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» El litoral Corrientes
Fecha: 24/11/2024 14:35
Alberto Cortéz, no solo la pega en el concepto de quien se va para no volver, sino en el vacío imposible de llenar, cuando hemos entregado toda la vida por él, cómo continuar sin su ilimitada amistad. El último sábado 16 de noviembre, me vino de pronto a la memoria, y sin esperar reacciones, porque las malas noticias siempre son como un rayo que no dan tiempo alguno dónde guarecer de sus efectos. Si, esa madrugada, terminó, concluyó, se fue en silencio el querido RUBÉN RITO FRÍAS, el mítico jugador de básquet que llevó a la notoriedad al club de sus amores, el revolucionario Club Hércules de Corrientes, conjuntamente con su hermano mayor Guzmán, Director Técnico. Este último a pesar de los inconvenientes físicos con su condena de estar de por vida atado a una silla de ruedas, supo extraer de esa joven vanguardia de entusiastas chicos de barrio un equipo imbatible dad a los avances aplicados. Rubén, el hermano menor, era un tipo muy especial, leía todo cuanto cayera en sus manos, lo que enriqueció su inteligencia dominando todos los temas. Ambos hermanos Rubén y Guzmán, era fanáticos de todas las evoluciones por los Harlem Glovettroters, con “Tatum” a la cabeza. Ese famoso quinteto de célebres deportistas pertenecientes a una escuela negra de Chicago, que fuera fundada en el año 1926, y creado oficialmente por Abe Sapewrstein en 1929, recorriendo desde entonces todo el mundo con la magia de su juego brillante y sin par. Yo era más de hablar con Rubén, de la radio, el cine, la música, comentar algún libro en común. Teníamos ocasión de hacerlo pues ambos nos desempeñamos en el Correo de San juan y San Martín. Él, con desempeño de Auxiliar con los papeles, yo con los planos en la oficina técnica. Como teníamos temas afines, cada vez que pasaba por mi lugar de trabajo en el 4°piso, o yo por el de él, en el subsuelo, hablábamos sin parar. Así era conversar con RUBÉN FRÍAS, reírnos, aprender de la realidad, gozar dela buena charla, igual que los Glovewrttroters recorrer la vida. Lo voy a extrañar. Lo estamos extrañando. Un buen amigo es difícil encontrar, no imposible. Era un fenómeno a la hora de recorrer el mundo en charlas amenas, como siempre presente su fino humor, y la recordación permanente de cómo le había impresionado cuando el Club Hércules le trajo a la afamada orquesta “Los Comandantes” con Charles”El antillano”. Siempre estaba actualizado. Siempre tenía alguna anécdota que se sumaba como ejemplo al tema entablado. Eran charlas riquísimas. Hasta no hace mucho, ya ambos jubilados, me llamaba religiosamente por teléfono alrededor del mediodía y hablábamos fácilmente dos horas como mínimo. Siempre me llamó la atención, comprobar la gran memoria, era nomás de preguntar, que ya tenía la respuesta completa a flor de labio. Alguna vez integrando la comisión del Club Colegiales, Alberdi y Lavalle, con la tarea específica de Cultura y Deportes, organizamos con mi cuñado Rubén Medina, campeonatos de Básquet, integrando en uno de ellos amén de Rubén Frías, Poinciano Martínez, “Tatum”,Beisel, etc. y muchas otras celebridades. Rubén siempre era el espectáculo, cada vez que hacía retención de pelota sobre el final, era mejor dejarlo porque sacarle era imposible, de allí por sus contorsiones, su plástica, su elasticidad muchos lo llamaban “El hombre goma”. Tenía la viveza, los chispazos creativos, el manejo del cuerpo el integrante más famoso de los Harlem Globvettroters, Goose Tatum. Alguna vez, contando sus viajes con el Seleccionado Correntino de Basquetbol, le toco participar de un campeonato nacional. Venía de perder frente a Córdoba, y el partido final con Capital Federal en el ámbito del Luna Park de Buenos Aires. Con su capacidad histriónica, sino contándolo con sonido incluido, gestos y ademanes narró esa última noche en el Luna. Se hacen presente las dos delegaciones en la cancha, y Perón Presidente los saluda uno por uno. Frente a Corrientes y al oído, les dijo: “Qué les pasa muchachos..? Los veo tristes y preocupados.” General venimos de perder con Córdoba, y ahora de remate Capital Federal. Con ojos ladinos, los palmeó le dijo: “Márquenlos. Apriétenlo. Háganme caso. Y ganó Corrientes. Se acercó nuevamente, sonriente y campechano y les” replicó: “Qué les dije, el apriete los venció.” Así era conversar con RUBÉN FRÍAS, reírnos, aprender de la realidad, gozar de la buena charla, igual que los Gloverttroters recorrer la vida. Lo voy a extrañar. Lo estamos extrañando. Un buen amigo es difícil encontrar, no imposible. Descansa en paz, querido RUBÉN FRÍAS; solamente repito algunas de las buenas palabras de Alberto Cortéz que representa un amigo en su partida final: “Cuando un amigo se va / queda el espacio vacío / que no lo puede llenar / la llegada de otro amigo. / Cuando un amigo se va / una estrella se ha perdido / la que ilumina el lugar / donde hay un niño dormido / Cuando un amigo se va / se detienen los caminos / y se empieza a revelar / el duende manso del vino.” /
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