasión por el cine no es suficiente para vivir de él, lo que les obliga a realizar trabajos más comerciales para ganar dinero. «Puedes vivir un tiempo, pero la mayoría de autores tienen que tener un plan B porque vivir del cine es muy complicado». Que haya suerte. Suscríbete para seguir leyendo

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