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» Diario Cordoba
Fecha: 21/11/2024 11:13
"Ya tengo los resultados. ¿Crees que eres positiva o negativa?". A simple vista, uno podría creer que este diálogo trata sobre el covid. Sin embargo, es lo que el ingeniero e investigador catalán Elies Campo le preguntó a su hermana justo antes de revelarle que su teléfono móvil había sido infectado con Pegasus, el infame software de espionaje fabricado en Israel capaz de infiltrarse en los dispositivos y robar todo su material sin que las víctimas lo sepan. Su padre y su madre también fueron vigilados. "¡Toda la familia hackeada!", lamenta Campo con incredulidad. Esta es una de las escenas clave de 'Surveilled: bajo escucha', el nuevo documental de HBO Max que rastrea el escándalo internacional, trazando un hilo que conecta a los responsables de esta poderosa arma de ciberguerra con algunas de sus víctimas. La obra, que se estrena hoy en la plataforma, expone a España por la "vigilancia masiva" perpetrada contra 65 políticos, activistas, abogados y miembros de la sociedad civil favorables a la independencia en Catalunya. "No oblidem", ha recordado este jueves la organización sobiranista Òmnium Cultural, que ha pedido difundirlo. Para ello, sigue los pasos del periodista Ronan Farrow, ganador del Premio Pulitzer por ayudar a desvelar los abusos sexuales perpetrados por el magnate cinematográfico Harvey Weinstein, en un viaje que lo lleva de Nueva York a California, Tel Aviv, Toronto, Barcelona, Girona y Washington. Abusos en todo el mundo La primera parte del documental, por los documentalistas Matthew O'Neil y Perri Peltz, se centra en explicar el funcionamiento de Pegasus. Su fabricante, NSO Group, asegura que solo vende su programa espía a gobiernos para combatir el crimen y el terrorismo. Farrow accede a sus oficinas para hablar con su fundador, Shalev Hulio, y con empleados convencidos de que Pegasus "hará del mundo un lugar mejor". Ese relato cuidadosamente diseñado por los equipos de relaciones públicas de la firma de cibervigilancia contrasta con la realidad. Múltiples investigaciones han documentado cómo algunos de los 41 países clientes han abusado de esta herramienta para perseguir a políticos de la oposición, disidentes o reporteros incómodos, entre otros. "Vivimos en una época en la que hay un evidente retroceso democrático; las prácticas autoritarias se extienden por todo el mundo", explica en un momento Ron Deibert, director de The Citizen Lab, el centro de investigación canadiense que destapó el escándalo conocido como 'Catalangate'. "Estoy convencido de que la industria de la vigilancia es uno de los principales factores que contribuyen a estas tendencias". Cataluña, en el centro Ningún caso es más brutal que el de Jamal Khashoggi, el periodista de The Washington Post ejecutado y descuartizado presuntamente por orden de Mohammed Bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí. El caso de Khashoggi despertó una breve ola de indignación mundial, también dentro de NSO. "Decidí dejar la compañía tras su asesinato (...) muchos otros despertaron y vieron lo que sucedía a su alrededor", confiesa a Farrow un exempleado que asegura que la firma es consciente de esos abusos. En su segunda mitad, 'Surveilled' opta por centrarse en enfocar el caso catalán, ejemplo paradigmático de un espionaje "por razones políticas" a gran escala que se extiende desde la administración pública a la sociedad civil. Para ello, Farrow cede parcialmente el protagonismo a Campos, ciberinvestigador de Citizen Lab encargado de rastrear el virus y detectar qué móviles fueron infectados. Él sirve como puente para conocer brevemente los casos del eurodiputado Jordi Solé y del activista Joan Matamala, vigilado con Candiru, otro spyware israelí. Sin embargo, la historia da un giro cuando Campos, exempleado de WhatsApp, compañía que llevó a NSO a los tribunales por haber violado sus sistemas, descubre que su familia también ha sido víctima de Pegasus. El documental señala que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), dependiente del Gobierno español, reconoció haber vigilado a 18 personas previa autorización del Tribunal Supremo. Sin embargo, no especifica que Madrid no ha dado detalles sobre el resto de víctimas catalanas, que podrían haber sido espiadas de forma ilegal. Así lo indica una querella presentada la semana pasada en Barcelona contra los responsables de NSO Group, la primera de este tipo en Europa.
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