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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/11/2024 04:41
Arzobispo Marcelo Colombo (Gastón Taylor) (En las sociedades actuales reina) “…la cultura de la no-escucha;los hombres de nuestro tiempo se encerraron en un monólogo privilegiando prácticas linguísticas egocéntricas y narcisistas” (Gennaro Cicchese) “De un vistazo, nuestra (Argentina) es una sociedad en la que todos hablan y nadie escucha” . “Nadie enciende una lámpara y la pone en sitio oculto, ni bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que los que entren vean el resplandor”. (Lucas 11, 33) Monseñor Marcelo Daniel Colombo es el nuevo presidente de la CEA Fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) para el trienio 2024-2027. Será secundado por el cardenal Ángel Rossi SJ, arzobispo de Córdoba, y monseñor Daniel Fernández, obispo de Jujuy. Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro, fue elegido secretario general. La nueva mesa ejecutiva sucede a la constituida por monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro. Marcelo Colombo: Nació en Buenos Aires el 27 de marzo de 1961 y fue ordenado sacerdote en la catedral de la Inmaculada Concepción de Quilmes el 16 de diciembre de 1988 por monseñor Jorge Novak SVD, obispo de Quilmes. Fue designado obispo de Orán el 8 de mayo de 2009 por Benedicto XVI y ordenado en la catedral de Quilmes el 8 de agosto de 2009 por monseñor Luis Teodorico Stöckler. Respecto a la actualidad social, el flamante presidente de la Comisión Episcopal Argentina hizo declaraciones en un reportaje concedido al periodista del diario La Nación, Mariano De Vedia. Recogemos brevemente algunas de sus palabras. Cada vez hay más pobres y más personas que necesitan comida en las capas medias “Se incrementó la cantidad de personas que vienen a nuestros comedores y merenderos” y “los bienes que podemos ofrecer cada vez son más escasos, nos cuesta más conseguir donaciones porque la gente está con pocas posibilidades de dar. Incluso, la población que concurre a los comedores no es la misma, empiezan a verse personas de clase media baja o que viven solas, algunos programas de Cáritas, que recibían una ayuda estatal, ahora no llega, ponemos toda la garra, pero hay un debilitamiento de la atención que podemos dar, nos faltan recursos…” La entrega de alimentos se da en otras proporciones y se renuevan por ciclos; para que se liberaran los alimentos retenidos en los galpones fue decisiva la intervención de monseñor Oscar Ojea, que alertó a tiempo: “Es preciso -afirmó más adelante -poner la atención en los sectores más pobres para que puedan revertir esta situación de necesidades extremas”. Vaya misión que le toca al nuevo presidente de Cáritas y Arzobispo de La Plata Monseñor Carrara. “Es importante el diálogo”, dijo Colombo La Iglesia busca un diálogo, un entendimiento y generar puentes para mejores consensos sociales, porque como dice el papa Francisco “sólo podremos salir de esta situación todos juntos…”. Y este cronista parafraseando a Bergoglio agregaría: “la idea de dialogar está, pero la realidad es superior a la idea”. Monseñor Gustavo Carrara, “el goleador de Lugano” “El goleador, Gustavo Oscar... el Pibe de Lugano”, así lo llamábamos. Jugábamos al fútbol en las canchas de Lujan de los Patriotas en el barrio de Mataderos, afirma su amigo Hernán, cuya carta transcribimos parcialmente: “En la cancha era una luz. Un poco después, en su época de seminarista me lo cruzaba en la calle y yo, típico adolescente de la esquina, no quería ni escuchar lo que podría decirme. Si bien él más bien me escuchaba. Hasta que a través suyo, Dios me habló: “¿vemos que podemos hacer por los pobres?”, me dijo y ese gesto que era por única vez, se transformó en mi vida. Hermanos y hermanas en situación de calle, en las plazas, en las esquinas y Gustavo, estaba ahí. Como es hoy, como lo fue ayer. Silencioso y dando lugar...dando un plato de comida caliente, una ropa…. Si estábamos reunidos, charlando y alguien tocaba la puerta, se interrumpía la charla las veces que fuera necesario porque sabíamos que un otro necesitaba algo que nosotros podíamos darle. Presencia múltiple, es algo propio en la vida de Gustavo. Nunca. Siempre se puede más -decía. Bergoglio reconoció en el un pastor, porque no se esconde una luz abajo de la mesa sino que la pone en un lugar donde alumbre más…La mesa esta servida, hay que decidir que queremos hacer. Si mirar de reojo, o sumergirnos en la realidad del 50% de nuestra Argentina que, silenciosamente grita. Los niños y niñas, los adolescentes y los jóvenes pobres… Dios nos ha mirado con amor al poner en la mesa la luz del Evangelio hecho carne que se llama Gustavo Carrara, el nuevo arzobispo de La Plata. Ni más ni menos. Así es Dios”. Hernán Morelli. Carrara le habló a la comunidad arquidiocesana de La Plata y dijo: “Querido pueblo de Dios que peregrina en la Arquidiócesis de La Plata, el Papa Francisco me eligió para ser pastor en medio de ustedes. Vienen peregrinando y me sumo a ese peregrinar”, expresó. “A veces estaré adelante, animando a anunciar la alegría del Evangelio. Mucho tiempo estaré en medio de ustedes escuchando lo que hay en el corazón, sus gozos, sus angustias, sus tristezas y sus esperanzas, compartiendo de corazón a corazón como uno más. Y muchas veces caminaré un poquito más despacio, buscando cuidar la fragilidad de algunos que necesitan ir más despacio en el camino de la vida en esta peregrinación”, puntualizó aclarando que “ir detrás, a veces, implica dejarse guiar por la fuerza del Espíritu que todos hemos recibido en el Bautismo. Esas inspiraciones que, sobre todo los laicos, tienen de modos nuevos de anunciar a Jesús resucitado”. “Me confío de modo especial a sus oraciones, las necesito, y pídanle a la Virgen de Luján por mí, de modo especial. Que Dios los bendiga mucho”. Monseñor Gustavo Oscar Carrara Nació en Buenos Aires el 24 de mayo de 1973, cursó el seminario metropolitano Inmaculada Concepción de esa arquidiócesis en 1991 y realizó sus estudios eclesiásticos en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA). Ordenado sacerdote el 24 de octubre de 1998, por el entonces arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Mario Bergoglio SJ, hoy Papa Francisco.r 2012 a 2017 vicario episcopal para las Villas de Emergencia hasta que el 20 de noviembre de 2017, el papa Francisco lo nombró obispo titular de Tasbalta y auxiliar de Buenos Aires. Recibió la ordenación episcopal en la catedral de Buenos Aires, el 16 de diciembre de 2017, del entonces arzobispo de la arquidiócesis, cardenal Mario Aurelio Poli. En la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) fue nombrado presidente de la Comisión Episcopal de Cáritas Argentina. Carta del arzobispo J. García Cuerva al arzobispo G. Carrara: “El Santo Padre ha nombrado a monseñor Gustavo Carrara, hasta ahora obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario general, nuevo arzobispo de La Plata. Con estas breves líneas, quiero agradecer, en nombre de la Iglesia de Buenos Aires, por la vida y la entrega de monseñor Gustavo entre nosotros. Ayer, 20 de noviembre, se cumplían siete años de que ambos éramos nombrados obispos por el Papa Francisco. Desde aquel momento, compartimos tareas pastorales, miradas, sueños y reflexiones, hasta que la Providencia nos volvió a unir fuertemente en el pastoreo de la arquidiócesis de Buenos Aires, a partir de julio del 2023. Doy gracias a Dios por haber trabajado juntos, compartiendo “la diaria” con sus desafíos, problemas y alegrías, como compañeros de camino y hermanos en la misión. Nos comprometemos a acompañar a monseñor Carrara con nuestra oración, y encomendamos a Nuestra Señora de Luján su vida y la nueva misión en la arquidiócesis de La Plata, donde será un gran pastor. ¡Querido hermano, gracias por tanto! Te vamos a extrañar mucho.” Mons. Jorge García Cuerva La voz de dos economistas católicos Mientras este cronista ayer estaba concluyendo esta nota de opinión fue interrumpido por dos breves conferencias de los economistas Martín Rapetti y Roberto Feletti sobre el Estado, el Mercado y la economía actual a cuyas reflexiones desde ya adherimos. Estaban disertando en el marco de la XXVI Jornada de Pastoral Social de la Arq. de Buenos Aires presidida por el padre Carlos Accaputo. En una muy breve síntesis podemos decir que el primero afirmaba que: Un plan de ajuste que pusiera fin a la inflación y frenara el déficit fiscal y de estabilización era totalmente necesario; ningún país -dijo Rapetti- en la historia ha logrado tener 5 o 10 años de crecimiento económico, único modo de terminar con la pobreza, con índices de inflación superiores al 30 o 40%. Sin embargo el plan del gobierno actual es hacer recaer todo el ajuste en los que menos tienen, asalariados, jubilados, planeros, en los presupuestos de la educación y la salud, en las provincias y en las pequeñas y medianas empresas sobre la base de creer que con las concesiones de la minería y Vaca Muerta puede conseguir los dólares necesarios para sostener este sistema que se completa con grandes bolsones de pobreza. La disminución de los salarios y el desempleo se debe -dice por su parte Feletti-a que la política distributiva ha sido entregada al mercado, es decir, a los grandes grupos económicos y ello se traduce en un proceso no sustentable de mayor recesión, mayor desocupación y mayor pobreza. Nuestra opinión Adherimos a lo dicho por Feletti en cuanto a que si queremos tener una nación (y en paz y no la disgregación nacional hacia la que vamos) no hay otra salida que, hecho el ajuste, promover el desarrollo industrial, producir un shock redistributivo con altos ingresos y afirmar nuestra alianza con Brasil y otras economías complementarias. Una economía fundada en el amor al prójimo y los principios de la Doctrina Social de la Iglesia de solidaridad y justicia socia. La incompatibilidad -dice este cronista- entre el modelo del gobierno actual torna muy difícil el diálogo. ¿Para qué van a desear dialogar los grandes grupos económicos con quienes protegen a los pobres si ellos tienen una tasa de rentabilidad como nunca antes? En la respuesta a este interrogante esta la justificación de la aclaración que sobre el diálogo hizo Monseñor Marcelo Daniel Colombo a la pregunta del periodista de La Nación citado ut supra cuando dijo: “No solo hay que dialogar, sino ‘desear dialogar’, lo que significa reconocer que en el otro hay una posibilidad de algo bueno para ofrecer.” ¿Podremos, con la fuerza espiritual de la Iglesia, evitar esta vez el tránsito del pueblo hacia el modelo extractivista, del subdesarrollo y de la pobreza?
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