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» Diario Cordoba
Fecha: 20/11/2024 01:12
España negra. Entre la fascinación y la denuncia. Carlos Alonso Pérez-Fajardo, comisario de exposiciones y director del museo Ignacio Zuloaga de Pedraza, participó ayer en el ciclo de conferencias organizado por el Ayuntamiento de Córdoba con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Julio Romero de Torres. Tras el riguroso retrato realizado en los dos encuentros anteriores sobre las figuras de Julio Romero y de su coetáneo Ignacio Zuloaga, que estos días comparten exposición en la Sala Vimcorsa, Carlos Alonso fue el encargado de arrojar un poco de luz sobre el contexto histórico y artístico que enmarca a ambos autores, el de la llamada España Negra, y su vínculo con Andalucía en general y con Romero de Torres en particular. Este experto en Zuloaga puso en cuestión muchas de las ideas preconcebidas que existen sobre este periodo «del que se ha sacado del foco a Andalucía», apuntó, cuando en su opinión «es un fenómeno fundamentalmente andaluz». Para Alonso, «no existe una España Negra, sino que al menos dos que son las dos cara de una misma moneda». Hay una España Negra que es objeto de denuncia «por bárbara, atrasada y fanática», pero también hay otra España Negra, con mucha más fuerza, «que es objeto de fascinación para extranjeros y nacionales», apuntó. Así, explicó que «en plena Belle Epoque, España recibe un shock profundo por la pérdida de las colonias de 1898 y muchos artistas se cuestionarán si la España pintoresca del siglo XIX era cierta o no». De esta forma, empiezan a rascar en el asunto antropológico y folclórico y ven que «esa visión amable de España, centrada sobre todo en Andalucía, no responde a la realidad». Púiblico en la lecttura poética. / M.V. Fascinación por España La realidad es que España «es el último país europeo que mantiene unas raíces folclóricas profundas, un país que no está tan influenciado por el llamado mundo civilizado y un país en el que las inquietudes del ser humano se expresan de una manera más cruda». Y eso resulta «fascinante porque cada expresión folclórica española remite a los grandes temas que son la muerte, la desesperanza, el amor», comentó. La fascinación se muestra en la visión pictórica de Zuloaga, Romero de Torres o Regoyos, pero también en la poesía, en el Romancero Gitano de Federico García Lorca, o en El amor brujo de Falla. El arte que surge de este contexto histórico crece ajeno a «las capas civilizatorias y aburguesadas del resto de Europa, donde el folclore ha desaparecido prácticamente y llama la atención del mundo por su autenticidad». España Negra fanática Todo esto ocurre en una España Negra que también es objeto de denuncia por su componente «no civilizado, fanático, bárbaro y manipulable, un país que ha perdido sus últimas colonias y con ellas peso internacional, y que se sitúa a la cola de Europa en muchas cuestiones, por lo que ofrece un reverso tenebroso de esa misma historia pintoresca y divertida de los bandoleros, de Carmen de Bizet...» Esa visión es la que reflejan otros artistas, que hablan de una «España que va a la deriva por la ignorancia y la barbarie, por el fanatismo religioso, el folclore y el toreo». Lo que para unos es una virtud de un pueblo auténtico, aún conectado a su cultura, para otros, es la expresión de la decadencia de España. Esa dicotomía no resulta tan lejana en realidad. Zuloaga y Romero de Torres, fascinados por España Alonso sitúa a Julio Romero, igual que a Zuloaga del lado de los fascinados por esa España Negra. «No detecto en Romero de Torres un gramo de denuncia, sino una poética muy andaluza ligada al simbolismo que provee por una vez al país de una visión de lo andaluz mucho más trascendental y mucho más oscura». En su opinión, «Julio Romero es a la pintura española lo que Lorca y su Romancero gitano es a la poesía, ya que su pintura es capaz de expresar con simbolismo y poética todas estas ideas sobre la muerte, el dolor y el amor, las cuestiones que marcan el devenir el ser humano». En su opinión, tanto Zuloaga como Julio Romero, pese a proceder de un contexto de denuncia social en el que se alinean del lado de los descastados, coinciden «en esa fascinación y reconocimiento de España como lo último auténtico y verdaderamente cultural que tiene Europa». Versos para Julio Romero A la misma hora que en la Sala Orive se hablaba de la España Negra, un grupo de poetas cordobeses recitaban a Julio Romero de Torres en el Bellas Artes acompañados a la guitarra por Paco de Dios. El acto, el segundo de su especie, contó esta vez con hombres y mujeres, firmas de la talla de Juana Castro, Manuel Gahete, Soledad Zurera, Alfredo Jurado, Pilar Sanabria, José. A. Fernández, José L. Clavero, María Rosal, Concha García, Matilde Cabello, Balbina Prior, Ana Vega Burgos, Manuel Sanchís, Fernando Sánchez Mayo, Antonio Varo Baena y Araceli Sánchez Franco. Suscríbete para seguir leyendo
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