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» Diario Cordoba
Fecha: 26/11/2024 02:28
De acuerdo, no hay ruido de sables ni sospecha de incompetencia. Nada de ello acompaña el nombramiento de un teniente general en la reserva como vicepresidente para la Reconstrucción de Valencia. Pero su elección por Carlos Mazón y, sobre todo, las condiciones de aceptación de Gan Pampols tienen un tufillo populista que marean. Como señalaba Juan R. Gil en este diario: «El mensaje político que con este nombramiento se envía es, cuanto menos, delicado: demostrada la ineptitud de los civiles, que venga un militar». La DANA se ha llevado vidas, casas, empresas y empeños. A nivel político, también ha sido devastadora. Revolviéndose en el lodo, parásitos de todas las raleas han querido hacer negocio de la tragedia. Desde agitadores alentando el bulo de un parking convertido en una enorme fosa común hasta el fantoche de Alvise disfrazado de militar tratando de colarse en el pabellón donde descansaban policías y bomberos. Toneladas de ruindad arrojadas sobre las instituciones para transmitir el mensaje de Estado fallido. Un insulto que, colectivamente, no nos merecemos. «Dice que no aceptará directrices políticas, ¿tampoco del presidente de la Generalitat?», preguntó el diario Levante a Pampols. «Que afecten a la reconstrucción, no. Ha sido la condición básica», respondió el militar, «cuando los técnicos (…) establecen cuál es la mejor opción para desarrollar un proyecto, no puede haber una interferencia de carácter político». ¿De verdad? ¿Ahora coqueteamos con la tecnocracia? Acabáramos. Cualquier decisión que se tome en la reconstrucción será política. Se señalarán prioridades, presupuestos y empresas que la llevarán a cabo. Se tomarán decisiones ante imprevistos, se elegirán personas para cada paso. No hay asepsia. También la exhibición de no aceptar directrices políticas es toda una declaración política. Y de la peor: yo no me mancho, yo no soy como ellos, yo sé lo que es bueno para el pueblo, la patria por encima … ¡Uf! Desprestigiar a la clase política, caer en hipérboles desquiciadas, alentar el odio hacia gobiernos elegidos democráticamente y denigrar el voto tiene premio. Ahí está Trump. Y, si excavamos en la historia, nos saldrán muertos que no queremos resucitar. «No se sabe qué es peor, si la bazofia demagógica de las izquierdas, donde no hay manoseada estupidez que no se proclame como hallazgo, o la patriotería derechista, que se complace, a fuerza de vulgaridad, en hacer repelente lo que ensalza»: José Antonio Primo de Rivera. Política es la actividad que, siguiendo unas reglas acordadas, permite reconocernos entre los diferentes, habilita el diálogo y posibilita los acuerdos. Es una conversación interminable en la que todos cabemos porque lo que se decide nos afecta a todos. Pero la política se tambalea en todo el mundo y, aquí y allá, afloran diferentes formas de autoritarismo. Superhéroes sin capas y antisistema de la élite recorren las pasarelas del momento. Es antipolítica, aunque vista de uniforme.
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