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» Derf
Fecha: 19/11/2024 19:24
Desde pequeños, muchos hemos aprendido a cuidar heridas observando a nuestras madres. Sin embargo, algunas prácticas que antes eran comunes, como el uso de agua oxigenada o alcohol para desinfectar, hoy están desaconsejadas. Estas sustancias, al aplicarse sobre una herida, pueden generar una sensación de ardor y dolor que refleja un daño químico en los tejidos, provocando una «quemadura» en lugar de favorecer la curación. Aunque el agua oxigenada es efectiva para eliminar gérmenes, no se recomienda aplicar en heridas abiertas o sangrantes. Su acción química puede dañar los tejidos expuestos, dificultando el proceso de cicatrización. Además, su efecto desinfectante desaparece rápidamente al reaccionar con los componentes de los tejidos, perdiendo eficacia en heridas abiertas. Sin embargo, este producto tiene otros usos seguros, como desinfectar cepillos de dientes o realizar enjuagues bucales, siempre diluido en proporciones adecuadas. Por ejemplo, si se utiliza agua oxigenada al 10%, es necesario rebajarla a una concentración del 3% o 5% mezclándola con agua en partes iguales. El alcohol, por su parte, tampoco se recomienda para tratar heridas abiertas, aunque sí es útil para desinfectar la piel intacta. Su acción bactericida, que elimina hasta el 99,7% de los microorganismos en la piel, se logra mejor con una concentración del 70%, ya que el agua potencia su efectividad al desnaturalizar las proteínas de las bacterias. Además, es útil para desinfectar objetos como termómetros y frascos, aunque no tiene capacidad para eliminar esporas bacterianas. Para limpiar heridas, los métodos más recomendados son lavar con agua y jabón, especialmente en casos de raspones o heridas con suciedad visible, y secar con un paño limpio que no desprenda pelusa. Según la necesidad, se puede cubrir con un vendaje adecuado. En casos más graves, como quemaduras, siempre es fundamental acudir a un centro de salud para recibir atención profesional. Los desinfectantes más recomendados incluyen la povidona iodada y la clorhexidina. La povidona iodada, aunque puede manchar, es segura y su efecto dura aproximadamente seis horas. Por otro lado, la clorhexidina, que es transparente, requiere bajas concentraciones para ser efectiva. También se utiliza en enjuagues bucales con precaución, ya que podría teñir los dientes. No obstante, nunca debe emplearse dentro del oído como desinfectante.
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