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» Radiosudamericana
Fecha: 23/11/2024 04:13
Viernes 22 de Noviembre de 2024 - Actualizada a las: 21:56hs. del 22-11-2024 ÚLTIMO ADIOS El famoso estilista y figura mediática de los 80 y 90 falleció a los 75 años. Su frase más célebre, nacida de una anécdota en un estadio de fútbol, quedó grabada en la memoria colectiva. El mundo del espectáculo lamenta la muerte de Roberto Giordano, uno de los estilistas más reconocidos de Argentina, que falleció este viernes a sus 75 años. De acuerdo a lo trascendido, el empresario argentino sufrió un paro cardíaco mientras estaba siendo intervenido quirúrgicamente en el Sanatorio Mater Dei. De esta manera, fuentes cercanas a la familia revelaron que sus restos serán velados este sábado en el Cementerio de La Chacarita, cerrando el capítulo de una vida llena de éxitos, controversias y momentos inolvidables. Entre ellos, destaca su frase más recordada: “No me peguen, soy Giordano”. La anécdota de la famosa frase de Giordano La historia detrás de esta expresión, que se convirtió en un emblema cultural, ocurrió el 27 de noviembre de 1995. Aquel día, Giordano, un ferviente hincha de Boca Juniors, fue al estadio Monumental de River Plate, donde Boca había derrotado al local 4-2. En el estacionamiento, el estilista fue abordado por un grupo de hinchas enfurecidos que intentaron agredirlo. En su desesperación, lanzó la frase "no me peguen, soy Giordano", que lo inmortalizó. Más allá de este episodio, Roberto Giordano dejó una marca indeleble en el espectáculo argentino. Durante las décadas de los '80 y '90, su nombre era sinónimo de lujo y glamour. Llegó a construir un imperio de peluquerías que atendió a las mujeres más famosas del país y organizó desfiles icónicos en los que participaban las principales figuras del espectáculo. Sin embargo, su ascenso fue seguido por una caída abrupta. Problemas legales, acusaciones de evasión fiscal y denuncias de incumplimientos laborales —se estima que un 20% de sus empleados le inició acciones legales— marcaron el ocaso de su carrera. Ante esta situación, Giordano se mudó a Uruguay, alejándose del centro de la escena mediática. Pese a las polémicas, su figura sigue siendo recordada como un símbolo de una época. Su frase “No me peguen, soy Giordano” trascendió su contexto original para convertirse en parte del folclore argentino.
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