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  • Aldama: ¿verdad, mentira o atrevimiento?

    » Diario Cordoba

    Fecha: 22/11/2024 11:57

    Víctor de Aldama: “Sánchez es un mitómano y tiene alzhéimer. Que no se preocupe que va a tener pruebas” / EFE Los tribunales siguen marcando el paso de la vida política española y esto no cambiará en los próximos meses. Se va a acrecentar. El caso Begoña Gómez, que afecta a la mujer del presidente del Gobierno, sigue vivo y coleando mientras que el caso novio de Ayuso tendrá un nuevo capítulo en cuestión de días con otra declaración del afectado en sede judicial. La catástrofe humana y material que ha supuesto la DANA y los escalofriantes interrogantes no resueltos sobre su gestión tendrán también espacio, sin duda, ante la justicia autonómica y/o nacional. El caso Koldo, que salpica al entorno socialista y sus ramificaciones a través del exministro y extodopoderoso secretario de Organización en Ferraz José Luis Ábalos, está viviendo una nueva transformación y ha colocado en el centro de la pista al comisionista Víctor de Aldama, que con sus verdades, mentiras o afirmaciones mediopensionistas, según a quién se le pregunte, ha vuelto a agitarlo todo. Les cuento sobre esta última cuestión. No pintaba mal la jornada política de este jueves para Sánchez… pero el puñado de acusaciones de Aldama se cruzó en su camino. Hasta que llegó ese azote, había cierta calma en La Moncloa. El Ejecutivo había logrado cuadrar un círculo superado los vetos cruzados de sus múltiples (y variopintos) socios parlamentarios para lograr aprobar la reforma fiscal. Los socialistas necesitaban el hito parlamentario, así como el dinero que proporcionará la iniciativa cuando el proyecto de presupuestos sigue siendo una quimera y que Europa vea que son capaces de cumplir compromisos adquiridos ligados a la obtención de fondos. Además, seguían de ‘resaca’ después de lograr que el Partido Popular Europeo (PPE) se distanciase a última hora de la maniobra del PP español, escudándose en supuestos errores en la gestión de la DANA, para tratar de sacar de la pista a la vicepresidenta Teresa Ribera. Y de pronto… pimpampún desde la Audiencia Nacional. Alguien ha abierto fuego. Aldama declaró durante dos horas ante el juez Ismael Moreno. Buscaba demostrar que iba a colaborar con la justicia –o sea, que había decidido tirar de la manta pero ya como imputado, lo que no le obliga a decir la verdad- y, con ello, quedar en libertad. Habló, habló, habló, implicó a una gran parte del equipo de Pedro Sánchez en cuestiones turbias; se coló en todas las conversaciones del Congreso de los Diputados y forzó al presidente a salir a la palestra a tacharle de mentiroso y al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, a mover ficha y ofrecer a los grupos una moción de censura, si lo tienen a bien. Que va a ser que no. Al menos, de momento. Según el relato aldamiano, que desplegó acompañado de su reputado abogado, José Antonio Choclán, y ante el fiscal Anticorrupción Luis Pastor, además de ante el juez Moreno, el comisionista conoció al presidente porque quiso darle las "gracias" por sus gestiones empresas españolas en México. Además, dijo que había repartido abultadas comisiones a diestro y siniestro a Ábalos, su pareja, Koldo y el dirigente socialista Santos Cerdán (sí, el que de vez en cuando se va a Suiza a negociar con Puigdemont cuando las cosas de la legislatura amenazan con irse a negro…), entre otros. Y que incluso hubo otros como el ministro Miguel Ángel Torres que también quisieron cobrar pero que él, cual progenitor agobiado por las continuas demandas de propina de sus hijos, les espetó en un momento dado que no era "el Banco de España". ¿Quién no ha escuchado alguna vez esa frase en casa? Otra cosa es que te la tire a la cabeza un comisionista… o que diga haberlo hecho. Que de momento estamos en el terreno de los relatos. Y de la gran agitación política. Hay más. El imputado también aseguró ante el juez haber mantenido reuniones con otros miembros del Gobierno como la vicepresidenta Teresa Ribera –la que en breve será una de las máximas autoridades de Europa- para buscar soluciones a la España vaciada. Según su versión de los hechos, ahí estaban también el director general de Globalia-Air Europa Javier Hidalgo y, en uno de esos encuentros, apunta, estuvo Gómez. Begoña Gómez. Todos los niegan. Todos le han puesto de mentiroso para arriba. Todos le amenazan con querellas. Hasta su antaño amigo Ábalos. Anoche desde el Gobierno y desde el PSOE se hablaba de un "guionista de tercera" o de un "sinvergüenza vividor que quiere foco y va a encontrar cárcel". Bien. Él no se echa atrás. Tiene un letrado experto, caro y hacedor de conocidos pactos. Aldama fue al tribunal a cantar y a convencer a la fiscalía anticorrupción para salir de prisión y lo logró. Hasta de la polémica visita a España de la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez dio detalles de una supuesta agenda de la visita, que después se vería frustrada por una posible detención, y en la que mezcló con los nombres de otro puñado de socialistas: Ábalos, Fernando Grande-Marlaska, Ribera de nuevo, Salvador Illa y hasta la ex fiscal general del Estado, María José Segarra… Que hay más. En el rescate de Air Europa, del que también se declara conocedor, apuntó a gestiones de María Jesús Montero, Nadia Calviño, Bartolomé Lora Toro (SEPI), Pedro Saura…en el medio y, como “conocedor”, el presidente Sánchez, en el que acabaron varias de sus declaraciones. A él precisamente, quiso lanzar un mensaje dedicado a la salida de la prisión. "El señor presidente me ha llamado delincuente y personaje. Este señor tiene que saber que es mitómano y tiene Alzheimer […]. Si tantas pruebas quiere, que no se preocupe, que las tendrá". Pues no sé qué querrá Sánchez, aunque es fácil imaginarlo, pero sí sería bueno para que la ciudadanía de este país tuviera certezas que presente esas pruebas, si las tiene, cuanto antes, a fin de que la política busque soluciones antiinflamatorias y no colabore a empeorar un edema que ha crecido en la herida de la desafección política. Esa que la DANA y sus efectos, de los que desde aquí les ruego que no se olviden para seguir manteniendo luz sobre las necesidades de los valencianos, muchas y acuciantes, no han ayudado a sanar.

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