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» Diario Cordoba
Fecha: 23/11/2024 11:32
Muchas veces, las pequeñas iniciativas son las que más agradecen los vecinos de los barrios. Son gestos sencillos que revitalizan espacios emblemáticos de la zona y fomentan el sentimiento de comunidad. Esto es precisamente lo que ocurre todos los viernes y sábados en el mercado de abastos del Marrubial. Este sábado, 23 de noviembre, más de un centenar de vecinos han ido a sus puestos habituales para hacer sus compras y aprovechar la oportunidad de disfrutar después de una tapa gratuita. En esta ocasión era de un clásico que nunca falla, tortilla de patatas y salmorejo. Las terceras jornadas gastronómicas del Mercado del Marrubial se han consolidado como la excusa perfecta para volver o seguir acudiendo a este lugar tan representativo del barrio. La dinámica de la propuesta culinaria es sencilla: con cada ticket de compra en cualquiera de los establecimientos, los clientes tienen derecho a una tapa, que varía según el día. «El primer viernes ofrecimos migas, el sábado siguiente fue paella, y hoy toca algo tan nuestro como la tortilla de patatas con salmorejo», explican desde la Asociación Mercamar, organizadora de un evento que cuenta con el apoyo de MercaCórdoba. Una familia con su tapa en el mercado del Marrubial. / A.J. GONZÁLEZ Mientras degustan sus tapas, los vecinos se reúnen en las diferentes barras del mercado, creando un ambiente animado y distendido. Es el caso de Sonia Feria, quien comenta, «suelo venir los jueves a comprar, pero esta semana no pude, así que he venido hoy y me he llevado una bonita sorpresa». Por su parte, Ángela Urbano decidió planificar su visita, «me enteré de la iniciativa el lunes y pensé en traerme a los niños. Han comido aquí y ahora daremos un paseo», explica con satisfacción. Una iniciativa positiva Los comerciantes también celebran la propuesta. Eva Gómez, al frente de su frutería desde hace 49 años, señala, «no cabe duda de que es una idea positiva. Este lugar ha vivido épocas mejores, y es momento de revitalizarlo. No podemos permitirnos perder el comercio local». En la misma línea opina Mª Ángeles Quero, mientras atiende a un cliente de su pescadería, «quizás no sea un gran impulso en las ventas, pero es una ayuda que se agradece. Además, los vecinos vienen con otro ánimo, y eso siempre es positivo», comenta. La próxima semana será la última oportunidad para disfrutar de esta iniciativa que supone a través de un pequeño gesto, lograr un gran objetivo: mantener vivos nuestros mercados de siempre y con ellos, la esencia de sus barrios.
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