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» Diario Cordoba
Fecha: 24/11/2024 16:31
Con aires de cierta tristeza, aunque con muchos recuerdos que comentar, ha cerrado este domingo definitivamente sus puertas el local de la peña Casa Miguel, en la plaza de Chirinos. El establecimiento abrió como taberna por primera vez en 1888 y en 1929 el local fue reformado, apenas tres años después de la enorme intervención urbanística que desde la entonces reciente plaza de Las Tendillas hasta Ronda de los Tejares abrió la calle Cruz Conde. Desde finales del siglo XIX, cinco generaciones de taberneros se sucedieron en el local con nombres en su última época como el de Enriqueta Medina o Carmelo Soriano. A finales de los años 90, la peña Casa Miguel, formada mayoritariamente por comerciantes de la vecina arteria del centro, explicaba Emilio Gómez, se hizo con el uso de la taberna. El nuevo uso le ha dado durante un cuarto de siglo, y hasta la tarde de hoy, un balón de oxígeno a uno de los establecimientos más antiguos de su género que quedaba en la ciudad, detallaba Juan Manuel Pérez, presidente de la peña. Juan Manuel Pérez, presidente de la peña. / Juan Niza Un perol, muchas anécdotas y los últimos medios de un excepcional vino oloroso que aún guarda el local han servido para que peñistas y amigos rindieran un último tributo al establecimiento. El cierre llega un año después de que el Consistorio aprobara una ordenanza para la protección y promoción de las tabernas históricas de Córdoba que, al menos en este caso, no ha servido para salvar uno de los más antiguos establecimientos de su género frente a la realidad urbanística que se impone y los nuevos modelos de vida y de hábitos de consumo.
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