25/11/2024 04:14
25/11/2024 04:13
25/11/2024 04:13
25/11/2024 04:13
25/11/2024 04:13
25/11/2024 04:13
25/11/2024 04:13
25/11/2024 04:12
25/11/2024 04:11
25/11/2024 04:11
» Tumisiones
Fecha: 21/11/2024 20:33
Tras un encuentro por zoom anoche con el PRO, la UCR y EF, los mandatarios definieron pedir una mesa de negociación con Francos y Caputo para reabrir el diálogo de cara a diciembre. La oposición presiona para bajar el DNU de canje de deuda, pero el Gobierno no está dispuesto a ceder. Luego de que el oficialismo cerrara la persiana de diálogo por el Presupuesto 2025 hasta que terminen las sesiones ordinarias, los gobernadores quieren recrear una mesa de negociación. Mientras, persiste la presión por la amenaza de rechazar el DNU 846 que flexibiliza el canje de deuda y, ante este escenario, el Gobierno se mantiene intransigente: fuentes oficiales le aseguraron a BAE Negocios que no hay margen de negociación posible y los pedidos de los mandatarios provinciales no serán concedidos. Tras el fracaso del intento de sesionar por el proyecto de Ficha Limpia, el oficialismo pudo respirar por unas horas, antes de que llegue la nueva convocatoria para tratar el 846, firmada por Encuentro Federal, los radicales blue de Democracia Para Siempre y Unión por la Patria, para el próximo martes a las 15. El primer intento para voltear ese decreto fue la semana pasada pero los gobernadores desactivaron la sesión. Hubo amagues para reflotarla este jueves pero no juntaron a los 129 y, finalmente, decidieron insistir la semana que viene. La oposición, a cinco días hábiles de que culminen las ordinarias, está empecinada en abrir el recinto para forzar un dictamen o un emplazamiento del Presupuesto, ante la suspensión del dictamen que habían prometido para el martes pasado. A su vez, creen que rechazando el DNU 846 -el cual habilita al Ejecutivo a reestructurar deuda en cualquier moneda, sin autorización del Congreso y sin cumplir con los requisitos de la Ley de Administración Financiera-, le darían una herramienta a los gobernadores para negociar el Presupuesto 2025, dado que al Gobierno no le quedaría otra opción que empujar por su aprobación para mantener esa flexibilización. En Casa Rosada tienen otra lectura: “Los gobernadores se estarían pegando un tiro en el pie si rechazan ese DNU. Una mejor calificación crediticia para el país repercute en las provincias y las empresas que necesitan seguridad jurídica para tener inversiones. No nos preocupa”, deslizaron en diálogo con este diario desde un importante despacho en Balcarce 50. El pedido de sesión especial corrió después de que los gobernadores mantuvieran un encuentro por zoom con el PRO, la UCR y Encuentro Federal este miércoles a las 19. Participaron los jefes de bloque Cristian Ritondo (PRO), Rodrigo De Loredo (UCR) y Miguel Ángel Pichetto (EF). De allí trascendió, según pudo averiguar BAE Negocios, que los gobernadores van a pedirle al jefe de Gabinete, Guillermo Francos y al ministro de Economia, Luis Caputo, una “mesa de negociación para acordar el Presupuesto en extraordinarias”. Ninguno de los presentes en ese encuentro virtual firmaron el pedido de sesión para el DNU -ni Pichetto, cuando su bloque fue el que lo encabezó- y en los pasillos del Congreso aseguran que los votos para avanzar con esa sesión no están: los gobernadores no quieren embarrar más la cancha. En ese sentido, la reunión que piden -que sería para el lunes 25- sería un primer paso que condicionan a que tenga un buen resultado metiendo presión con la sesión del día siguiente, pero de cara a conversarlo durante diciembre. “No vamos a ceder con ninguno de los pedidos. Están pidiendo que les demos 3,7 millones de dólares. No va haber Presupuesto sin déficit cero”, descartaron desde Casa Rosada, ante la posibilidad de llegar a un acuerdo. Para el Gobierno ese “consenso” solamente es posible si no se altera el equilibrio fiscal y, para eso, sostienen que tiene que aprobarse su versión del Presupuesto. “Es el nuestro o nada”, repiten como loros desde hace meses. La estrategia es acorralarlos congelando el debate parlamentario hasta que terminen las ordinarias -solo falta una semana-. Los gobernadores entienden que la negociación se daría en diciembre, durante extraordinarias. Sin embargo, al oficialismo tampoco le interesa que haya un ida y vuelta de modificaciones como fue con la Ley Bases y, si no pasa como por un tubo, preferirán prorrogar directamente el de 2023. A la presión por la sesión del martes se suma que el peronismo del Senado está preparado para abrir el recinto el jueves y, sobre el pucho, derogar el 846: ahí será clave el rol de la vicepresidente, Victoria Villarruel, puesto que la oposición, de no conseguir tratarlo inmediatamente, reabrirá el debate sobre si las Cámaras pueden o no sesionar fuera de las ordinarias para tratar un DNU aunque la presidencia no lo convoque. Fuente: BAE
Ver noticia original