24/11/2024 15:40
24/11/2024 15:40
24/11/2024 15:40
24/11/2024 15:40
24/11/2024 15:40
24/11/2024 15:40
24/11/2024 15:40
24/11/2024 15:36
24/11/2024 15:36
24/11/2024 15:33
» Diario Cordoba
Fecha: 24/11/2024 13:02
Souleymane Ouedraogo es padre de ocho hijos y miembro de una cooperativa agraria con 759 socios. Gestiona una de las miles de plantaciones de cacao que existen en el distrito de Ougoudou, entre Divo y Gagnoa, en Costa de Marfil. Hace dos años entró a formar parte del Income Accelerator Program, donde, entre otras cosas, aprende a implementar técnicas para mejorar la calidad y la cantidad en la producción del cacao. Desde que Ouedraogo realiza la poda, combina los cultivos de cacao con otros árboles frutales y utiliza mejores herramientas para trabajar en la plantación, ha pasado de recolectar 1.851 kilos de cacao en 2022 a más de 3.000 este año. Un importante paso para el agricultor marfileño pero, de momento, insuficiente para paliar el desajuste cada vez más grande entre oferta y demanda, principal causa del desmesurado encarecimiento del producto en los mercados. Según la Organización Internacional del Cacao (ICCO, por sus siglas en inglés), que integra a los principales exportadores e importadores, existe un déficit de oferta de 374.000 toneladas en la temporada 2023-2024, el 11% menos respecto a la temporada anterior y que sitúa la producción mundial en 4,4 millones de toneladas. Por el contrario, se prevé que la demanda mundial aumente en casi el 5%. Y las perspectivas no mejoran. La ONU calcula que el déficit de producción de cacao puede situarse en torno a las 400.000 toneladas en la temporada que acaba de empezar, de octubre de 2024 a marzo de 2025. Productos más caros Con este desajuste, la cotización del cacao en el mercado de futuros de Nueva York ha subido más del 108% en el último año, alcanzando una cifra récord de 12.126 dólares por tonelada este abril. En estos mercados, principalmente los de Londres y Nueva York, compradores y vendedores cierran los contratos para las próximas entregas de cacao en grano. Vainas de cacao en Costa de Marfil, primer productor mundial / N. Ríos La escasez de producto y el incremento de precios en los mercados de futuros ha provocado también un aumento en los precios finales del chocolate que llega al consumidor. Los datos de la empresa de investigación de mercado Circana sugieren que los precios minoristas del chocolate subieron el 11,6% en todo 2023 en EEUU, y el 15,3% en noviembre del año pasado en el Reino Unido. Europa es el primer consumidor de cacao del mundo. Joaquim Clarà, profesor de Estudios de Economía y Empresa de la UOC, explica que este exagerado incremento de precios se debe básicamente al descenso de la producción, afectada por los cambios climáticos que se registran en todo el mundo, y al fuerte aumento de la demanda tras la incorporación de la clase media China al consumo de cacao. Hay menos producto para vender y más consumidores que lo demandan. Pero, además, se le suma el interés inversor de los fondos, que especulan con esta materia primera, y el encarecimiento de la logística y los materiales básicos, ya que debido a los conflictos geopolíticos el transporte toma otras rutas más seguras aunque más largas. Causas en las que coincide Enrique Porta, socio de consumo y retail de KPMG, que además añade que no solo los países emergentes y Asia están creciendo mucho, sino que «el consumo en los países occidentales exige chocolates que tienen un porcentaje de cacao cada vez más alto. Consumimos más cantidad de chocolate y más cacao en ese chocolate». 1.968 millones de euros son las ventas en términos de consumo en 2023 de cacao y sus derivados en España, el 8% más que el año anterior. Ante este panorama, ¿dónde está el límite? Clarà argumenta que no es previsible que el precio baje a corto plazo pero tampoco «puede subir de forma ilimitada», y destaca que una de las soluciones que ya se está poniendo encima de la mesa para paliar este diferencial es dar entrada a nuevos productores. «Brasil y Perú, por ejemplo, exportadores de café, empiezan a aumentar la producción de cacao. Si hay más productores, se reduce la diferencia entre oferta y demanda», indica. Por otro lado, «muchos agricultores están intentando encontrar mecanismos para incrementar la producción, con una mejor predicción climática o nuevas técnicas de cosecha». Consumo en España El socio de KPMG también destaca que la UE ha decidido pasar a la acción. A partir de 2025, una nueva normativa europea prohibirá la venta de cualquier producto derivado de la deforestación y fomentará los de prácticas sostenibles, y cuenta con los responsables marfileños entre sus principales aliados. Y es que Costa de Marfil lidera de forma aplastante el cultivo de este fruto esencial para la elaboración del chocolate, con el 39% de la producción global, que suponen unos dos millones de toneladas al año. Cabe destacar que, a diferencia de otros países productores, en Costa de Marfil es el Gobierno el que fija el precio por kilo en la compraventa entre campesinos e intermediarios. El precio oficial por kilo de grano de cacao en Costa de Marfil se sitúa actualmente en los 1.800 francos del África Occidental (unos 2,8 euros por kilo). El cacao y sus derivados son la primera categoría del dulce en España, con 1.968 millones de euros en ventas en términos de consumo en 2023, el 8% más que el año anterior, según la Asociación Española del Dulce (Produlce), que representa a las principales empresas del sector. En opinión de Porta, «las grandes compañías consumidoras de cacao van a ser las que faciliten que los gobiernos pongan en marcha políticas que permitan a medio plazo un precio más estable y un comercio y una producción más sostenibles, lo que interesa todos: productores, países y fabricantes». En España, lidera el negocio la multinacional suiza Nestlé, que produce KitKat y Nesquik. Le siguen la italiana Ferrero e Idilia Foods, fabricante de Cola Cao y Nocilla. La lista mundial la encabeza Mondelez International. Los precios del chocolate Mondelez en Europa, su mayor mercado, han aumentado más del 12%. Y, según Porta, «hay una parte del consumo que ha estado soportado por el estoc de cacao, con contratos cerrados antes de la última crisis, así que los precios no ha recogido todo el incremento registrado».
Ver noticia original