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» Misioneslider
Fecha: 22/11/2024 18:43
En la madrugada del 7 de abril de 2023, en el barrio de Floresta, dos mujeres perdieron la vida en un trágico accidente causado por Lucas Alejandro Castro, quien conducía a alta velocidad, bajo los efectos del alcohol y la cocaína. Este hecho lamentable ha conmocionado a la comunidad y ha dejado a una familia destrozada por la pérdida irreparable de sus seres queridos. **Clarisa Zylberman (54) y Julieta Rovea (43)** se encontraban en el asiento trasero de una Renault Duster cuando fueron impactadas por la Ford Kuga conducida por Castro. La colisión fue tan violenta que las dos mujeres fallecieron en el lugar, dejando a una adolescente con graves lesiones y secuelas físicas. Las circunstancias que rodean este accidente son desgarradoras. Castro, quien tenía antecedentes de adicción a la cocaína, reconoció haber consumido alcohol y drogas antes de ponerse al volante esa fatídica noche. A pesar de sus intentos por justificar sus acciones, las pruebas presentadas en el juicio lo señalaron como responsable de un acto que cobró dos vidas y dejó a una familia destrozada. Las declaraciones de Castro durante el proceso judicial revelan un profundo arrepentimiento por lo sucedido, pero también una falta de conciencia sobre la gravedad de sus actos. Su negativa a aceptar la responsabilidad total de sus acciones, así como su historial de consumo de sustancias, plantean interrogantes sobre su idoneidad para volver a la sociedad una vez cumplida su condena. **En medio de la tragedia, la justicia ha sido implacable.** El fallo del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 2 de la Ciudad de Buenos Aires ha sentenciado a Castro a 9 años de prisión por «homicidio simple con dolo eventual». Esta decisión, aunque recurrible en instancias superiores, marca un precedente en los tribunales nacionales y envía un mensaje claro sobre las consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. Es fundamental reflexionar sobre la importancia de la responsabilidad al volante y el impacto devastador que pueden tener las decisiones imprudentes. La pérdida de vidas inocentes en un accidente evitable es una tragedia que nos recuerda la fragilidad de la existencia y la necesidad de actuar con prudencia y respeto por la vida de los demás. En memoria de Clarisa Zylberman, Julieta Rovea y todas las víctimas de accidentes viales causados por la imprudencia y la negligencia, es necesario reafirmar nuestro compromiso con la seguridad vial y la prevención de tragedias como la que ha sacudido a la comunidad de Floresta. Que este doloroso suceso sirva como recordatorio de las consecuencias devastadoras de las decisiones irresponsables al volante y como un llamado a la reflexión y la acción para evitar futuras pérdidas irreparables.
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