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  • Cuál fue el primer error de Warren Buffett y qué se puede aprender de él

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 21/11/2024 09:51

    Warren Buffett, a los seis años, vendía chicles en su vecindario combinando habilidad numérica con curiosidad por el dinero (Bloomberg) A los seis años, un niño llamado Warren Buffett recorría las calles de su vecindario vendiendo paquetes de chicles. Armado con una habilidad temprana para los números y una curiosidad innata por el dinero, no imaginaba que estas primeras aventuras marcarían el comienzo de un camino que lo convertiría en uno de los inversionistas más exitosos de todos los tiempos, con una fortuna superior a los USD 145.000 millones y el liderazgo de la poderosa Berkshire Hathaway. Sin embargo, su éxito no fue inmediato. Una anécdota de su juventud revelada en el libro escrito por Alice Schroeder, “La bola de nieve: Warren Buffett y el negocio de la vida”, ilustra cómo aprendió las valiosas lecciones que guiarían su vida financiera. Primeros pasos en el emprendimiento Desde muy joven, mostró ingenio para generar ingresos. A los seis años, compraba paquetes de chicles a su abuelo y los revendía en su barrio. Más tarde, vio una oportunidad más lucrativa en la venta de Coca-Cola, obteniendo una ganancia de 5 centavos por cada seis botellas vendidas. También se dedicó a la venta de pelotas de golf usadas en el campo de golf Elmwood Park y de maní y pochoclos en los juegos de fútbol de la Universidad de Omaha. Estas actividades le permitieron ahorrar y también alimentaron su interés por el negocio. Este enfoque en la acumulación y la reinversión de dinero formó la base de su filosofía financiera. La experiencia temprana de Buffett en ventas le enseñó principios clave sobre la acumulación y reinversión de dinero (REUTERS) A los 11 años, inspirado por el libro One Thousand Ways to Make USD 1.000 que encontró en la biblioteca, decidió probar suerte en la bolsa. Había ahorrado USD 120, que en 1942 representaban un monto considerable para un niño. Con este capital, compró tres acciones de Cities Service Preferred por USD 38,25 cada una, tanto para él como para su hermana Doris, a quien incluyó como socia. Sin embargo, poco después de la compra, el precio de las acciones cayó a USD 27, lo que generó una gran preocupación para Buffett, amplificada por los comentarios constantes de su hermana. Cuando el precio subió nuevamente a USD 40, decidió vender las acciones para obtener una pequeña ganancia de cinco dólares por acción. Poco después, las acciones se dispararon a USD 202 cada una, una amarga lección para el joven inversionista. Lecciones aprendidas de la primera inversión De esta experiencia, extrajo tres principios fundamentales que marcaron su carrera como inversionista: No obsesionarse con el precio pagado por una acción : Buffett aprendió que el precio inicial de una acción no debe ser el principal foco de atención. Lo importante es el potencial de crecimiento a largo plazo del activo, algo que no comprendió al vender apresuradamente sus acciones. Evitar vender para obtener pequeñas ganancias : este error le enseñó la importancia de la paciencia en las inversiones. En lugar de buscar ganancias rápidas, Buffett adoptó una visión a largo plazo, esperando el momento óptimo para maximizar el rendimiento. No invertir dinero ajeno sin confianza en el éxito: al involucrar a su hermana Doris, experimentó la presión extra de manejar dinero de otros. Esto lo llevó a establecer una regla clave: solo invertir cuando se tiene certeza de las probabilidades de éxito. Una amarga lección inicial sobre inversiones fue decisiva en la carrera de Buffett, influyendo en sus principios financieros (REUTERS) Estas lecciones se convirtieron en los pilares de su filosofía de inversión, que combina paciencia, análisis profundo y un enfoque en el valor intrínseco de los activos. El impacto del interés compuesto Una revelación temprana en la vida de Buffett fue el poder del interés compuesto. Inspirado por el libro que había encontrado en la biblioteca, comprendió cómo el tiempo y la reinversión podían transformar una pequeña suma en una gran fortuna. Esta idea se convirtió en el núcleo de su estrategia: invertir en activos que generen rendimientos constantes y reinvertir esas ganancias para crear un efecto acumulativo. Su historia es un testimonio de cómo los fracasos iniciales pueden convertirse en oportunidades de aprendizaje. Con el tiempo, perfeccionó su enfoque, fundó asociaciones de inversión y asumió el liderazgo de Berkshire Hathaway, convirtiendo una empresa textil en un imperio diversificado con inversiones en sectores como seguros, energía y transporte. Hoy en día, a sus 94 años, sigue siendo un referente en el mundo financiero.

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