25/11/2024 19:27
25/11/2024 19:26
25/11/2024 19:26
25/11/2024 19:26
25/11/2024 19:26
25/11/2024 19:25
25/11/2024 19:25
25/11/2024 19:25
25/11/2024 19:25
25/11/2024 19:24
» Diario Opinion
Fecha: 25/11/2024 17:40
La diputada nacional Patricia Vásquez presentó una denuncia penal por posibles violaciones a derechos infantiles por parte del gobierno bonaerense. La legisladora apunta contra los textos incluidos en el programa Identidades Bonaerenses, calificándolos como "inapropiados para menores". El gobernador Kicillof y el ministro Sileoni defendieron los textos y destacaron la intención del programa de fomentar el acceso a literatura identitaria. La polémica en torno al contenido de ciertos textos distribuidos en escuelas bonaerenses ha escalado otra vez a instancias legales, tras la nueva denuncia penal presentada por la diputada nacional Patricia Vásquez del Pro contra el gobernador Axel Kicillof y el ministro de Educación de la provincia, Alberto Sileoni. Según la legisladora, el material distribuido podría violar normativas y afectar el bienestar de niños y adolescentes. Patricia Vásquez formalizó la acusación ante la Fiscalía General de La Plata, señalando que los textos en cuestión, incluidos en el programa "Identidades Bonaerenses", contienen elementos que califica de inapropiados para el desarrollo integral de los estudiantes. En su denuncia, Vásquez declaró: "Espero que el ministerio público fiscal investigue como corresponde la posible comisión de varios delitos, no uno". El programa Identidades Bonaerenses distribuye estos libros en más de 2.700 escuelas secundarias de la provincia. "Forma parte de una política pública cuyo propósito es reflejar la diversidad y riqueza de Buenos Aires mediante narrativas variadas y enriquecedoras que aportan a la inagotable discusión sobre nuestra identidad", señalaron desde el Ministerio de Educación de la Provincia. Sin embargo, la diputada del Pro argumenta que el contenido excede los límites de lo pedagógicamente adecuado, y afirma que incluye representaciones de actos sexuales explícitos y lenguaje inapropiado. Esta denuncia se suma a una realizada por la Fundación Natalio Morelli, dedicada a la protección de los derechos de niños y adolescentes, que ya había iniciado acciones legales contra Alberto Sileoni. La presentación, hecha por su presidenta, afirma que "es una degeneración" que esos textos estén en los colegios. Una polémica que fue escalando La semana pasada, Axel Kicillof se fotografió leyendo Cometierra, de Dolores Reyes, junto a otros textos de la colección Identidades Bonaerenses. "Qué mejor que un domingo de lluvia para leer buena literatura argentina. Sin censura", escribió el gobernador bonaerense en su cuenta de X (ex Twitter). La vicepresidenta, Victoria Villarruel, salió al cruce, acusándolo de "leer libros que exaltan la pedofilia y sexualizan a los niños". La polémica por Cometierra y otros textos que forman parte de la colección comenzó semanas atrás, cuando el presidente de la nación, Javier Milei, realizó un posteo en sus redes con un fragmento explícito del texto, que calificó como "aberración de alto contenido sexual". En la misma sintonía se expresaron otros referentes del Gobierno, como Agustín Laje, que tildó a los textos de "pornografía". Quienes rechazan las críticas de sectores afines a La Libertad Avanza acusan al oficialismo de querer censurar y establecer un ambiente de miedo en los docentes sobre lo que se enseña en las aulas. "No son libros de educación sexual, esta es una colección de literatura. No son libros para los estudiantes, son libros para las bibliotecas; consideramos que son herramientas para los docentes y los bibliotecarios", explicó Alberto Sileoni en Radio Mitre cuando comenzó la polémica. A esta polémica se suma ahora la legisladora del Pro, quien enfatizó que no critica el valor literario de las obras, sino su pertinencia para las edades a las que van dirigidas. Según Vásquez, la exposición prematura a este tipo de material podría comprometer tanto la salud mental como física de los menores, y cuestiona la falta de filtros adecuados por parte de las autoridades educativas: "No estoy haciendo un juicio de valor sobre la obra literaria en sí, sino sobre la responsabilidad de los funcionarios públicos en proteger y cuidar a los menores". Apoyándose en la Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por la ONU, Vásquez destaca que los Estados tienen la obligación de proteger a la infancia de contenidos que puedan resultar dañinos. El artículo 19° de la Convención establece la necesidad de prevenir cualquier forma de abuso o explotación, y el artículo 17° refuerza el derecho de los niños a acceder a información adecuada para su edad. Vásquez concluye que la distribución de textos sin un análisis exhaustivo por parte del Estado podría agravar la vulnerabilidad de los estudiantes, en lugar de garantizar su desarrollo integral. Según la diputada: "Lejos de protegerlos, el Estado provincial acrecienta la vulnerabilidad de ellos". Defensores de "Cometierra" Cometierra, la novela de Dolores Reyes con la que se inició esta polémica, es una historia con elementos de realismo mágico que narra las peripecias de una joven que tiene el don de ver. Al comer la tierra donde desapareció una mujer, puede ver dónde está, si vive todavía o quién le hizo daño. Lo descubrió cuando su padre mató a su madre y los dejó solos, a ella y a su hermano. Tal la ofensiva contra el texto de Dolores Reyes, la obra ha ganado una notoria visibilidad, aumentando sus ventas y agotándose en muchas librerías. Por ejemplo, en el ranking semanal de la librería Cúspide, Cometierra se ubicó por encima de "La Vegetariana", el libro de la escritora surcoreana Hang Kang, que fue premiada con el Premio Nobel de Literatura. Este sábado, el Teatro Picadero de Buenos Aires se convirtió en el escenario de una lectura colectiva del libro. La actividad, organizada por destacadas figuras del ámbito literario y cultural, reunió a cientos de personas para celebrar la palabra escrita y reflexionar sobre el valor de la literatura frente a los cuestionamientos recientes.
Ver noticia original