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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/11/2024 10:40
La ganadería argentina avanza con la primera vacuna marcadora nacional contra el BoHV-1, diseñada para enfrentar un desafío clave (Revista Chacra) En un importante avance para la salud animal, el desarrollo de una cepa marcadora contra el herpesvirus bovino tipo 1 (BoHV-1) desarrollada por investigadores del INTA promete transformar el panorama ganadero en Argentina y Sudamérica. Gracias a un innovador convenio público-privado, esta tecnología permitirá mejorar el control de una enfermedad que afecta seriamente a los rodeos y la productividad. El desafío del BoHV-1 en Argentina El herpesvirus bovino, reportado por primera vez en Alemania en el siglo XIX, sigue siendo un desafío global. Mientras que varios países han logrado erradicarlo, en Argentina la prevalencia serológica alcanza el 85 % en animales adultos, dependiendo de la región. Este virus, que afecta las mucosas respiratorias, conjuntivales y genitales, puede causar desde bronconeumonías hasta abortos y una disminución significativa en la producción lechera. Frente a este escenario, el control y eventual erradicación del BoHV-1 es clave para el desarrollo ganadero, no solo por sus implicancias productivas, sino también por las exigencias del comercio internacional. Este virus, que afecta las mucosas respiratorias, conjuntivales y genitales, puede causar desde bronconeumonías hasta abortos y una disminución significativa en la producción lechera (MAGyP) Una innovación tecnológica hecha en Argentina En el Instituto de Virología del INTA, un equipo liderado por la investigadora Ana María Sadir desarrolló la primera cepa marcadora del país contra el BoHV-1, basada en una tecnología que permite diferenciar animales vacunados de aquellos infectados de manera natural. Este enfoque, conocido como DIVA (differentiating infected from vaccinated animals), facilita la implementación de programas de control y bioseguridad en los rodeos. La cepa fue patentada por el INTA y su tecnología, liberada tras 20 años de vigencia, fue transferida para su producción y comercialización mediante un convenio público-privado. Esta vacuna ha demostrado ser efectiva en ensayos experimentales realizados en distintos formatos, protegiendo a los animales de los signos clínicos y reduciendo la propagación del virus. Impacto en la ganadería y el comercio internacional La rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR) y la vulvovaginitis pustular infecciosa (IPV), ocasionadas por el BoHV-1, son enfermedades de denuncia obligatoria ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Esto significa que su control no solo tiene implicancias sanitarias, sino también económicas, ya que las restricciones comerciales afectan la exportación de animales, semen y productos ganaderos. La vacuna marcadora desarrollada en Argentina permitirá a instituciones como SENASA implementar programas de control y erradicación a nivel nacional. Además, facilitará la certificación de animales y productos libres de infección, reduciendo barreras comerciales y posicionando al país como líder en la región en salud animal. Una herramienta para el futuro El desarrollo de esta cepa marcadora representa una oportunidad para fortalecer la competitividad de la ganadería argentina y mejorar el bienestar animal. Los investigadores del INTA, en colaboración con el sector privado, han creado una herramienta que no solo responde a las demandas locales, sino también a las necesidades de los mercados internacionales. Con esta innovación, Argentina avanza hacia un modelo ganadero más sostenible y seguro, reafirmando su compromiso con la calidad y la excelencia en la producción animal. El BoHV-1 ya no será un obstáculo insalvable: esta vacuna marcadora abre las puertas a un futuro libre de esta enfermedad en los rodeos del país y más allá. Fuente: Inta
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