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Parana » El Once Digital
Fecha: 26/11/2024 10:30
Luego del desplazamiento del jefe de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), Fernando Luis Mengo, por el uso de aviones militares con fines personales, se informó que se producirá una fuerte purga: pasarán a retiro ocho brigadieres, un número considerado alto por fuentes castrenses, dado que representa casi el 30% de la plana mayor aeronáutica. Los viajes irregulares de Mengo El desplazamiento del ex del jefe de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), fue luego de que salieran a la luz graves acusaciones en su contra a partir una exhaustiva investigación que reveló una serie de irregularidades. “Lo echamos para garantizar la transparencia, la ética y el respeto a la ley en las Fuerzas Armadas”, sostuvo el ministro. En el documento, se detalló que Mengo incurrió en el “uso indebido de aeronaves de la institución con fines particulares”, lo que representa una grave violación a las normas de manejo de bienes públicos. Además, se mencionaron otras acusaciones contra Mengo, sin entrar en detalles, como el presunto “acoso y/o abuso” a mujeres. Según la investigación, Mengo habría realizado al menos 32 vuelos irregulares entre Buenos Aires y Paraná, utilizando aeronaves de la Fuerza Aérea para viajes privados, junto a su pareja, Yanina Torres. Por qué pasan a retito al 30% de los brigadieres El brigadier Gustavo Javier Valverde, designado nuevo jefe de la fuerza, estaba al frente del Comando Conjunto Aeroespacial y pertenece a la promoción 55 de la Escuela de Aviación Militar –obtuvo el mejor promedio y fue abanderado-, mientras que su antecesor Mengo egresó de la promoción 52 y es tres años más antiguo en la estructura militar. Voceros de la fuerza pusieron de relieve el “trato firme y respetuoso” de Valverde con sus camaradas y subalternos, en contraste con las quejas por malos tratos que acumuló el jefe saliente. Como es tradición en el Ejército, en la Armada y en la Fuerza Aérea, cada vez que cambia la máxima autoridad se produce automáticamente el pase a retiro de los oficiales de mayor antigüedad, por lo que, además del brigadier general Mengo, dejarán de estar en actividad dos brigadieres mayores y cinco brigadieres, el grado que ostenta el nuevo jefe. Incluso, el número de pases a retiro podría ser mayor si se designa como segundo jefe de la fuerza a un oficial perteneciente a una promoción más nueva. Algunas fuentes arriesgan que podrían ser 11 los que tengan que irse a su casa. Valverde conducía el Comando Conjunto Aeroespacial y no estaba bajo las órdenes de Mengo, ya que el organismo depende del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Es un militar reconocido por sus pares y se recuerda su actuación al frente del Departamento de Operaciones en Desarrollo durante la reunión del G-20 en Buenos Aires, en 2018, y su paso como agregado de Defensa en España. Fue, además, segundo comandante operacional del Estado Mayor Conjunto. Los recambios en la conducción de la Fuerza Aérea se producen semanas antes de la llegada de la aeronave de entrenamiento para instruir a pilotos y técnicos en el manejo de los 24 aviones caza supersónicos F-16, comprados a Dinamarca con equipamiento militar provisto por los Estados Unidos. El primer envío de estas unidades está previsto para el primer semestre de 2025. Los que pasan a retiro El escándalo que eyectó a Mengo surgió al conocerse que hubo más de 30 vuelos en aviones de la Fuerza Aérea entre la Brigada Aérea de Paraná y el sector militar de Aeroparque, para el traslado personal del jefe de la fuerza y de su pareja, la suboficial Yanina Torres entre enero y junio de este año, viajes que a veces partían o llegaban a las unidades aéreas de El Palomar y de Morón cuando comenzaron las sospechas de que los vuelos que salían de Aeroparque podrían ser irregulares. Además de Mengo, cuya salida fue anunciada por el ministro de Defensa, Luis Petri, dejarán sus cargos el subjefe de la fuerza, brigadier mayor Néstor Guajardo, y el comandante de Adiestramiento y Alistamiento, brigadier mayor Diego García. A ellos se sumarán los brigadieres Carlos Valdés, director general de Salud de la Fuerza Aérea; Guillermo Stahl, director general de Material; Fernando Valentich, director general de Educación; Jorge Vilas, director general de Seguridad Operacional Aeroespacial Militar, y Marcelo José Monetto, director general de Planeamiento Estratégico del Estado Mayor Conjunto, indicaron fuentes castrenses. Al asumir en diciembre del año pasado, el gobierno libertario de Javier Milei había dispuesto una fuerte purga en el Ejército y la asunción del nuevo jefe, el entonces general de brigada Carlos Alberto Presti, provocó el inmediato pase a retiro de 23 generales. En esa ocasión, los retiros en la Fuerza Aérea fueron mínimos e, incluso, quedó la sensación de que la Aeronáutica había sido beneficiada, con el nombramiento del brigadier general Xavier Julián Isaac al frente del Estado Mayor Conjunto. Ahora, la purga en la Fuerza Aérea alcanzará a uno de cada tres oficiales superiores. La nueva cúpula de la Fuerza Aérea se completará con la designación de la segunda jefatura, que podría recaer en un brigadier del escalafón de Aire –donde se forman los pilotos de combate y del que habitualmente surgen los jefes de la fuerza-, o del escalafón general, que reúne a las especialidades de apoyo a la actividad aérea. “Valverde viene de una función netamente operativa, ha demostrado experiencia y cumple con el perfil que se busca. Se retira personal competente y muy bien capacitado. Todo por el mal uso de los bienes públicos, aunque se sabe que hay un único responsable”, evaluaron fuentes de la fuerza, al apuntar contra el jefe saliente Mengo. El despido del jefe de la Fuerza Aérea tuvo una fuerte repercusión en el ámbito militar. Más allá de la sorpresa por el escándalo y las razones del desplazamiento, algunas fuentes dejaron en evidencia que el Gobierno no actuó con la misma celeridad frente al manejo de la crisis en la obra social de los militares –el Instituto Obra Social de las Fuerzas Armadas (Iosfa), donde la gestión que lideró el dirigente mendocino Oscar Sagás –cercano políticamente al ministro Petri- dejó una deuda que hoy asciende a más de $105.000 millones, sin que mediara una drástica decisión del poder político. (La Nación)
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