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Parana » Uno
Fecha: 23/11/2024 00:42
"Vecino, maté a mi papá. Llamá a la policía". La frase la dijo Walter Sosa, de 41 años, la madrugada del 16 de marzo de este año, luego de asesinar con una cuchilla a su padre Abelino, de 85 años. El violento episodio ocurrió el 16 de marzo de este año, alrededor de las 1.20, en la vivienda que ambos compartían en calle Amancio Albariño al 1.200 de Paraná. Luego de atacar a su progenitor, salió a la calle y se autolesionó con el fin de quitarse la vida. No lo logró. Sosa fue encontrado en la vía pública por un policía. Tenía las vísceras expuestas. Inmediatamente fue trasladado al Hospital San Martín donde le salvaron la vida. Ocho meses después del crimen, el hombre aceptó en un juicio abreviado pasar 11 años tras las rejas por el delito de homicidio agravado. En el acuerdo, presentado por el fiscal Mariano Budasoff y el abogado Claudio Berón, se tuvieron en cuenta circunstancias atenuantes extraordinarias. Esas circunstancias fueron los maltratos y el desprecio sufrido durante años por Abelino, su padre. juicio Walter Sosa, hijo Ramón Abelino Sosa. Acusado por homicidio agravado por el vínculo.mp4 Video UNO/Gonzalo N{uñez En una audiencia ante la jueza Carolina Castagno, el fiscal enumeró las pruebas incorporadas al expediente. Entre ellos, los testimonios de los hermanos y amigos del imputado, quienes manifestaron su sorpresa por su accionar. Los amigos contaron su sorpresa al enterarse del hecho, ya que Walter Sosa era una persona "muy tranquila", de las que evitan discusiones y desencuentros. Sus hermanos, en tanto, relataron en la causa lo que sabían: que el acusado sufrió malos tratos por parte de su padre y que la violencia psicológica podía ubicarse desde la infancia de Walter. El imputado también contó lo que tenía contenido hace muchos años y cómo la madrugada del 16 de marzo todo eso estalló. "En mi cumpleaños, cuando tenía 14 o 15 años, supe que nací la misma fecha que falleció un hermano mío. En mis cumpleaños él (por Abelino) se encerraba en su dormitorio y no participaba. Con mi mamá era verbalmente agresivo, pero nunca vi violencia física con ella. De adolescente era más constructiva la relación, porque mi mamá intervenía y me iba a defender. Mi padre llegaba incluso a usar un hierro o un palo para las peleas. De grande se calmó; no hubo tanto maltrato. Con el fallecimiento de mi madre en 2016 yo ya no tenía casi trato con él, era muy distante, no tenía diálogo. Respecto a mis hermanos, yo creía que se llevaban bien, pero hablando con ellos descubro que no era así y ellos también estaban distanciados. Después que fallece mi mamá, al no estar mis hermanos, me quedé a cargo de él. Me encargaba de los quehaceres, pese a que él se podía valer por sí mismo. Con el tiempo ya empezó a volver a quedarse encerrado y cada vez que llegaba yo era una pelea", fue el relato del acusado ante el fiscal. Y agregaba: "A veces me insultaba, buscaba empujarme o hacerme algo y yo me iba de mi casa. Cuando él me atacaba, yo solo me iba. No hacía nada ni le contestaba. Él tenía una cuchilla arriba del ropero y siempre cuando me insultaba en tono amenazante me decía que tenía una cuchilla en su dormitorio. Alguna vez me dijo que me podía cortar entero. Yo nunca reaccioné a nada. De todo esto que pasaba en mi casa nadie sabía. Nunca me di cuenta que la estaba pasando mal, porque si bien pasaba esto, al día siguiente estaba todo como si nada o eso parecía. Mis hermanos decían que ellos se daban cuenta, pero como yo no hacía nada, ellos no hacían nada. Sentí que él no me quería y de alguna forma hacía diferencia con mis hermanos. Esto fue siempre". juicio Walter Sosa por homicidio agravado por el vínculo mató su padre Ramón Sosa.jpg Su padre lo maltrató toda la vida, él lo asesinó y ahora irá a la cárcel Foto UNO/Gonzalo Núñez Sobre el día del homicidio, Sosa recordó las circunstancias. Nuevamente aparecen la violencia verbal, las amenazas y el hostigamiento: "El día que pasó esto, vuelvo a la noche alrededor de las 22 o 23, como algo y me voy a acostar. Vuelvo a la cocina a buscar algo para tomar y me encuentro con él en el pasillo. Discutimos. Me dice algo pero no lo escucho mucho. No sé de qué me hablaba. Viene, me grita y me empuja. Le dije que salga, que se corra y él me empuja. Me quiere pegar. Él me decía que me iba a pegar puñetes. Y le dije que a nadie le iba a pegar. Cuando me quiere ir a pegar me dice 'hijo de puta, ¿vas a pelear o no?'. Él entra a la habitación y saca la cuchilla del ropero. Me acuerdo que forcejeamos. Le saco la cuchilla y después ya no recuerdo más nada. Tengo el recuerdo de que fui a lo del vecino y le dije que llame a la policía. Después no recuerdo. Tengo algunos recuerdos también de la ambulancia y de los cortes que yo tengo, pero en el momento no sé lo que sucedió". Su historia fue respaldada por familiares y amigos, con lo cual las partes solicitaron valorarlas para atenuar la pena por un delito grave. También pidieron que, de ser homologado el acuerdo, la ejecución se comience a cumplir con arresto domiciliario puesto que Sosa debe someterse a una cirugía en su abdomen para reconstruir las heridas que se hizo la madrugada del homicidio. Tras oír al fiscal, la jueza Castagno le dio la palabra a Sosa, quien admitió el hecho y dijo estar de acuerdo con la pena a cumplir. La magistrada dará a conocer su sentencia el 29 de noviembre. Mientras tanto, prorrogó la prisión preventiva domiciliaria del imputado.
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