Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • “Hay que regionalizar las competencias ante la falta de presupuesto”

    » Elterritorio

    Fecha: 20/11/2024 11:14

    Marcelo Caso es promotor del atletismo en Misiones. En una entrevista se refirió a la situación económica actual y una posible solución para no perder pisada competitiva en el país miércoles 20 de noviembre de 2024 | 7:00hs. “El deporte ya no se centra sólo en Posadas; hay infraestructura de nivel en toda la provincia”, señaló. Víctor Paniagua Nació en Rosario y su amor por los deportes no tardó en aparecer. Fue jugador de fútbol y se recibió de profesor de Educación Física, aunque encontró en el atletismo su pasión definitiva. Conocedor como pocos en la materia, aquel santafesino llegó a Misiones para revolucionar una disciplina que estaba algo apagada en Oberá. Los enormes esfuerzos de esos tiempos hoy son elogiados por los sabios entendidos, a tal punto que en la actualidad le confían parte de la logística dentro del Ministerio de Deportes de la provincia. Marcelo Fabián Caso (57) no solamente revitalizó el atletismo misionero sino que, además, fue pieza importante para el desarrollo formativo de grandes atletas que empiezan a tomar la posta. Hoy Misiones tiene una base sólida para profesionalizar a sus deportistas gracias a la infraestructura, el trabajo de contención y los ambiciosos proyectos regionales. Todo fue posible gracias a personas como Caso, personas comprometidas con la causa. ¿Cómo empezó tu relación con el deporte? Desde los 7 años ya practicaba judo de forma sistemática y lo hice hasta los 12 años, hasta que llegué al fútbol. Había mucho apoyo de la familia en ese momento. Estábamos a diez cuadras del club Central Córdoba y era ir tres veces por semana caminando con mi mamá. Tengo que decir que sin ese esfuerzo no hubiese empezado nada. Con el baby fútbol logré destacar junto a mi hermano Ricardo hasta que nos llamó Newell’s, y eso que soy Canalla a muerte como toda mi familia (entre risas). Tenía 12 años y fuimos a un semillero importante, competitivo. Fue una experiencia que me marcó pero en ese momento también empecé a hacer actividades en atletismo desde la escuela técnica secundaria en la que estudiaba. En esa época no estaban los Juegos Evita pero sí había intercolegiales y me llamaron para llevar la antorcha de los Juegos Cruz del Sur en 1982. Así corrí un kilómetro y medio con ese honor y terminé representando a la escuela en las pruebas de semifondo y fondo. Algunos me preguntaban por qué cambiaba el fútbol por el atletismo, pero simplemente les respondía que era una pasión. Tanto fue así que nunca más lo dejé. Con el correr del tiempo incursioné en competencias pero también lo hice en la parte de entrenamientos con los cursos necesarios. El deporte también me marcó a la hora de elegir mi carrera. Cuando estaba en la secundaria todos decían que lo mío eran los números, yo sentía lo contrario. Comencé ingeniería en la Universidad Tecnológica de Rosario y después decidí de grande, a los 22 de edad, optar por el profesorado de Educación Física. Ya en cuarto año de la carrera podía empezar a trabajar de maestro y desde ahí no paré más. ¿Qué viste en el atletismo? Al deportista hay muchas cosas que lo atraen y en mi caso me sentía más cómodo y reconocido por el grupo atlético en las competencias. En el fútbol la sensación era de exigencia extrema, aún más estando en un equipo con proyección profesional como Newell’s. Hubo situaciones que decidieron que continúe con el atletismo. Pero acá tiene mucho que ver el llamado que me hicieron para representar a la escuela en los intercolegiales. Hacíamos pretemporada en Chilecito y eso me marcó. No lo vivía con el fútbol. Creo que por ahí viene mi decisión. Es importante contar con un motor como el profesor de turno que te brinda la confianza y el apoyo para que sigas ligado al deporte. Yo no era talentoso en el atletismo. En cinco mil metros hacía un tiempo de 18,20, por ejemplo, y no se destacaba en Rosario, hasta había otros 100 con esa marca. Pero a veces no es sólo el talento, sino el contexto. ¿Qué te trajo a Misiones? Estoy agradecido con la formación que tuve en mi ciudad de origen, pero la adopción de ser misionero la siento en el corazón. Se fue dando de manera particular esta unión y siempre voy a estar agradecido de cómo me recibieron y las posibilidades que me dieron. Me casé en 1999 con una profe obereña, en el 2001 nació Abril, en el 2003 Santiago y siempre tuvimos la idea con la mamá de mis hijos de venirnos a Oberá porque era una vida más tranquila. En el 2004 ya estaba todo dicho. Ella decía que la vida para los chicos era mejor en Misiones y la verdad es que le tengo que dar la razón; en Rosario hay grandes oportunidades, pero lo principal se puede perder cuando estás en grandes ciudades. Una vez instalado empecé como reemplazo en escuelas públicas de las chacras y fue lo mejor que me pasó. No conocía esa realidad en Rosario y te puedo asegurar que los chicos de las colonias te brindan una enseñanza tremenda que la voy a valorar siempre. Ya en el ámbito deportivo, la Municipalidad, en boca de Daniel Staudt, me dejó a cargo de la pista del Ian Barney. Me dijo que en su momento tenía mucha actividad, necesitaba que levantara a ese gigante dormido. En eso me sentí muy cómodo porque me gustaba. En Rosario estaba a cargo de dos disciplinas específicas, tenía las capacitaciones de la Iaaf y entrenaba a grandes atletas que hasta tenían títulos sudamericanos. Pero acá tenía que empezar de cero. Si bien Oberá tiene una rica historia en el atletismo, en ese momento que llegué estaba todo un poco dejado. Finalmente se pudo reactivar con chicos que iniciaron en distintas pruebas en la escuela municipal. Eso me llena de orgullo porque logramos armar una estructura, activar el atletismo y hoy el legado continúa. En todos lados se necesita un motor aunque se tiene que tener pasión y ganas para serlo. El motor es el profe y en ese momento me tocó a mí. Obviamente que Misiones tiene una rica historia en el atletismo, no fui el primero, pero cumplí con esa etapa. Entrenaste el primer equipo de OTC. ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Te animarías a volver? Me gusta mucho la preparación física en todos los deportes. En Santa Fe, por ejemplo, pude trabajar con equipos de primera división de hockey femenino más de tres años. En Oberá, en tanto, tuve la oportunidad de trabajar en una disciplina colectiva como el básquet. Primeramente fue el Aemo en mis horas libres y como no era del palo trataba de estudiar al máximo para pasar mi experiencia en deportes individuales. En 2008 el entrenador José Luis Pisani solicitó que me incorporara a OTC. Agarré justo el año que se ascendió y la primera temporada del TNA se logró mantener la categoría para nunca más descender. Fue una experiencia linda, pero entendí que era un momento. Ni loco agarro ahora. Me gusta por todo lo que representa, la adrenalina y lo que se aprende con los atletas profesionales. Pero ya pasaron más de 15 años y desde hace ocho que estoy en la gestión de logística. Hoy no estoy actualizado en cuanto a preparación física, estoy en desarrollo y formación de chicos y chicas. Me ocupo de mejorar las condiciones para que sigan vinculados al deporte. Hay que estar preparados y hay momentos. Cuando lo tomé estaba con todas las pilas y hasta me asesoraban en Rosario, pero fue una etapa hermosa, de pasión y crecimiento que llegó a su fin. ¿Cómo ves la evolución de la infraestructura deportiva en Misiones? ¿Qué está faltando? Siempre tuvimos talento, tuvimos motores en distintos lugares de la provincia como Concepción de la Sierra, profesores que dejaron su semilla. Pero al mismo tiempo también hubo contras como la infraestructura. Al principio no teníamos la pista central del Cepard y por suerte en el 2019 se pudo realizar. Desde ese momento, justo después de la pandemia, hubo un click importante. No solamente por el entrenamiento sino por las competencias que se podían realizar con esta pista. El poder traer campeonatos nacionales logró motivar a los chicos. Si bien siempre hubo atletas que se destacaron, entre 2020 y 2023 hubo una presencia muy fuerte de Misiones en el atletismo nacional. Muchos que lograron medallas en Sudamericanos, en distintas categorías. Antes atletas como Valeria Barón o Micaela Barrios necesitaban ir al Cenard para ir a una competencia internacional. Hoy estamos logrando que se queden en la provincia, como es el caso de Agustín Da Silva, y sean representantes nacionales con proyección internacional. Podemos decir que la infraestructura es importante. Pero tengo que añadir que una de las cosas que nos complica son las distancias hacia centros de rendimiento de mayor desarrollo como es el centro del país. Le estamos tratando de encontrar la vuelta a este inconveniente y de a poco lo vamos haciendo. La solución es que no solamente hay que pensar en los nacionales como tal, es decir que un atleta de Ushuaia tenga que venir hasta acá para el torneo sub 23 o que la delegación de Misiones se traslade a La Pampa y San Luis, sino que lo tenemos que reemplazar con competencias regionales. Cuando hablo de Regional me refiero al organizar torneos con participantes del NEA, del sur de Brasil y Paraguay. Es decir zonas que están cercanas a la provincia. El año pasado Misiones fue sede del ABP (Argentina, Brasil y Paraguay) en la categoría sub 20. Fue el puntapié inicial que dejó buenas sensaciones. Este año se propuso como sede a Foz de Iguazú en abril y Paraguay fue con un equipo A fuerte en sub 20. Argentina, por su parte, se había bajado pero nosotros le solicitamos a la Cada que nos inscribiera como provincia, que nos hacíamos cargo de los gastos. Así lo hicimos y la experiencia fue muy importante. El año que viene el torneo se realizará en Encarnación. Esto hace que los chicos tengan una buena competencia, que sea más accesible el viaje y los gastos. Lo que le estamos tratando de hacer entender a las provincias es que en estos momentos difíciles, de poca inversión en el deporte, lo más importante es regionalizar. Que los chicos no tengan que hacer más de 500 kilómetros para su competencia. Es una de las cosas que estamos apuntalando a nivel nacional para que se pueda dar esta vuelta de rosca para adaptarnos. Horacio Anselmi, entrenador reconocido nacional, ya nos dijo que ven a Misiones como un centro importante para el desarrollo de distintos deportes. Estamos bien vistos. Acá hay infraestructura que no existe en otros lugares del país, como el Centro de Lucha. Falta infraestructura pero tenemos la mayoría, estamos cerca de poder hacer unos Juegos Multideportivos porque hay complejos en buenas condiciones como el polideportivo Ian Barney para que se desarolle la gimnasia rítmica o artística; o la nueva cancha de hockey en Puerto Rico. El deporte ya no se centra sólo en Posadas. ¿Se mejoró el sistema de captación de talentos? ¿Qué tiene el atleta misionero? La detección de talentos es un trabajo a largo plazo. El punto de partida será en el 2025 cuando llevemos adelante un programa muy importante del que no puedo adelantar mucho, pero es del Ministerio de Deportes y tiene mucho sustento porque también cuenta con la logística del alto rendimiento. Sabemos que la detección de talentos tiene que estar en las escuelas, es por eso que ya se firmó un convenio con el Consejo de Educación y se están realizando las planificaciones para llegar a cada rincón de Misiones. También tenemos que tener en cuenta que el programa de detección de talentos tiene que ser completo. Una vez detectado tenemos que ver qué hacemos con el chico. Hubo casos que los deportistas no son de la zona capital y tenemos que mantenerlos en el deporte de alguna forma. Hay que hacer una detección no sólo para sacar un campeón olímpico sino también para alentar al deportista a que se desarrolle en la disciplina que eligió. Desde la pubertad hasta la adultez. El atleta misionero tiene cuestiones antropométricas únicas basadas en la fuerza y la potencia. Son personas altas con gran potencial. Por ejemplo, en los últimos cuatro años hubo seis misioneros que llegaron a los Juegos Sudamericanos en lanzamiento de jabalina y eso no se da en ninguna otra provincia. Por otra parte, vemos que tienen un mayor compromiso con la actividad. Esto es más importante que el talento porque no están tomados por la tecnología mala que lo pueda sacar de las actividades físicas; además el atleta de acá tiene un bagaje motriz mucho mayor al de otras provincias. En las grandes urbes se está perdiendo esto. Tengo una profunda admiración por Ernesto “Fino” Gehrmann y Erik Barney, ejemplos vivientes de todo lo que está bien en un deportista… cada vez que puedo charlar con ellos disfruto al punto de la emoción. Ambos transmiten el tremendo impacto positivo del deporte en cada individuo que lo realiza. ¿Es importante el ‘Estado presente’ en competencias históricas como los Juegos Evita? Es importante la ayuda de las políticas de Estado sobre todo en los programas de desarrollo deportivo. El ejemplo está en los últimos Juegos Evita, en donde Misiones contó con el apoyo total para que sus deportistas vivan la experiencia, cuando en paralelo este año hubo cuatro provincias que se bajaron del evento porque Nación bajó fondos. Hay que ir adaptándose a las realidades pero el recorte sin pensar en lo que puede perjudicar es realmente muy malo. Y pienso que hubo mucho más de lo que tenía que haber. Había ganas de decir que los Juegos Evita no servían y nosotros sabemos que no es así. No es un Juego Olímpico, pero hay chicos que se ilusionan con sólo ver el mar. ¿Qué falta para dar el siguiente paso? Detección y contención del deportista. Mantenerlo en el deporte hasta donde él o ella quiera. Además, seguir trabajando en la infraestructura y las relaciones de las federaciones con los clubes. El trabajo de las federaciones es importante porque unifican para permitir que el deporte siga creciendo a nivel provincial. ¿Cómo describís tu camino hasta el momento? En cada lugar que estuve hubo un soporte para que siga adelante. Pude disfrutar de esta carrera y a poco de jubilarme me siento realizado. En Oberá conocí en 2012 a Cris, mi compañera de vida, con quien compartimos y disfrutamos del deporte familiar, del club y de nuestra provincia. Perfil Marcelo Fabián Caso Profesor de educación física Nació en Rosario el 4 de junio de 1967 y tiene dos hijos: Santiago (21) y Abril (23). Estudió profesorado en Educación Física en el Instituto Superior General José de San Martín de Rosario. Posee especializaciones en el Sistema de formación y certificación de Entrenadores de la World Athletics (ex Iaaf). En 2005 se instaló en Oberá y desde hace ocho años ocupa el cargo de subsecretario de formación y desarrollo deportivo en el Ministerio de Deportes de Misiones.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por