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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 24/11/2024 17:02
Los científicos descubrieron que una aplicación diaria administrada durante dos semanas produjo mejoras fisiológicas y de bienestar, incluida una mejor calidad de vida, estado de ánimo y sueño. Investigaciones recientes han revelado que estimular las orejas con una corriente eléctrica leve podría ser una herramienta innovadora para combatir los efectos del envejecimiento. Este tratamiento, conocido como “estimulación transcutánea del nervio vago (tVNS)”, tiene el potencial de recalibrar el sistema nervioso autónomo, crucial para funciones esenciales como el ritmo cardíaco, la digestión y la presión arterial. Los resultados han sido publicados en la revista Aging. Ya existen terapias que aplican pequeñas y controladas corrientes eléctricas sobre el sistema nervioso, y se utilizan para tratar depresión, epilepsia, obesidad, ictus, tinnitus y alteraciones cardiacas. El impacto del envejecimiento en el sistema nervioso A medida que envejecemos, el equilibrio entre las ramas simpática y parasimpática del sistema nervioso tiende a alterarse. Este desequilibrio, que favorece el sistema simpático asociado al estrés, puede llevar a enfermedades crónicas como hipertensión y enfermedades cardíacas. El tVNS podría restaurar este equilibrio al estimular el nervio vago, que conecta el cerebro con órganos vitales a través de la piel de la oreja. Un estudio dirigido por la Universidad de Leeds incluyó a 29 voluntarios mayores de 55 años, a quienes se les aplicó el tratamiento diariamente durante dos semanas. Los participantes reportaron mejoras en su calidad de vida, sueño y salud mental. Además, se observó un incremento en la actividad parasimpática, clave para el “descanso y digestión”, y una disminución en la actividad simpática, asociada al estrés y la respuesta de “lucha o huida”. “El oído es como una puerta a través de la cual podemos manipular el equilibrio metabólico del cuerpo, sin necesidad de medicación ni procedimientos invasivos. Creemos que estos resultados son sólo la punta del iceberg”, afirmó la autora principal, la Dra. Beatrice Bretherton, de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Leeds. La terapia produjo un aumento de la actividad parasimpática y una disminución de la actividad simpática, lo que reequilibró la función autónoma hacia la asociada con una función saludable. Además, algunas personas informaron mejoras en las medidas de salud mental y patrones de sueño. Ser capaz de corregir este equilibrio de actividad podría ayudarnos a envejecer de forma más saludable, además de tener el potencial de ayudar a personas con una variedad de trastornos, como enfermedades cardíacas y algunos problemas de salud mental. Además, mejorar el equilibrio del sistema nervioso autónomo reduce el riesgo de muerte de una persona, así como la necesidad de medicación o de visitas al hospital. Un enfoque accesible y no invasivo A diferencia de otros métodos que requieren cirugía para implantar electrodos, esta técnica aprovecha una rama del nervio vago accesible desde la oreja, haciéndola menos costosa y con mínimos efectos secundarios. Los científicos esperan que este tratamiento pueda aplicarse para abordar trastornos como la depresión, la obesidad y las afecciones cardíacas. Aunque los resultados iniciales son auspiciosos, se necesita más investigación para determinar los beneficios a largo plazo de esta terapia. El objetivo es personalizar su uso para maximizar su eficacia en individuos con mayores desequilibrios del sistema nervioso. Fuente: TN
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