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» Diario Cordoba
Fecha: 18/11/2024 19:16
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena a cinco años y un día de prisión para un acusado de abusar sexualmente de su cuñada, en una localidad de Córdoba, desde que la víctima tenía seis años de edad hasta, aproximadamente, los 11 años. En su sentencia, afirma que la menor "difícilmente podría conocer" las conductas de contenido sexual denunciadas "si no las hubiera experimentado en primera persona". De esta manera, el alto tribunal andaluz desestima el recurso de apelación planteado por el encartado y confirma el fallo de la sección tercera de la Audiencia provincial de Córdoba. Entre otros motivos, la defensa del procesado alegaba unos presuntos celos de la menor como causa de la denuncia, dado que el encartado y su hermana (son hijas del mismo padre, pero no comparten madre) habían tenido un bebé. Instalaciones de la Ciudad de la Justicia de Córdoba. / Manuel Murillo Sin embargo, el TSJA apunta que los magistrados percibieron el testimonio de la niña "como plenamente creíble" y subraya, de hecho, "la espontaneidad de su llanto cuando empezó a exteriorizar el temor que sentía de que la hija de su hermana fuera abusada por el acusado". Una familia desestructurada A esto añade que resulta "inimaginable que unos simples celos infantiles puedan llevar a una niña de solo 11 años de edad, que hasta entonces mantenía con el acusado y su esposa unas relaciones extraordinarias, a inventar de repente unos hechos tan graves". La sentencia explica que la víctima "decidió acudir con más frecuencia a casa de su hermana" a raíz del nacimiento de la bebé "por el miedo que sentía de que el acusado pudiera abusar también de la neonata". "Como no podía quitar de su mente ese temor y no encontraba otra salida, decidió, desesperada, desvelar a sus padres lo que el acusado le había hecho". Se da la circunstancia de que la menor, que procede de una familia desestructurada, se encuentra en desamparo y es tutelada por la Junta de Andalucía. El tribunal ha considerado probado que, a consecuencia de estos hechos, sufre un trastorno de estrés postraumático crónico y necesita tratamiento psicológico. En concreto, apunta que el acusado, cuando se encontraba a solas con la niña, le realizaba tocamientos en sus genitales por encima y por debajo de la ropa, e incluso llegó a mantener sexo oral con ella.
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