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» Sin Mordaza
Fecha: 25/11/2024 01:03
En la mañana del domingo, el barrio Loyola Sur, en la zona noroeste de Santa Fe, fue escenario de un impactante hecho que comenzó con la denuncia de un robo millonario, pero que rápidamente dio un giro inesperado, generando más incertidumbre en torno al caso. La víctima, un hombre de 56 años, regresó a su hogar alrededor de las 6 de la mañana después de haber pasado la noche fuera y descubrió que la puerta de su departamento interno había sido violentada. Al ingresar, encontró su vivienda revuelta y notó la desaparición de un maletín en el que, según su denuncia inicial, guardaba 1.300.000 dólares. También faltaba la caja DVR que contenía las grabaciones de seguridad de la propiedad. La policía fue alertada de inmediato y efectivos del Comando Radioeléctrico llegaron al lugar, en Pasaje Echagüe y Andía al 6100, junto con peritos de la Policía de Investigaciones (PDI). En el lugar se constataron daños en las puertas de ingreso y de una de las habitaciones, así como el desorden generalizado. Los peritos encontraron indicios clave que podrían ayudar en la investigación. Sin embargo, en un giro sorpresivo, el hombre cambió su versión horas después. Durante la tarde del mismo día, fue llevado nuevamente a la sede policial, donde rectificó su declaración. Ahora, aseguró que la suma sustraída era mucho menor: dentro de la caja faltante había 120.000 dólares, divididos en 12 fajos de billetes de 100, y 400.000 pesos que había recibido recientemente como parte de una indemnización. Este cambio en la declaración ha generado alarma entre los investigadores, que ahora intentan esclarecer las razones detrás de la variación y reconstruir los movimientos previos y posteriores al robo. Fuentes confiables aseguran que en el departamento también funciona un comercio, lo que podría haber atraído la atención de los delincuentes. Por el momento, los investigadores manejan varias hipótesis. Una de ellas sugiere que el robo podría haber sido planificado con información previa. El horario del ataque, el modo de ingreso y el desorden deliberado apuntan a que los delincuentes conocían detalles clave sobre las finanzas de la víctima y los puntos vulnerables de su vivienda. La investigación continúa abierta, con los investigadores tratando de identificar a los responsables y recuperar el dinero sustraído, mientras se mantienen expectantes ante posibles nuevos datos que puedan esclarecer los hechos.
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