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Parana » Ahora
Fecha: 21/11/2024 20:27
La presidenta de la Sala Civil del Superior Tribunal de Justicia, Gisela Schumacher, negó haber incurrido en actos arbitrarios al dictar sentencias al presentar un descargo en Diputados rechazando el pedido de juicio político que le promovió el intendente de Santa Elena, Domingo Daniel Rossi. En el escrito, Schumacher explicó con detalles que no hay cambio de posición en sus votos y solicitó que se desestime la denuncia y se proceda al archivo. La vocal del STJ afirmó que no existe contradicción en sus votos emitidos el 17 de abril y el 22 de octubre de este año debido a que del análisis surgen dos procedimientos completamente distintos en cuanto a su normativa regulatoria. En el primer voto, Schumacher rechazó el recurso extraordinario provincial en la causa denominada Megajuicio que tiene como protagonistas a Sergio Urribarri, Juan Pablo Aguilera y Pedro Báez. Con esa negativa los condenados no podían llegar a la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, en octubre concedió el recurso extraordinario federal para que los imputados vayan a reclamar a la Corte. Concretamente, Schumacher refutó las acusaciones de “cambio de postura” en dos fallos judiciales recientes, señalando que la diferencia entre ambos fallos radica en la aplicación de los requisitos formales y sustanciales de los recursos extraordinarios, y no en un cambio de criterio personal; por el contrario, mantuvo su posición. La denunciada, además, refiere la ausencia de contradicción en su accionar judicial, fundamenta la independencia judicial y el contenido de las sentencias. En particular, el escrito de la jueza sostiene que la independencia judicial es un pilar fundamental del Estado de derecho moderno, y que esta garantiza que los jueces puedan tomar decisiones imparciales, sin presiones externas, ni temor a represalias. En su descargo, mencionó que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que “aunque el procedimiento de juicio político está previsto para juzgar a magistrados, (…) la crítica a sus decisiones, por más dura que ella sea, no puede conllevar su acusación o juicio, en el sentido de que dicha conducta encuadra o no en la causal que motivó la crítica. Variar la esencia del control político solo porque no se comparte el contenido de una sentencia, importaría desnaturalizar las garantías del debido proceso, lo anterior debe operar sujeto a criterios objetivos, observando que las conductas o fallos que se cuestionan, encuadren en las causales de juicio político previstas en la ley que permita un control cuando se aplique a jueces y juezas, refiere el sistema de la separación de poderes y que ya dicho control es un mecanismo de rendición de cuentas sin menoscabo de la independencia”. A partir de esta premisa, Schumacher argumentó que el hecho de que una parte no esté de acuerdo con el contenido de una sentencia no implica necesariamente que el juez haya actuado de manera arbitraria o ilegal. Continúa explicando que las decisiones judiciales son complejas y que, en ocasiones, pueden generar descontento en algunos sectores de la sociedad. Cambios de postura Schumacher mencionó que el denunciante, Rossi, la acusa de “cambiar de postura” en dos fallos judiciales recientes; sin embargo, argumentó que no ha habido un cambio de postura, sino que la diferencia entre los fallos se debe a la aplicación de los requisitos formales y sustanciales de los recursos extraordinarios. Schumacher discute que la acusación carece de fundamento porque no se está considerando el contexto procesal en el cual se dictaron las sentencias. En su razonamiento, el proceso judicial se desarrolla en diferentes etapas, y cada una de estas etapas tiene sus propias reglas y requisitos. Por lo tanto, no se puede analizar una decisión judicial de forma aislada, sino que es necesario considerarla dentro del marco del proceso completo. Explica que el primer fallo cuestionado, del 17 de abril de 2024, se dictó en el marco de un recurso de queja. En este tipo de recurso, explicó la jueza, el tribunal solo analiza si se cumplen los requisitos formales para la admisibilidad del recurso, sin entrar a considerar el fondo del asunto. En este caso particular, el tribunal compuesto por tres miembros, entre ellos Schumacher, decidió rechazar el recurso de queja porque no se cumplían los requisitos formales necesarios. El segundo fallo cuestionado, del 22 de octubre de 2024, se dictó en el marco de un recurso extraordinario federal. Este tipo de recurso, a diferencia del recurso de queja, sí permite al tribunal analizar el fondo del asunto, es decir, revisar la cuestión de fondo que se plantea en el caso. En este caso particular, el tribunal compuesto por tres miembros, entre ellos Schumacher, decidió conceder el recurso extraordinario federal porque consideró que existían argumentos suficientes para que la Corte Suprema de Justicia de la Nación revisara el caso. A partir de esta explicación, la vocal indicó que no ha habido un cambio de postura arbitrario, sino que sus decisiones se basan en la correcta aplicación de las normas procesales que rigen cada etapa del proceso judicial. En otras palabras, la diferencia entre ambos fallos no se debe a una modificación de su criterio personal, sino a la naturaleza y los requisitos propios de cada recurso judicial. Su defensa se centró en demostrar que no ha habido arbitrariedad en su accionar, sino que ha actuado de acuerdo con las reglas y los procedimientos judiciales establecidos.
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