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Concordia » El Heraldo
Fecha: 20/11/2024 07:59
Yo no sé si los jóvenes escriben cartas o poemas en la soledad de sus noches desahogando sus consciencias atormentadas, para simbolizar con pensamientos ese dolor traumático que no cesa de no inscribirse, para evocar poéticamente esas ausencias. Y sin embargo los he visto escribir con desespero esas desgarraduras en computadoras y celulares e incluso rozar la materialidad sensible del encuentro entre manos hojas y bolígrafos. Para escribir las ausencias, para hacer el duelo. ¿Escribir con el dolor o con el recuerdo del dolor?, el recuerdo de lo que ya no está, ni estará, y “sé muy bien que no estarás” dice Cortázar, “No estarás en la calle, en el murmullo que brota de noche, de los postes de alumbrado, ni en el gesto de pedir el menú, ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes, ni en los libros prestados ni en el hasta mañana”, se trata de aceptar esa sombra imposible en el duelo, es una parte, tal vez la menos dolorosa, porque la otra, en ese proceso infausto, es la pérdida de la mirada que me definía, la significación profunda que yo sentía que tenía para él, para su deseo. Es por eso que afirma Lacan que “solo estamos de duelo por alguien de quien podemos decir yo era su falta”. Es por esa parte de uno que se va en el duelo respecto de lo perdido que es tan difícil “soltar” lo perdido, como se dice ahora, livianamente. Por eso el duelo es un trabajo complejo, exigente, por eso el ejercicio de la escritura es una forma eficaz de bordear la falta, de decirla, de procesarla, tanto que “Las penas del joven Werther” la extraordinaria obra de Goethe, no es otra cosa que la escritura del sufrimiento por la vivencia de infortunio amoroso del propio autor. No es extraño cuando el autor del “Fausto” declara que sus obras no son otra cosa que fragmentos de una confesión. Las desventuras amorosas del propio Goethe impulsaron la escritura del Werther, aquellas que lo hundieron en la tristeza y la desesperación, indicando en ese gesto monumental y talentoso, la pertinencia del recurso creativo de plasmar en obra los conflictos, como un dispositivo curativo de las cuitas y las penas. Es que Goethe sufrió el desengaño del amor no correspondido con Carlota Buff comprometida con Albert. Ese acontecimiento lo deprimió y es en ese contexto que escribe “Las penas del Joven Werther”, una novela en la que el protagonista sufre hasta el paroxismo la desventura del amor no correspondido. Es el modo en el que pudo encontrar las palabras para procesar las angustias del amor frustrado, cosa que no puede hacer el malogrado Werther cuyo padecimiento melancólico culmina fatalmente. Es un caso en el que la obra creativa hace el duelo y nos permite indagar el alcance de la frase de Artaud que asegura que “no hay nadie que jamás haya escrito o pintado, esculpido modelado, construido inventado, a no ser para salir del infierno”. Fue el recurso del genio alemán con su novela y el que proponemos como fórmula en el taller de expresión para adolescentes de “Lazos en red”. En ese espacio coordinado por Verónica Bordagaray, Gisela Giudici y Jésica se propone transitar las dificultades de esa etapa vital creativamente, colectivamente, lúdicamente en un ámbito de seguridad y confianza, en el que el recurso a lo simbólico sigue las líneas de reflexión de Shakespeare cuando expresa la necesidad de dar palabras al dolor, porque “el dolor que no se dice, gime en el corazón hasta que lo rompe”. Por esas razones, para interrogarnos, para pensar juntos los desvelos de nuestros adolescentes actuales, sus formas del amor y el desamor, sus cuitas derivadas de las violencias, de las tristezas, de las faltas de oportunidades para construir proyectos que los incluyan en este mundo, cada vez más inhabitable e intentar transmitirles, como dice Edgar Morín, el” gusto por vivir”, es que organizamos desde “Lazos en red”, la red de voluntarios para la prevención del suicidio de Concordia junto a la Biblioteca Julio Serebrinsky , un encuentro cuyo disparador sea el análisis de “Las penas del Joven Werther” de Goethe, este miércoles a las 20 horas en dicha Biblioteca de calle Urquiza 721, es libre, abierta y gratuita. Los esperamos a todos.
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