19/11/2024 20:09
19/11/2024 20:08
19/11/2024 20:08
19/11/2024 20:08
19/11/2024 20:07
19/11/2024 20:07
19/11/2024 20:07
19/11/2024 20:06
19/11/2024 20:06
19/11/2024 20:06
» Diario Cordoba
Fecha: 19/11/2024 17:31
Pedro Sánchez da por hecho que los socialistas europeos votarán a favor del nombramiento de los seis vicepresidentes de la Comisión Europea. Incluido el candidato de la presidenta italiana, Georgia Meloni, el ultraderechista Raffaele Fitto, pese a no formar parte del acuerdo alcanzado con conservadores y liberales el pasado mes de julio para el reparto de los principales puestos de la Comisión y el resto de instituciones europeas. Se trataría de la moneda de cambio para salvar a Teresa Ribera, cuestionada por los conservadores por sus responsabilidades en la gestión de la DANA. Eso sí, el jefe del Ejecutivo ha justificado en rueda de prensa desde Río de Janeiro tras participar en la cumbre del G20 que "una cosa es el acuerdo político" entre las tres principales familias proeuropeas y otra "lo que dicen los tratados, que todos los países tiene derecho a tener un comisario". El presidente del Gobierno ha querido hacer “pedagogía” para que este apoyo no se interprete como el traspaso de una línea roja. La de mantener un cordón sanitario la ultraderecha. Por ello ha querido dejar claro que el apoyo a Fitto es compatible con mantener el acuerdo entre las tres grandes familias. Un acuerdo “proeuropeo y centrado”, dijo en contraposición a las posiciones que representa la presidenta italiana y su candidato. "Es el Gobierno italiano quién decide quién va y quién no", argumentó. De hecho puso también el ejemplo del presidente de Hungría, el también ultraderechista Viktor Orbán, cuyo “comisario no lo elijo yo, lo elige el gobierno de este país”. De ahí que haya concluido que para poner en marcha la Comisión en otras ocasiones, “al final hemos tenido que votar a todos los candidatos propuestos”. Por lo que dio a entender que ahora se hará lo mismo. Sánchez ha aprovechado para defender el perfil de Ribera y darle su total respaldo frente al rechazo alentado por los populares. Un boicot que asoció a la intención de desviar el foco sobre las responsabilidades de la Generalitat Valenciana en la tardía respuesta a la DANA. "Feijóo tiene todo el derecho a defender a Mazón y su gestión", apuntó, pero para conminarlo a que no lo haga en contra del Estado autonómico, de los intereses de España y de Europa. Esto es, "poniendo en duda la constitución de un gobierno europeo que necesitamos cuanto antes". Los socialistas están viendo peligrar a Ribera por el pulso de Feijóo quien, según argumentan, estaría jugando la baza de que el alemán Manfred Weber, jefe de filas del PPE, necesita sus votos para seguir siendo presidente del partido a nivel europeo. “Feijóo se habría comprometido a apoyar a Weber para repetir en la presidencia del PP Europeo en el congreso del partido que se celebra en unos meses”, explicaban ya pasada semana desde el departamento de la vicepresidenta de Transición Ecológica. Ribera comparecerá este miércoles a petición propia tanto en el Congreso como en el Senado. Su intención es dar explicaciones sobre su gestión durante la catástrofe de la DANA. “Rigor, sensatez y responsabilidad”, resumen su intervención los colaboradores del presidente del Gobierno, donde ofrecerá datos y una cronología de los momentos previos y posteriores a la llegada de la gota fría. “Todo el mundo sabe lo que ha hecho cada cual”, concluyen. Explicaciones en el Congreso La agenda internacional del jefe del Ejecutivo volverá a impedir su presencia en la sesión de control al Gobierno de este miércoles en el Congreso. La pasada semana tampoco acudió, al coincidir con su viaje a Bakú (Azerbaiyán) para asistir a la cumbre del clima de la ONU, y ha dejado en manos de sus ministros las primeras explicaciones en la Cámara Baja sobre la gestión de la DANA. No será hasta el próximo 27 de noviembre cuando comparezca en el Congreso a petición propia, casi un mes después de la catástrofe que ha azotado principalmente a Valencia. Los populares han reprochado que "las Cortes Generales tardarán un mes en escuchar al presidente del Gobierno hablar de una tragedia con 225 fallecidos" para calificarlo como "una anomalía parlamentaria y una falta de respeto no solamente al Congreso sino también a las víctimas y a los afectados por la tragedia". La intención de Moncloa siempre fue la de aplazar las explicaciones de Sánchez hasta que las diese antes el 'president' de la Generalitat, quien compareció el pasado viernes.
Ver noticia original