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» Elterritorio
Fecha: 22/11/2024 02:16
Esta mañana se presentaron tres testigos al debate oral. El juicio seguirá el 2 de diciembre con más testigos jueves 21 de noviembre de 2024 | 20:43hs. En la mañana de este miércoles, en la sala de audiencias del Tribunal Penal Uno de Eldorado, se llevó a cabo el tercer día de juicio contra Pablo Rafael Alves Policeno (31), acusado del femicidio de su ex pareja -Betiana Beatriz Machado (17)-, quien fue asesinada a puñaladas a mediados de 2022 a la salida de un local bailable en San Antonio. Durante la jornada, se presentaron tres nuevos testigos a comparecer. Se trata de las personas que vieron tanto a la víctima como al único imputado en la noche que Machado fue atacada, y que dieron detalles de la relación que tenía Policeno con la menor. En ese marco, la primera en brindar su testimonio fue Marina de Fátima, quien es prima del acusado y dueña del local bailable en el que estuvo la víctima y también el victimario. En su declaración, la mujer dijo que esa noche vio que Machado estaba en el lugar, donde desde las 18 hasta las 00 funciona como un local de comidas, y observó que estaba cenando acompañada del acusado y otras personas. Entre ellas, la patrona que contrató a la menor para ser niñera de su pequeña hija. En esa línea, indicó que a Betiana la conocía como la pareja de su primo y que “en el boliche estaban juntos después de la cena”, siendo la primera vez que los vio juntos en el boliche. “A Betiana la conocía muy poco pero la veía en la tarde en el boliche, donde se juntaban a escuchar música con su grupo de amigas”, agregó. Ante la consulta de las partes de sí los vio salir del lugar, la mujer contó que “me acuerdo que esa noche -después del boliche- salió con otra chica. Él (Alves Policeno) salió un poco más tarde y se subió a una moto a fumar cigarrillo, pero para ese entonces ella ya se había ido”. Respecto a cómo la vio al momento de irse, detalló que “se notaba que ella estaba apurada y salieron medio rápido con la amiga, por el sector de abajo”. Por otro lado, expresó que dos semanas atrás del crimen los vio en un bar a los dos, en el barrio Rosas, pero no los notó nerviosos. Incluso, aseguró que no había visto una pelea de ellos nunca. En ese contexto, explicó que no sabía que Alves tenía antecedentes por violencia de género. Luego fue el turno de quien era patrona de la víctima -quien la contrató como niñera-. En su testimonio las partes advirtieron que hubo muchas contradicciones en relación a su primera declaración en instancia de instrucción, haciendo hincapié que no quedaba claro si Betiana llevaba a la casa, en su hora de trabajo, al imputado o a un joven conocido como Carlos (con quien la menor mantenía una relación amorosa, luego de una reciente separación con el acusado). De lo más relevante su testimonio, se destacó que en la noche anterior al crimen mencionó que se encontraba con la víctima, cenando y que observó que la víctima primero saludó con un beso a un chico -luego se supo que se trataba de Carlos Pereyra- y que momentos después llegó otro sujeto -Alves-, a quien Betiana también saludó afectuosamente. Por otro lado, mencionó que la última vez que vio a la víctima fue antes de irse del boliche, al cual mencionó que asistió para ver un grupo musical que brindó un show. Luego, se fue con otros amigos hacia la localidad de Irigoyen. “Me dijo que la molestaba” En tanto, la ronda de testigos de la tercera jornada de debate la cerró Carlos Pereyra, quien estaba conociendo a Betiana hacía poco tiempo y trabaja como bartender en el boliche. Pereyra comenzó relatando que conocía a Betiana desde hacía meses porque vivía cerca de su casa. Con relación a esa noche, expresó que vio que ella ingresó al negocio aproximadamente a las 20:00 para comer, acompañada de un grupo de personas en la que se encontraba Alves, de quien sabía que era la expareja de Betiana y que se habían separado hace poco tiempo. En esa línea, expresó que la saludó dándole la mano y que era la primera vez la vio ahí, durante los 6 meses que llevaba trabajando en el lugar. "Me pareció extraño verla con él", expresó el testigo, alegando que en un momento cuando él se encontraba pasando por la mesa donde estaba la víctima, “ella me agarró el brazo y me dijo que él la estaba molestando, por lo que le advertí que le podía sacar del boliche si seguía con esa actitud". Finalmente, mencionó que horas después supo que Machado se fue del boliche acompañada de una amiga, a quien dijo conocer como Antonella, pero que él no la vio retirarse. En ese contexto, señaló que “cuando pasadas las 1 de la madrugada, ella me dijo que se quería ir. Yo me ofrecí para llevarla, pero le dije que tenía que terminar de hacer unos tragos que me pidieron. Le dije que me esperara afuera pero cuando salí no estaba más”. "Esa noche no me dijo que le acompañe, yo me ofrecí", ratificó ante una nueva pregunta de las partes, aclarando también que desde que se ofreció a llevarla hasta que salió y no la vio más pasaron alrededor de 30 minutos. “Después vino la amiga y me dijo que le habían acuchillado”, reveló el joven que afirmó tener una relación amorosa no tan seria con la víctima. Por último, mencionó que llegó a ir al hospital para verla y que ella sólo le mencionaba que le dolía mucho el cuerpo, pero de qué sucedió esa madrugada o quién la atacó “no se acordaba de nada”. Terminado su testimonio, el debate oral llevado a cabo en el Tribunal Penal Uno de Eldorado entró en un cuarto intermedio hasta la mañana del próximo lunes 2 de diciembre, en la cual se prevé que se presenten los últimos testigos del debate, para luego pasar a los alegatos de la fiscalía y la defensa de Alves Policeno.
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