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» Diario Cordoba
Fecha: 20/11/2024 05:18
No hay catástrofe natural que cambie el funcionamiento habitual de las cosas pasados los primeros días del shock. Igual que las panaderías vuelven a abrir, funcionan los primeros autobuses e incluso algunas parejas se casan, las estrategias políticas continúan. Aparecen nuevos protagonistas, algunos inesperados como el fulgurante auge de la ministra Ribera, que le ha tocado a ella igual que a Margarita Robles si hubiera sido necesario. Manfred Weber, socio cordial de Feijóo contra Úrsula Von der Leyen, y de paso contra Pedro Sánchez, aliada de este último en todas las negociaciones europeas, ha visto también la oportunidad de chapotear en el lodo. No sé si será la fuerza del destino, como diría Nacho Cano, pero desde que en 2019 el Grupo Popular de Weber obtuvo la mayor cantidad de escaños en el Parlamento Europeo, viéndose él ya como próximo presidente de la Comisión que le arrebató al final la hasta entonces ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, por el veto de sus socios de gobierno, socialistas y liberales, los encontronazos con el Gobierno español no han parado. Entró de lleno en el debate de los regadíos ilegales de Doñana, acusando a la Comisión de maniobrar en contra del Gobierno andaluz y en favor del de España. Muy beligerante contra la ley de amnistía, y la investidura hace un año de Sánchez, por el que clamaba vergüenza para él y para los socialistas, desde un retrato conjunto con Feijóo. La pelea les sigue uniendo contra una posible vicepresidenta de la Comisión y vicepresidenta española con buen prestigio entre la comunidad científica y azote del negacionismo. Mientras el foco estaba puesto en Mazón, el PP lo desvía no a Sánchez, como es habitual, sino a Teresa Ribera, eligiendo el momento circunstancial de la renovación de la Comisión. El mismo momento en que Santiago Abascal es elegido presidente de Patriotas por Europa, con Orban y Le Pen entre los 86 diputados que forman el grupo parlamentario. No se ha visto al nuevo líder europeo con las botas llenas de barro, desatascando calles y arengando a los afectados en Valencia, sabe medir bien la indignación y hasta para ellos el ambiente les era adverso. Manfred Weber siempre ha santificado los acuerdos autonómicos del PP con Vox, esos que empezaron en Valencia. Y ahora, en estrategia electoral todo el mundo mira ahí, la secretaria general del PSPV y ministra de Ciencia también, porque en unas posibles elecciones generales anticipadas ese territorio será clave para la victoria de unos y la derrota de los otros. Como en las desgracias familiares, todo se interrumpe durante un tiempo, pero luego la inercia tira de nosotros.
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