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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 22/11/2024 04:57
El miércoles 20 de noviembre, más de cien mil estudiantes de 3er. grado de todo el país participaorn en la prueba Aprender 2024 La evaluación Aprender, a través de diversos cuadernillos, busca conocer los logros de aprendizaje de las y los estudiantes tanto de nivel primario como secundario en las áreas de Lengua, Matemática, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. Y se plantea como un instrumento que permitiría conocer contextos y evaluar no solo a estudiantes sino también al sistema de enseñanza con todos sus actores con “el objetivo de obtener evidencia de carácter diagnóstico para el análisis, la reflexión y la toma de decisiones orientadas a garantizar el derecho a la educación en todos los rincones de nuestro país” Un poco de historia Durante la presidencia de Carlos Menem se instauró el Operativo Nacional de Educación (ONE) que luego continuó con las pruebas Aprender, a las que Mauricio Macri puso en foco provocando un gran debate desigual entre la enseñanza pública y privada. El dispositivo de evaluación tiene una continuidad bianual en cada nivel. Y este mes, además,, se reincorporó tras ocho años de ausencia, las evaluaciones para tercer grado de primaria. Un punto crítico después de la masiva campaña de #NoEntiendenLoQueLeen lanzada por la organización Argentinos por la Educación. A través de un hashtag y presencia masiva en medios y vía pública se dio a conocer que el 46% de los alumnos argentinos de tercer grado no alcanzan el mínimo de lectura; según los resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), de la UNESCO. Esta urgente realidad de falta de comprensión lectora estuvo presente entre los principales candidatos en la campaña presidencial de 2023, e incluso el actual presidente se comprometió a abordar el tema. El Ministerio de Capital Humano emitió un comunicado oficial señalando: “Este miércoles 20 de noviembre más de 100 mil estudiantes de 3er. grado en todo el país participan en la prueba Aprender 2024: una evaluación clave para medir la competencia lectora y fortalecer el Plan de Alfabetización”. Juan Cruz Perusia, investigador principal en Educación del CIPPEC ¿Qué esperar? El economista de la Universidad Nacional de Córdoba y Magíster en Economía de la Universidad del CEMA, Juan Cruz Perusia, y actual investigador principal en Educación del CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) destacó, en diálogo con Ticmas, que: “Las pruebas Aprender son evaluaciones que nos permiten conocer con bastante precisión los niveles de aprendizajes de los estudiantes del sistema educativo argentino en las áreas y grados que se evalúan”. Y agregó: “En nuestro país, este tipo de evaluaciones --que se conocen como estandarizadas y que se administran a gran escala (a todo un universo definido de estudiantes o a una muestra representativo de ese universo)-- se implementan desde 1993 y se han concentrado mayormente en matemática y lengua, en los grados de final del nivel primario y secundario”. Además de la evaluación de los alumnos, Perusia remarcó que “se administra un conjunto de cuestionarios de contexto que tienen como objetivo conocer las características de los estudiantes, los directores y las escuelas”. “Bien utilizada, toda esta información (resultados de aprendizaje, características de los estudiantes y las escuelas) es un insumo clave para planificar e implementar acciones que permitan mejorar el funcionamiento del sistema educativo. Por ejemplo, identificar cuáles son los factores asociados a mejores resultados, mostrar en qué áreas se requiere mejorar la formación docente o qué instituciones educativas requieren más apoyo para alcanzar los objetivos de aprendizaje establecidos”, reflexionó el especialista del CIPPEC. Aprender en una escuela secundaria de Río Negro Ticmas dialogó con la profesora de Lengua y Literatura Vanesa García quien trabaja en la Escuela Número 33 de San Carlos de Bariloche, en Río Negro, y que es actual coordinadora y docente de Lengua de segundos, cuartos y quintos años en el secundario. “Participé por segunda vez en las pruebas Aprender; en esta ocasión nos mandaron el material para el docente con anticipación sobre la modalidad de trabajo y nos mandaron un cuadernillo que ya se había utilizado a modo de prueba para que pueda poner en práctica con mis estudiantes de quinto año”, relató. La docente destacó que se formó un grupo de Whatsapp con los coordinadores de las pruebas Aprender “que nos mantenían al tanto con lo que es información, dudas, interrogantes y el contacto directo con el director de la escuela donde me tocó llevar a cabo estas pruebas”. Vanesa García, profesora de la Escuela Número 33 de San Carlos de Bariloche García --que también tiene el título de maestra de nivel primario recibida en el Instituto de Formación docente de Bariloche-- recordó que “el día de la prueba nos presentamos unos cuarenta minutos antes en la escuela designada, abrimos el material de la caja en presencia del director y quien era el coordinador de esa zona. Una vez en el aula lo que se generó fue un clima de confianza, de tranquilidad, de respeto. Se explicaron cuáles eran las pautas de trabajo, se pidió que se guardaran los celulares y no se los podía ayudar en lo que es respuestas o consultas sobre la evaluación”. Además destacó que en los dos cursos que le tocó coordinar la evaluación se comenzó con los cuadernillos de Lengua: “Los chicos estaban muy concentrados, muy callados en esta primera hora; se los notaba que resolvían. Pasado el recreo, retomamos al aula con la evaluación de matemática y ahí ya estaban apurados, ansiosos, no dedicaban tiempo”. La profesora, en base a la experiencia vivida, reflexionó: “Me parece que estaría bueno ir rotando, que un aula se empiece con la evaluación de matemática en las primera horas y en la otra con la de lengua, para tener una evaluación más real”. La cuestión de la estandarización No es la primera vez que se pone el foco en que este tipo de pruebas no contemplan las diversas realidades de las 24 jurisdicciones del país; como así tampoco las formas de entender los procesos de aprendizaje individuales en las diversas áreas. Al respecto, Perusia indicó que “la resistencia a la estandarización en la evaluación educativa surge de varios factores. Tal vez el principal se refiere al desconocimiento y desconfianza (a veces justificada) de los sujetos evaluados (estudiantes, docentes, escuelas) sobre cómo se utilizarán los resultados. Adicionalmente, muchos argumentan que ese tipo de pruebas hacen que se priorice demasiado ciertos contenidos en detrimento de una formación integral, que incluye aspectos como la creatividad o el desarrollo emocional”. Por su parte, la profesora Vanesa García reflexionó: “Siempre hay una resistencia a estas evaluaciones estandarizadas porque estos instrumentos no reflejan la diversidad que tenemos en las aulas y los procesos de aprendizajes individuales. Trabajamos en realidades socioeconómicas totalmente diferentes y culturales; así que este tipo de evaluaciones no estaría representando las habilidades del docente como de los estudiantes en un aula”. Sin embargo, Perusia subrayó que: “La estandarización de las pruebas es un proceso que solo puede ser realizado por grupos de profesionales formados para esa tarea, para generar instrumentos de evaluación de calidad que no no generen sesgos contra grupos determinados. Diseñados de esa manera, es un instrumento insustituible para generar evidencia clave de apoyo para la mejora del sistema educativo. El paso siguiente es la comunicación e interpretación de los resultados, tareas que también requieren conocer en profundidad las características de las evaluaciones”. El especialista del CIPPEC agregó: “Al igual que las pruebas nacionales Aprender, PISA, PIRLS y otras evaluaciones internacionales son evaluaciones estandarizadas a gran escala. Hasta ahí las coincidencias, Las evaluaciones internacionales dan la posibilidad de medir los niveles de aprendizaje de los estudiantes entre todos los países que participan de esas evaluaciones, un elemento que es muy útil para identificar cuáles son los sistemas que están obteniendo los mejores resultados en términos de aprendizajes. Luego, cada evaluación tiene sus particularidades con relación a las áreas que evalúa, brindando así información que muchas veces es única para esa evaluación. Por ejemplo, el estudio ERCE de UNESCO, que se implementó en la mayoría de los países de América Latina --incluida Argentina-- en 2019 y que se repetirá en 2025, posee un módulo que evalúa un conjunto de habilidades socioemocionales de los estudiantes de 6to grado; por lo tanto, se convierte en un dispositivo que brinda información única para esos estudiantes” Por último, Perusia destacó que otro tema a poner en agenda es el abandono escolar en la educación secundaria y planteó que desde CIPPEC vienen trabajando desde 2021 en los Sistemas de Alerta Temprana: “La buena noticia es que con los nuevos sistemas de información digitalizados que se están desarrollando en los sistemas educativos, hoy es posible recoger en tiempo casi real información sobre las características de los estudiantes, sus contextos y las escuelas. Luego, esta información puede ser procesada muy rápidamente (gracias a la inteligencia artificial y otras técnicas de análisis de datos) para identificar cuáles son los estudiantes que están en mayor riesgo de abandonar el sistema y, lo más importante, se pueden implementar acciones tempranamente para apoyar la continuidad educativa del estudiante en problemas”.
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