19/11/2024 17:43
19/11/2024 17:42
19/11/2024 17:42
19/11/2024 17:41
19/11/2024 17:41
19/11/2024 17:40
19/11/2024 17:39
19/11/2024 17:39
19/11/2024 17:39
19/11/2024 17:39
» Sin Mordaza
Fecha: 19/11/2024 15:15
Un proyecto presentado en el Concejo Municipal de Rosario busca modificar la ordenanza 8869 de 2011, que regula las distancias mínimas entre supermercados y almacenes de mediana y gran superficie. La iniciativa, impulsada por el concejal Hernán Calatayud, del bloque Volver a Rosario, propone reducir a la mitad las áreas de protección. Sin embargo, la medida ha generado tensiones entre almaceneros y supermercadistas, quienes cuestionan la falta de consulta a los sectores involucrados. La ordenanza actual establece un “radio de protección” de 400 metros para locales de entre 100 y 500 metros cuadrados. El nuevo proyecto plantea reducir esa distancia a 200 metros, mientras que para comercios de entre 500 y 1200 metros cuadrados la distancia mínima sería de 300 metros. Según Calatayud, el objetivo es simplificar el marco regulatorio, fomentar la barrialidad y estimular el empleo y la oferta en los barrios. “Es necesario modernizar la normativa para adaptarla a las nuevas generaciones y al dinamismo del mercado alimenticio”, explicó el concejal. Además, aseguró que el debate busca construir consensos y beneficiar tanto a comerciantes como a consumidores. La Unión de Almaceneros de Rosario, encabezada por Juan Milito, expresó su preocupación ante la posible aprobación del proyecto. Según Milito, la normativa vigente fue resultado de un extenso debate en 2011 y protege a los pequeños comercios. “Reducir las distancias permite que grandes comercios se instalen cerca de negocios establecidos, afectando a quienes sostenemos el comercio de proximidad”, declaró Milito. También señaló que la propuesta no responde a una necesidad real de los consumidores, quienes enfrentan mayores dificultades económicas por la inflación y la caída del poder adquisitivo. El sector supermercadista, representado por Sergio Cassinerio, presidente de la Cámara de Supermercados de Rosario (Casar), manifestó sorpresa ante el proyecto. Aunque aún no tienen una posición oficial, Cassinerio enfatizó la importancia de respetar las normativas existentes y mostró preocupación por posibles impactos negativos tanto en supermercados como en almacenes. “Sin conocer todos los detalles, creemos que cambiar la norma sin una justificación clara no tiene sentido. Esperamos más información para poder debatir de manera adecuada”, comentó Cassinerio. El proyecto ya ingresó en las comisiones del Concejo y promete generar un intenso debate en las próximas semanas. Desde el municipio, Calatayud aseguró que se convocará a reuniones con los sectores afectados para buscar consensos. Sin embargo, tanto almaceneros como supermercadistas coinciden en que cualquier cambio debe evaluarse con cautela, considerando el delicado contexto económico que atraviesan los pequeños y medianos comercios. La propuesta de reducir las distancias entre supermercados abre un interrogante sobre cómo equilibrar la necesidad de modernización con la protección de los negocios locales y su rol en las comunidades barriales.
Ver noticia original