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Federal » El Federaense
Fecha: 23/11/2024 07:32
Un nuevo capítulo de tensiones se ha escrito en la CGT, tras la abrupta renuncia de Pablo Moyano, quien abandonó su cargo como secretario general en un contexto de creciente fricción dentro de la central obrera. Este desenlace se dio después de que su propuesta de llevar a cabo un paro general en diciembre chocara de frente con la postura de los llamados ‘gordos’, representantes de los grandes gremios que prefieren sentarse a dialogar con el gobierno de Javier Milei. La renuncia de Moyano y su impacto Pablo Moyano había anticipado la posibilidad de un paro nacional en una reunión celebrada el lunes, pero no contaba con que su plan encontraría resistencia entre los líderes de los gremios más poderosos. En dicha reunión, el ala moderada de la CGT, compuesta por figuras emblemáticas de sindicatos como la UOCRA, UPCN y Obras Sanitarias, optó por un enfoque más conciliador y se comprometió a entablar un diálogo con la nueva administración. La situación llegó a un punto crítico cuando Moyano, visiblemente frustrado por la falta de apoyo a su propuesta, decidió presentar su renuncia con una nota de apenas tres líneas. En ella, argumentó que sus principios y los del resto de la ‘mesa chica’ de la central ya no coincidían. La carta, dirigida al Consejo Directivo Nacional, marca un punto de inflexión significativo en la influencia del moyanismo dentro de la CGT. Contexto de la renuncia El clima de fricción dentro de la CGT no es nuevo. Este conflicto surge en medio de un debate interno sobre cómo responder a las políticas del gobierno actual. La falta de coalición en torno al proyecto de paro general se ha intensificado desde que Mario Manrique, un referente del kirchnerismo en la CGT, también dejó su cargo hace unas semanas. La renuncia de Pablo Moyano podría provocar una serie de dimisiones adicionales, ya que otros dirigentes como Juan Pablo Brey y Omar Plaini están alineados con su visión. Las repercusiones del clima sindical Con la salida de Pablo Moyano, la dirección de la CGT queda en una situación incierta. La dinámica del liderazgo y las decisiones en torno a las futuras acciones de protesta parecen estar ahora más inclinadas hacia el diálogo, como lo enfatizó uno de los jerárquicos de la central: “El diálogo es la llave maestra para resolver los conflictos”. Mientras tanto, Hugo Moyano, el patriarca del sindicalismo argentino y líder del Sindicato de Camioneros, tendrá la responsabilidad de nominar a un reemplazo para su hijo en la dirigencia cegetista. De esta manera, el legado de la familia Moyano se enfrenta a un nuevo desafío en un contexto marcado por la reconfiguración de fuerzas en la CGT.
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