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Parana » Informe Digital
Fecha: 23/11/2024 12:30
Dentro de las Fuerzas Armadas el estrepitoso despido del ahora ex jefe de la Fuerza Aérea, Fernando Luis Mengo, se vive con gran incertidumbre. Ocurre que el escándalo por los abusos del brigadier desplazado, quien utilizó aviones militares al menos 32 veces para hacer viajes familiares entre Buenos Aires y Paraná con su pareja, la suboficial de la misma fuerza Yanina Torres, se vive con el miedo a que ese episodio los salpique a todos. Y también a que ocurra lo mismo que les sucedió a los diplomáticos de la Cancillería: que el presidente Javier Milei se enoje, los acuse de ser casta, y se inicie una “cacería” dentro de una de las pocas instituciones “mimadas” por el gobierno de la Libertad Avanza. El escándalo ocurre en un momento muy particular, porque la Fuerza Aérea se encuentra embarcada en una compra histórica, la de aviones F16 estadounidenses que estaban en poder de Dinamarca, y que exige al pais comprador el cumplimiento de estándares geopolíticos, de seguridad e incluso éticos. También se le concedió a Corporación América la construcción de la pista para recibir a estos caza supersónicos y se destinaron 3 millones de dólares para la reconstrucción del centro de instrucción de la VI Brigada Aérea en Tandil. Un escándalo como el de Mengo, creen varios brigadieres, afecta a toda la institución. Este viernes había una terna de tres nombres para suceder a Mengo, acuerdo a lo que supo Clarín: Néstor Guajardo, el dos de Mengo hasta ahora como subjefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina; Fernando Valentich, director general de Educación; y Diego García, comandante de adiestramiento y alistamiento. A Mengo lo tiene que echar el Presidente Milei con un decreto. Pero lo que ocurrió el jueves fue la aparición repentina de un comunicado de Defensa contado sus serios abusos dentro de una fuerzadonde, a decir verdad, hay una cultura instalada de privilegios para los altos mandos. Si bien el ministro Luis Petri salió a explicar su decisión y a respaldar la investigación del periodista Federico Teijeiro, que obligó a las autoridades del Ministerio de Defensa a tomar la decisión de correr al jefe de Fuerza Aérea, la evaluación que hacían este viernes importantes jefes militares cobraba otros matices. Por un lado, entendieron que el despido de Mengo fue necesario y también un mensaje contra los abusos de poder y recursos que aparezcan. Pero a los militares no les gustaron las formas, un patrón que se repite en el gobierno libertario. "Estas cuestiones no se pueden demorar. En el día anterior circuló periodísticamente esta versión de vuelos irregulares que habrían sido tomados por el jefe de la Fuerza Aérea", dijo Petri. "Nos comunicamos con el periodista que nos proporcionó la información, contrastamos esa información y corroboramos que habla de la existencia de al menos 32 viajes que habrían ocurrido los fines de semana o de viernes a lunes", detalló. En el comunicado de Defensa también lo acusaron de "abuso y/o acoso sexual". Pese a que cobran sueldos que comparados con otros paises son vergonzantes, cuando llegan al primer lugar de las fuerzas, tanto el jefe aéreo, como el del Ejército y la Armada tienen casa de descanso en Bariloche, adonde suelen trasladarse con sus familias con las aeronaves militares. Durante el tiempo que dura su mandato, viven en lujosos departamentos, con cocineros, servicios y choferes asimilables a los de los embajadores en el extranjero. Cuando están en viaje al exterior, en misión, los jefes militares a veces logran llevar a sus familias. Los periodistas que cubrieron la retención de la Fragata Libertad en Ghana en 2012, por un pedido de embargo de un Fondo de Inversión que buscaba cobrar su deuda en Argentina, no se olvidan de cómo entonces se hablaba de los malabares que debió hacer la Armada para sacar sin que la prensa lo advirtiera a unas seis o siete esposas de los oficiales que estaban de visita en el emblemático buque escuela. Fuentes castrenses negaron esta información hoy que en su momento trascendió que las familias se pagaron sus pasajes. Mengo y Torres están muy complicados, pero en principio tendrían que hacerles un sumario administrativo y luego se verá con el código militar qué sanciones les pueden corresponder. Luego también se determinará si hay alguna razón para llevarlos a la justicia federal. Pero en las fuerzas armadas buscan encapsular el tema a este caso exclusivamente, e investigar quién los ayudó a borrar los registros de viaje y de algunos pasajeros -se indicó que eran los hijos de Torres- en la Aeroestación Militar de Aeroparque (AMA) tal como descubrió la investigación periodística de Teijeiro.
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