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Parana » Ahora
Fecha: 20/11/2024 11:38
El ruido provocado por la música a alto volumen es un problema común en la convivencia diaria de los vecinos. Discusiones y peleas son un motivo común de intervención policial, en especial durante los fines de semana. Un caso grave de un incidente vecinal ocurrido en Paraná llegó al Poder Judicial. En este caso hubo riesgo de muerte para dos personas, pero la investigación logró determinar que se está ante un caso de exceso en legítima defensa y por eso planteo una pena de prisión condicional. El juez del Tribunal de Juicio y Apelaciones, Alejandro Grippo, recibió el acuerdo de juicio abreviado celebrado entre el fiscal Juan Manuel Pereyra y el defensor Franco Azziani Cánepa. Ahora el magistrado resolverá si acepta o rechaza el proyecto presentado por las partes. Música alta, un problema En la noche del 10 de enero de 2021, el calor se sentía en Paraná. Durante la tarde el termómetro llegó a superar los 30 grados. Ese domingo en el barrio Francisco Ramírez, la música sonaba fuerte en calle Tadeo Jordán y Guernica. Al parecer, la pareja de Emiliano González les pidió a unos vecinos que bajaran el volumen de la música. Se cree que no recibió la mejor respuesta y esto causó que Emiliano Eduardo González, munido de un arma de fuego, se hiciera presente en el domicilio de Marcelo Domingo Vargas, acompañado de otras personas, también armadas. Tras un violento y breve cruce de palabras, González efectuó un número no determinado de disparos contra Domingo Damián Vargas, que resultó baleado en la ingle derecha, en tanto que otro de los proyectiles alcanzó a Marcelo Domingo en la zona de la mejilla izquierda, provocándole fractura de maxilar inferior. González nunca declaró en el proceso. Solo reconoció en la audiencia de este martes, en la que estuvo presente AHORA, su responsabilidad en el hecho imputado. Llamados no atendidos por el 911 Durante la Instrucción Penal Preparatoria (IPP) quedó establecido que entre los González y los Vargas había problemas de vieja data. Es más, en varias oportunidades se habían desafiado. Un dato alarmante es que la División 911 recibió varios llamados advirtiendo situaciones violentas por parte de los Vargas y no acudió. Previo a que se desencadenara el violento hecho, hubo llamados de un vecino de González al 911 donde informa que “los Vargas están buscando problemas” e inmediatamente aclaró que “un hombre está amenazando a mi mamá”. Luego de ese llamado, hay otro pedido de intervención policial, pero de otro vecino que indica que los Vargas fueron a “hacer quilombo a su casa”. A los pocos minutos, otro vecino también advierte lo mismo al 911. “Ahora a la tarde, hace un rato, les siguen cascoteando la casa; va a ser una catástrofe porque están todos armados”, y pidió: “Hagan algo en Barrio Pancho Ramírez, donde está el Club Banfield. Están armados, y encima van otros parientes y se va a armar una”. Luego el 911 recibió otra llamada donde se escucha una mujer que, gritando, pide un móvil, da la dirección y refiere que se están peleando los Vargas. Los llamados siguieron, pero la Policía no apareció hasta que González fue a la casa de las ahora víctimas y las baleó. La Fiscalía consideró con la defensa del acusado que “González se encontró inmerso en un exceso intensivo en esa actuación integral, lesionando más allá de lo racionalmente necesario a ambos miembros de la familia Vargas, pues contaba en ese momento con otras opciones o posibilidades defensivas para que el agresor desistiera de la agresión”. En ese sentido, la fiscalía sostiene que “González reaccionó por un estado pasional que incidió, llevando al autor a imprimir a su acción de defensa o salvamento una innecesaria intensidad, teniendo en cuenta que no era racionalmente necesario recurrir al uso de un arma de fuego para repeler la agresión antijurídica de Vargas”. Después de ese episodio violento la situación entre las familias se calmó y no se registraron nuevos incidentes. La Fiscalía consideró que el acusado debe ser condenado por la figura del delito de homicidio en grado de tentativa con exceso de la legítima defensa. Y acordó una pena de dos años y seis meses de cárcel más reglas de conducta por dos años. En los próximos días el juez Grippo dará a conocer su veredicto.
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