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» Elterritorio
Fecha: 24/11/2024 11:41
‘Palabra que camina’ es un taller de escritura que busca desandar herramientas para expresarse y crear colectivamente domingo 24 de noviembre de 2024 | 6:05hs. En Montecarlo la escritura abre un espacio de catarsis y evolución colectiva. En Montecarlo, la palabra tiene un lugar donde habitar, transformarse y encontrar nuevas vidas. En el taller de lectoescritura ‘Palabra que camina’, un grupo de apasionados -liderados por el eldoradense Theodosio Barrios- se reúne cada miércoles para dar forma a relatos, explorar ideas y compartir lo que surge desde el interior de cada participante. Norma Ranger, maestra y referente del espacio, cuenta que todo comenzó en 2021, todavía en los coletazos de la pandemia, como una iniciativa en el marco de la Asociación de Maestros. Desde entonces, ha evolucionado hacia un núcleo creativo que trasciende generaciones y geografías. “Quisimos rescatar historias de vida, pero también abrirnos a la comunidad para quienes tuvieran ganas de escribir y compartir. No es un club de lectura; es un espacio de creación colectiva”, explica Ranger. El taller funciona como un laboratorio que cada semana propone nuevas consignas para desafiar a sus participantes. Límites de tiempo, disparadores sensoriales como un aroma en particular funcionan como puntapié para despuntar las letras. Además de ser compartidos, de poder leer en voz alta un texto que desnuda el alma porque nació de uno mismo, hay quienes se llevan la tarea al hogar y optan por pulir sus escritos y darle une nueva leída. Así, el grupo ya tiene editados tres libros. “La escritura suele ser una tarea solitaria, pero trabajar en grupo nos abre otras perspectivas. Es impresionante cómo la mirada del otro enriquece lo que hacemos”, reflexiona Ranger. Este enfoque ha permitido que el taller sea inclusivo y diverso. Aunque actualmente la mayoría de los asistentes son adultos, el espacio ha albergado a jóvenes, profesionales de distintas áreas y personas de otras localidades como Eldorado, Jardín América y San Vicente, quienes incluso participan de manera virtual. “Es emocionante ver cómo algunos, que al principio apenas escribían, ahora lo hacen con una seguridad y soltura increíbles. La práctica y el intercambio realmente fortalecen”, destaca Hombre que camina El nombre del taller, ‘Palabra que camina’, no es casual. Hace referencia a la definición de hombre de la cosmovisión mbya guaraní, un tributo al acto de andar juntos, de dar pasos hacia adelante en comunidad. Este espíritu también quedó plasmado en los tres libros publicados por el grupo, una muestra del impacto que puede tener un espacio de creación colectiva. Además de los encuentros presenciales, el taller extiende su alcance a través de un grupo de WhatsApp donde se comparten consignas y textos. Algunos participantes que no pueden asistir regularmente envían sus producciones desde la distancia, creando una red que mantiene viva la conexión. En este sentido, Ranger destaca a la escritura como una forma de expresar lo que a veces no se puede decir de otra manera. “Es un acto íntimo, pero aquí se convierte en algo colectivo. Escribir es sacar algo de adentro, y compartirlo en voz alta le da una dimensión completamente nueva”, dice. Así, el acto de escribir y leerlo a otros trasciende la página. Es una forma de reconstruir experiencias, de conectar con el otro y con uno mismo. Más allá de las consignas o los ejercicios, lo que realmente une al grupo es la pasión por contar historias, por dar voz a pensamientos y emociones que encuentran eco en los demás. En definitiva con las letras como vehículo, el fin es nuevamente encontrarse, liberar palabras y construir nuestras propias historias. Compartí esta nota:
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